Obtiene Le Pen 17% de votos y se coloca sólo 3 puntos atrás de Jacques Chirac
Avanza la ultraderecha a segunda vuelta en las presidenciales de Francia
El socialista Lionel Jospin se dice decepcionado y anuncia su retiro político luego del 5 de mayo
Abstención récord de 28 por ciento "La Quinta República ha muerto": manifestantes en La Bastilla
AFP, REUTERS Y DPA
Paris, 21 de abril. Francia vivió este domingo un verdadero terremoto político, cuando contra todos los pronósticos el ultraderechista Jean Marie Le Pen obtuvo poco más de 17 por ciento de los votos, colocándose así menos de tres puntos detrás del presidente de derecha Jacques Chirac en la carrera por la presidencia, y eliminando a quien había sido señalado como favorito, el primer ministro y candidato socialista Lionel Jospin.
El resultado de los comicios es "una gran derrota para los dos líderes del sistema", dijo Le Pen, de 73 años, quien no ocultaba su satisfacción.
Aunque todos los sondeos señalan que Chirac será relecto en la segunda vuelta el 5 de mayo, con entre 78 y 80 por ciento de las intenciones del voto, esta es la primera vez en la historia de la Quinta República que un líder de la extrema derecha alcanza la segunda vuelta.
También por primera vez en la Quinta República, fundada en 1958, una primera vuelta electoral presidencial registra una abstención récord de casi 28 por ciento de los 40 millones habilitados para votar, aunque esto ya había sido previsto en las encuestas. En el bastión socialista de Lille, norte del país, la tasa de abstención llegó a 41.5 por ciento.
Asume consecuencias
Poco después de conocerse los resultados de las encuestadoras, Jospin, quien obtuvo cerca de 16 por ciento de los votos, asumió "las consecuencias de este resultado tan profundamente decepcionante" y anunció su retiro de la vida política después de la celebración de la segunda vuelta, el 5 de mayo.
Casi 20 por ciento para la extrema derecha "es señal muy inquietante para Francia y nuestra democracia", agregó el gran derrotado de la jornada, al tiempo que en varios puntos de Francia hubo manifestaciones de rechazo al avance del Frente Nacional.
Chirac, quien obtuvo el menor porcentaje alcanzado en primera vuelta por un presidente saliente en 44 años (19.67), llamó hoy a los franceses a enfrentar al líder de la extrema derecha.
En breve discurso desde su comité de campaña, Chirac pidió "unirse en defensa de los derechos humanos para garantizar la cohesión del país, para afirmar la unidad de la República y restaurar la autoridad del Estado."
"Esa unión es posible y necesaria (...) Francia no puede esperar. Ha llegado el momento del salto democrático", dijo, sosteniendo que "la República está en vuestras manos."
"Se trata de nuestra capacidad de vivir juntos, unos con otros, respetándonos. Se trata de vivir plenamente la gran historia de Europa que hemos imaginado", expresó.
Con sus diatribas contra la inmigración norafricana, que Le Pen ha calificado de "amenaza para la vida francesa", el líder ultraderechista incrementó sus porcentajes de voto en las presidenciales, de 0.74 en 1974 a 14 por ciento en 1988; subió a 15 por ciento en 1995 y este domingo llegó a 17 por ciento.
"Primero y lo más importante es el rechazo de la gente contra quienes gobernaron tan ineficazmente por cinco o siete años", dijo Le Pen. "Los franceses ya no querían que el futuro del país se resumiera en un duelo entre Chirac y Jospin", añadió, en referencia a los dos políticos que gobiernan Francia desde 1997 en la llamada cohabitación, en la que el presidente y el primer ministro tienen signo político distinto y comparten el poder.
Mientras en la sede de campaña parisina de Chirac hubo expresiones de alegría al conocerse los resultados, y abucheos contra Le Pen por sus declaraciones sobre la "derrota del sistema", en el cuartel general del Partido Socialista los seguidores de Jospin reaccionaron primero con sorpresa, luego con furia, y muchos lloraron abiertamente.
"Esto es un recordatorio de cinco años de inactividad de los socialistas en el gobierno", sostuvo el vocero del partido al que pertenece Chirac, Reagrupación para la República, al comentar la derrota socialista.
Escrutados 97.75 por ciento de los votos, Chirac obtenía 19.67 por ciento de los sufragios, mientras Le Pen alcanzaba 17.02 por ciento y Jospin quedaba en un sorprendente tercer lugar con 16.07 por ciento.
El candidato de centroderecha Francois Bayrou, quien partió muy abajo en los sondeos, ocupó un inesperado cuarto lugar, con casi 7 por ciento. Solamente otros tres de los 16 candidatos a la presdencia superaron 5 por ciento de los votos exigidos para que se les rembolsen los gastos de su campaña electoral: la trotskista Arlette Laguiller, el republicano de izquierda Jean Pierre Chevènemt y el verde Noel Mamere.
Los votos de los descontentos que iban a Laguiller, figura de culto para muchos franceses, a la que las encuestas previas asignaban 10 por ciento de los votos, y a Jean Pierre Chevènement, quien quería trascender la división izquierda-derecha con su Polo Republicano, terminaron engrosando las filas de los abstencionistas, según los primeros análisis.
Entre los nueve candidatos restantes que no alcanzaron el necesario 5 por ciento se encuentra el comunista Robert Hue, cuyo partido realizó el peor resultado de su historia con 3.5 por ciento de votos. Este resultado tendrá consecuencias graves para las finanzas del Partido Comunista Francés, cuya situación ya es deficitaria.
Beneficiado por la iseguridad
Para los observadores políticos, Jean Marie Le Pen, que algunos consideraban un cadáver político pues había tenido problemas para reunir las firmas de alcaldes y legisladores para su candidatura, se benefició de que el tema de la inseguridad se convirtiera en el principal de una campaña que fue calificada de gris.
El neogaullista Chirac aprovechó el tema para criticar la política en el área del gobierno de Jospin, cuya campaña en un principio se centró en los logros económicos de los socialistas. El credo del primer ministro, respeto de los compromisos, responsabilidad y transparencia no dio los resultados esperados.
Durante la campaña Jospin se inclinó hacia la franqueza, replegándose luego. Al inicio confesó incluso cierta "ingenuidad" so-bre la inseguridad, la primera preocupación de los franceses. Y calificó de "envejecido" a Chirac, pero una semana más tarde se lamentó de esta declaración.
Tampoco su autoproclamado "realismo de izquierda", que lo llevó a privatizar más empresas estatales que las que privatizó la derecha, fue suficiente.
Aunque los franceses respetan su seriedad y rigor, prefirieron a candidatos con un carácter más populista, que supieron beneficiarse del miedo de los franceses ante el incremento de la delincuencia, particularmente de los robos violentos.
Esto restó también votos a otros como el republicano de izquierda Chevènement, quien había sido señalado como el tercer hombre en las encuestas.
Pero la pobreza del resultado de Jospin también puede explicarse por la dispersón del voto entre los 16 candidatos, ocho ellos de izquierda.
De todas maneras el conjunto de la izquierda integrante de la coalición gubernamental dio marcha atrás: sus cinco miembros totalizan sólo 30 por ciento de los sufragios.
La segunda vuelta
Las primeras consignas de voto para el 5 de mayo fueron lanzadas este domingo. Los principales candidatos llamaron a levantar una barrera contra Le Pen, desde Chevènement a Mamere, pasando por Bayrou.
"Es un verdadero cataclismo, no solamente para la izquierda, sino también para Francia", comentó el ministro socialista de Finanzas, Laurent Fabius. "Ahora es necesario hacer una barrera contra la extrema derecha", añadió, instando implícitamente a votar por Chirac en la segunda vuelta.
No obstante, Jospin, quien apremió a su partido a prepararse para las parlamentarias de junio, aclaró que no pedía a sus seguidores votar por el presidente saliente.
Unicamente el candidato de extrema derecha Bruno Megret deseó que sus electores "se movilicen en favor de Le Pen", congratulándose de los "resultados espectaculares de la derecha nacional y republicano".
Al conocerse el caudal de votos para el líder del Frente Nacional, varios miles de personas se concentraron en París al grito de "šLe Pen fascista!" o "šLe Pen fuera!" En Rennes, oeste, unas 4 mil personas salieron a las calles, además de 2 mil 500 en Nantes, mil en Caen (norte) y cientos en Limoges (centro), Marsella (sur) y otras localidades.
En la parisina plaza de La Bastilla, manifestantes de todas las edades respondieron a la convocatoria de la asociación Juntos contra la Pena de Muerte, la cual Le Pen busca reinstaurar. A varias cuadras de ahí, en cercanías de la Plaza de la República, manifestantes que respondieron a la convocatoria de "abajo el frente" -en alusión al Frente Nacional- gritaban: "šF de fascista, y N de nazi!" Algunos hacían pintas en las paredes como "no pasarán", en medio de los aplausos de otros manifestantes.
"Estoy aquí para manifestarme ante este avance de la extrema derecha, esto muestra la implosión del sistema. Chirac contra Le Pen significa que la Quinta República ha muerto", dijo una profesora de filosofía de 60 años.
Ni un sondeo previó que Le Pen pudiera ser candidato el 5 de mayo. "šQué horror!", reaccionó una mujer de 57 años al conocer los resultados. "No lo entiendo", dijo, añadiendo estar arrepentida de haber votado por un candidato de extrema izquierda, Daniel Gluckstein, en vez de Jospin. "Trataba de mostrar lo decepcionada que estaba con él (Jospin), no creía que quedase fuera".