Brecht... aquí y ahora, espectáculo
y ''obsesión personal'' que ofrecerá en Bellas Artes
No debemos soslayar a los que son más y no tienen
bastante: Schygulla
Cuando no hay más esperanza, tampoco se tiene
vitalidad, expresa la actriz alemana
Presentará en el bar El Hábito sus videos
que grabó hace un cuarto de siglo
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
La actriz alemana Hanna Schygulla dejó de aparecer
en la pantalla hace varios años por una sencilla razón: ''Las
personas no tienen ideas buenas para mí. Todo lo que me proponen
es mediocre, comparado con lo que he hecho. Y prefiero no hacerlo". No
es pedantería, es la honestidad que la caracteriza y que le permite,
lo mismo hablar de cine, de política, de su trabajo con el director
alemán Werner Fassbinder o de la actualidad de Bertolt Brecht en
un mundo en el cual quienes pueden cambiar las cosas no quieren hacerlo.
Schygulla, en rueda de prensa en el Salón Fósforo
-donde se proyectará una retrospectiva de Fassbinder-, no responde
a los reporteros. Reflexiona en voz alta en un castellano fluido y platica
sus proyectos a los que llama ''sus obsesiones personales", uno es el espectáculo
Brecht... Ici et maintenant (Brecht... aquí y ahora),
que se presentará el miércoles próximo en el Palacio
de Bellas Artes, dentro del Festival del Centro Histórico. Al respecto,
expresa: ''En Londres tuve la idea de construir una especie de diálogo
entre Brecht y yo, porque dentro de mí hay más retazos de
él que de otro autor clásico de la época. Es hablar
de mí a través de Brecht y viceversa (...) Soy yo hablando
de lo que un buen poema puede hacer por tu vida. Es algo que nació
muy personalmente, de mi propia pluma".
Schroeder-Putin:
poder y olvido
Se preguntaba, agrega Schygulla, ¿qué es
lo que el escritor alemán diría en esta época en la
que el concepto de lucha de clases se ha borrado un poco, aunque todavía
existe, y en la que se plantean otras cuestiones como la manipulación
genética? ''Claro que no tengo las respuestas, pero las preguntas
sí valen", sobre todo porque Bertolt Brecht siempre se planteó:
''¿cuándo ocurrirá que el hombre será amigo
del hombre?"
Esta pregunta tendrá que responderse alguna vez,
''no por romanticismo, sino por necesidad. No podemos seguir sin considerar
a los que son más y más y que no tienen bastante".
Las preguntas de Brecht siguen vigentes porque las cosas
que se podrían cambiar permanecen bloqueadas en el nivel de quienes
toman las decisiones, y ejemplifica: el canciller alemán Gerhard
Schroeder alguna vez fue de los que querían que la sociedad fuera
otra, pero ahora es amigo del presidente ruso Vladimir Putin, ''se tienden
la mano, se quieren mucho y Putin era un hijo de puta de la KGB. Lo cierto
es que cuando se llega al poder se olvidan las cosas, pero no hay que desesperarse
porque cuando no hay más esperanza, no hay más vitalidad".
Su relación con Brecht va más allá
y aquí la une con su trabajo como actriz en más de 20 películas
de Fassbinder (La tercera generación, Las amargas lágrimas
de Petra von Kant, Lili Marlene, por citar algunas). El cine
de Fassbinder es, como el de otros autores, posbrechtiano, como en el caso
de El matrimonio de María Braun, ''donde hay algo de El
alma buena de Sechuán: una mujer que se divide en dos partes,
una vive sus deseos más profundos y otra se conforma con las necesidades
de la realidad, una es cínica y otra romántica. Todas esas
fórmulas de Brecht se adaptaron al presente".
Proyecto frustrado
En el bar El Hábito, donde no cantará, Schygulla
presentará videos que grabó hace 25 años después
de que se frustró un proyecto con Fassbinder, sobre una pintora
alemana ''que soñaba, en una fase de esquizofrenia muy fuerte, reunir
con la fuerza de su alma esa ciudad dentro de ella dividida en dos: Berlín.
Eso pasó 15 años antes de que cayera el Muro. Fassbinder
habría realizado una metáfora de lo que sucedió en
Alemania".
Los videos estarán acompañados ?explicó?
por un espectáculo con sus amigas cubanas; ''estaban a punto de
perderse, porque era la primera generación de las cámaras
de video. Es casi un milagro que se conservaran". Después presentará
Monólogo por una actriz ausente en el Foro Stanistablas y
el martes 16 inaugurará el ciclo Hanna Schygulla/Fassbinder
en la Cineteca Nacional.
De Fassbinder aprendió a trabajar sin demasiada
preparación y ésa, a la vez, es la causa por la que él
podía hacer tantas películas: ''Había una parte muy
preparada, pero siempre había algo que dejaba a la inspiración".
La actriz también se refirió al cine alemán
actual en el que, vislumbra, hay señales de talento; los creadores
presentan cosas con más sustancia y no sólo para divertir.
Sin embargo ''la diversión es buena, hacen falta cosas ligeras,
hace falta reírse que es, quizá, la fuerza más anárquica".
Y deja abierta la puerta: ''Espero que a pesar de lo que
pasó en los recientes años, que no había ninguna película
hecha de verdad para lo que yo podía dar, algo vendrá. Todavía
puedo esperar. Siempre pensé que lo mejor viene al final (...) Algo
por dentro me dice que algo me espera, incluso en la pantalla, que me podría
hacer resucitar, en donde por fin podría vaciar muchas cosas del
orden del calor humano".