El mal tiempo causó el accidente en que murió el jefe de la fuerza aérea venezolana
Identifican a militar estadunidense presente durante el golpe de Estado contra Chávez
Beneplácito de opositores con la designación de Alí Rodríguez al frente de PDVSA
AFP, DPA, PL Y REUTERS
Caracas, 20 de abril. James Rodgers, teniente coronel del ejército estadunidense, fue el militar extranjero que estaba entre los golpistas durante el curso de la asonada en Venezuela contra el presidente Hugo Chávez, cuyos sucesos tuvieron lugar entre el 11 y el 13 de abril, según las investigaciones en marcha.
En paralelo, las autoridades venezolanas confirmaron que se debió al mal tiempo el accidente aéreo en el que murieron, la noche del viernes, el recién designado comandante de la fuerza aérea, general Luis Acevedo, y otros nueve militares, al precipitarse a tierra el helicóptero en que viajaban en una zona montañosa cerca de Caracas.
Aunque la embajada estadunidense en esta capital desmintió "totalmente" la información sobre la presencia de un militar de su país entre los golpistas venezolanos, acorde con el vocero John Law, así como el desmentido anterior del Departamento de Estado, nuevos datos de la investigación arrojaron que Rodgers es el hombre implicado y quien es asistente del agregado castrense.
"Durante la investigación en curso, varios oficiales venezolanos implicados en el golpe de Estado dieron cuenta de la presencia de ese militar estadunidense durante los acontecimientos. Aseguraron que el movimiento tenía el pleno apoyo de Estados Unidos, y que era por ello que participaron", se informó.
Con anterioridad la misma fuente dijo que era el agregado militar estadunidense, cuyo nombre no se conoce, la persona que estaría en el quinto piso del fuerte Tiuna "durante la preparación y hasta el golpe de Estado". Pero ahora, se pudo precisar que se trataba de Rodgers.
"Tres golpes"
Por lo demás, la pesquisa arroja que en realidad fueron "tres golpes" los que ocurrieron cuando Chávez estuvo 48 horas fuera de la escena política. El "primero" se realizó en la noche del 11 al 12 de abril y fue consumado por la "rebelión de generales" contra el presidente Chávez al ser arrestado, y su remplazo por el empresario Pedro Carmona poco antes de las 4:00 hora local del 12.
El "segundo golpe dentro del golpe" tuvo lugar entre las 17:15 horas del mismo 12 de abril con la "dictadura" que anunciaba la junta cívico-militar, dirigida por el líder de Fedecámaras, con un decreto de suspensión del Legislativo y que facultaba al autoproclamado presidente para disolver todos los poderes públicos.
Tal medida, que escandalizó a la inmensa mayoría de los opositores demócratas a Chávez, había sido tomada por un pequeño grupo de "extremistas de derecha, dirigido por un poderoso hombre del negocio petrolero, Isaac Pérez Recao, del cual Carmona era empleado, bajo la conducción operacional del contralmirante Carlos Medina Tamayo", quien ya en febrero se había rebelado contra el gobierno.
Según los informes de la investigación, se trataba de un "grupo fuertemente armado, incluso con fusiles lanzagranadas, perteneciente a una empresa de seguridad propiedad de un ex agente del Mossad", los servicios secretos israelíes, pero sin que esto haya significado alguna implicación de Israel.
Por último, el "tercer golpe" fue contra Carmona, ejecutado por uno de los autores del primero, el general Efraín Vásquez Velasco, entonces comandante general del ejército, "apoyado por los consejos estadunidenses".
Acorde con la fuente, "conscientes del extremismo de los sediciosos, ellos presionaron a este general a derrocar a Carmona y a encontrar a otro presidente de transición", lo cual ya no se concretaría por la restauración de Chávez.
Carmona, entrevistado por The Miami Herald, volvió a negar categóricamente haber conspirado para derrocar a Chávez, al rechazar informes del propio diario -recabados en fuentes diplomáticas- de que "por lo menos" acudió a dos reuniones en la embajada estadunidense en Caracas.
Tras negar también todo nexo con el empresario Isaac Pérez como el financista del golpe, argumentó que durante su breve paso por el palacio de Miraflores se "perdió mucho tiempo nombrando un gabinete y alto mando militar", lo que probaría que nada se había preparado con anticipación.
El ministro de Defensa, José Vicente Rangel, anunció por su parte la conformación de una amplia agenda de diálogo del gobierno con todos los sectores de la sociedad, con la participación directa del presidente Hugo Chávez, quien incluso sostendrá reuniones con los dueños de los medios de comunicación y con el líder sindical Carlos Ortega, impulsores de la agitación política previa al golpe militar.
La prensa local informó hoy que el gobierno de Chávez se quedó sin el alto mando de la fuerza aérea ante el accidente de aviación de la víspera, cuando un helicóptero cayó debido al mal tiempo, en el momento en que tres de esos aparatos se aprestaban a regresar a Caracas procedentes de un punto cercano, luego de que mandos militares habían ido a la asunción de jefes de la marina.
El accidente, debido a la neblina y los fuertes vientos, ocurrió cerca de la población costera de La Guaira, causando la muerte del comandante de la fuerza aérea, general Luis Acevedo, así como la del jefe de operaciones de la misma, general Pedro Torres, y de los generales Rafael Quintana Bello y Julio Ochoa Omaña.
Mientras, los sectores opositores, incluidas la gremial de empresarios Fedecámaras y la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), vieron con buenos ojos la decisión del gobierno de designar a Alí Rodríguez en la presidencia de la poderosa Petróleos de Venezuela (PDVSA), la más importante empresa petrolera de América Latina y cuarto productor mundial de crudo. Hoy se informó que Rodríguez, también secretario general de la OPEP, permanecerá en ese puesto hasta el 26 de junio, cuando una reunión extraordinaria de ministros de los países productores de petróleo decidirá si su mandato se prolonga.
Rodríguez quizá deberá retirarse del cargo en la OPEP ante su nuevo nombramiento. Es el estratega de la política de cuotas y precios altos del organismo, y ahora se ocupará de la estatal PDVSA, epicentro de un conflicto laboral que desembocó en el fugaz golpe de Estado contra el gobierno constitucional chavista.
PDVSA es el corazón de la economía venezolana, proporciona 80 por ciento de las divisas del país, mientras que Rodríguez, de 65 años, ex guerrillero y militante de izquierda, es el arquitecto de la política de cuotas de la OPEP, regida por un sistema de bandas que permite ventas de 22 a 28 dólares el barril en la actualidad.