''Deshumanizados'', la nueva especie

Soyinka, Breytenbach y Goytisolo dan testimonios tras su retorno de Medio Oriente

AFP

París, 15 de abril. Tres escritores, el nigeriano Wole Soyinka, premio Nobel de Literatura en 1986; el sudafricano Breyten Breytenbach, ex militante contra el apartheid, y el español Juan Goytisolo, que denunció las injusticias cometidas durante el franquismo, testimoniaron al volver de los territorios palestinos y de Israel sobre la "proliferación de una nueva especie de bípedos: los deshumanizados".

Los literatos formaron parte de la delegación del Parlamento Internacional de Escritores (PIE) que visitó Medio Oriente a finales de marzo. Sus testimonios son publicados en las páginas del periódico Le Monde en su edición del martes.

Goytisolo, que estuvo en Medio Oriente en 1988 para realizar un documental, y luego en 1995 como corresponsal de un diario español, afirmó en ese momento que "la desilusión de la población palestina confortó mi pesimismo sobre el futuro de la región".

Hoy, "desde la visita de Sharon a la explanada de las Mezquitas (en septiembre de 2000) estamos en guerra, pero una guerra que no enfrenta a dos estados, sino (...) a uno dotado con un potente ejército ultramoderno enfrentado a una nación fragmentada, sin fronteras, pobremente armada y sometida a cotidianas represalias colectivas y humillaciones", continuó el español.

"Los alambrados de púas encierran tanto a colonias y puestos militares como a las zonas autónomas teóricamente bajo control de la autoridad palestina", subrayó.

Finalmente Goytisolo escribió: "día a día, las colonias agrandan su perímetro y escamotean sin misericordia el espacio vital de la población" palestina.

Al recordar que el ex primer ministro israelí Yitzhak Rabin había sido asesinado por un extremista israelí en 1995, el escritor español subrayó que hoy es "otro fanático" el que "lleva a Israel hacia una guerra sin fin, hacia la autodestrucción de sus valores morales y de su existencia física".

Para Soyinka "no es posible tener de la situación en Palestina sólamente una visión fría, objetiva.

''Cuando seres humanos son golpeados por las bombas en los restaurantes y en los hoteles (...), los autores de estos atentados nos inspiran a la vez odio y horror. Decir mártir es un abuso del lenguaje cuando viene 'acompañado por muertos inocentes '", escribió.

"Y del otro lado del terror -del lado del terror de Estado- cuando escuchamos a una familia relatar con detalles cómo los tanques, enmedio de la noche, vinieron y tumbaron los muros de las casas, aplastaron inocentes medio dormidos, es también imposible, en las tripas, permanecer indiferente o no sentirse agredido en la conciencia."

"Desde hace generaciones este era el hogar de familias inocentes. Ahora se hace de ello un terreno favorable a la proliferación de una nueva especie de bípedos: los deshumanizados", estimó.

"Mientras intenta vengarse de su enemigo, el gobierno de Israel adoptó tácticas que desencadenarán un maremoto que ahogará al mundo o más bien lo abrasará", estimó Wole Soyinka.

"Nuestra visita no hizo más que reforzar nuestra estupefacción (y la verdad es que me preocupo por los israelíes), al ver que, entre todos aquellos que nunca pudieron creer en su dirigente sobre la buena vía política, muchos simplemente no habían hecho el esfuerzo de proyectarse en la imaginación hacia los campamentos de refugiados palestinos, hacia la existencia cotidiana de los palestinos...", agregó Soyinka.

En una "carta abierta al general Sharon", Breyten Breytenbach escribió: "Las hipótesis que fundamentan sus acciones son racistas. Como era el caso del régimen sudafricano, los métodos por los que esperan someter al enemigo se resumen en la utilización de la fuerza, en los baños de sangre y en la humillación".

"Ninguna referencia a la supuesta promesa de un Dios, de una tierra sagrada, puede justificar las exacciones cometidas por un ejército de invasión y de ocupación -ni las masacres de inocentes perpetradas a sangre fría- ordenadas por los señores de la guerra, fanáticos, en nombre de la resistencia", agregó.

"Ninguna referencia a un sacrosanto gran Israel puede disimular que vuestras colonias son enclaves armados construidos sobre una tierra descaradamente robada a los palestinos", asegura Breytenbach.

"No, general Sharon, las injusticias sufridas en el pasado no justifican ni excusan vuestros actos fascistas actuales. No quebró el espíritu del pueblo palestino. Al contrario, los palestinos están hoy más convencidos que nunca de construir un Estado, poco importa que usted los persiga."