El bloqueo a la isla viola derechos, acusa el PC chileno
Critican latinoamericanos a sus gobiernos por votar contra Cuba
ANDREA BECERRIL
El voto en Ginebra de los países latinoamericanos contra Cuba despertó críticas en el continente y muestras de solidaridad con los cubanos.
El presidente de Chile, Ricardo Lagos, sostuvo que el gobierno de Fidel Castro no debe interpretar como una condena la aprobación para que una misión de la Organización de Naciones Unidas (ONU) supervise la situación que guardan los derechos humanos en la isla.
Pero el Partido Comunista chileno calificó de servil esa postura. Gladys Marín, dirigente de dicho instituto político, advirtió: "Un voto de este tipo en Ginebra es una gran justificación al imperio para que mantenga el bloqueo económico a Cuba, que sí constituye la peor violación de los derechos humanos que se pueda cometer contra pueblo alguno".
Igualmente, miembros del Frente Sandinista realizaron en León una manifestación en respaldo a Cuba, durante la cual uno de los oradores expresó: "a los nicaragüenses nos llena de vergüenza que el gobierno actual, mostrando la peor bajeza, llevara en su delegación a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, a un terrorista cubano-americano".
Destacaron también que "Cuba es la nación más digna del planeta porque es capaz, pese a llevar más de 40 años bloqueda por Estados Unidos, de ofrecernos salud y cultura".
En Guatemala, Nery Villatoro, columnista de uno de los principales diarios, Siglo XXI, criticó que el gobierno de Alfonso Portillo no sólo se haya plegado, sino copatrocinado "una resolución en la ONU de condena a Cuba que tiene fétido olor a presión y chantaje político".
Contrastó la postura del régimen guatemalteco de sumar al voto contra Cuba y oponerse al mismo tiempo a la creación de un Estado palestino.
En la prensa de Montevideo hubo cuestionamientos a su gobierno por patrocinar la resolución condenatoria a los cubanos. La República publicó a ocho columnas que "por un voto, Uruguay impuso su condena a Cuba", mientras "Fidel Castro respondió con el envío de 200 mil vacunas contra la meningitis para los niños uruguayos", en alusión al paquete de ayuda que ese país rechaza recibir como donación y sólo lo admite como amortización de una deuda de 30 millones de dólares.
Por contraste, los medios brasileños celebraron que la administración de Fernando Henrique Cardoso haya asumido un papel de independencia frente a Washington, al abstenerse en la votación por la que se condenó al gobierno cubano.