Anticipó su estrategia electoral para
2003
El V Congreso del PT rechaza la política privatizadora
del gobierno
Ganar entre 5 y 10 por ciento de la votación
nacional, meta
RENATO DAVALOS
El medio millar de congresistas del Partido del Trabajo,
que ayer anticiparon su estrategia electoral para 2003, aprobaron el rechazo
a la pretensión del gobierno de Vicente Fox de profundizar la política
de privatizaciones, especialmente en el área energética.
''Se
trata de una reforma hacia atrás que no podemos permitir'', estableció
el dirigente Alberto Anaya en las discusiones previas a la aprobación
del plan electoral para los comicios intermedios del año venidero.
''Tenemos que insistir en el no a las políticas neoliberales que
sólo afectan a las grandes mayorías'', añadió.
En el ámbito de las alianzas con otras fuerzas
políticas, los congresistas de 25 entidades federativas acordaron
promover esa integración con las inclusiones de ''líderes
de opinión, organizaciones sociales, ciudadanas y políticas
representativas''.
Al V Congreso Nacional del PT, realizado ayer en esta
capital, concurrieron los embajadores de Irak, Corea del Norte, Vietnam,
Autoridad Nacional Palestina y de Cuba. Cuando llegó este último
(Jorge Bolaños), el coro de los congresistas fue unánime:
''¡Cuba sí, Fox no!''.
Entre los grandes objetivos de los petistas para el próximo
año está la meta de ganar entre 5 y 10 por ciento de la votación
nacional. Igualmente, alcanzar de 10 a 15 diputados de mayoría relativa.
La preparación electoral comprenderá también
la disputa de dos a cuatro gubernaturas, de las seis que estarán
en juego en 2003, y conquistar por lo menos de dos a cuatro diputaciones
por estado.
En el mapa político electoral planteado las encuestas
serán determinantes a la hora de seleccionar el cúmulo de
candidaturas que se avecinan en el país.
El informe de la Comisión Ejecutiva Nacional, que
también se aprobó en el congreso, estableció que el
gobierno federal ha elegido la estrategia de la confrontación con
el Congreso para aparecer ante la opinión pública como su
rehén. La intención es tratar de mostrar que la única
forma en que el gobierno puede salir adelante es contando con una Cámara
de Diputados mayoritariamente panista, para desde ahí negociar cualquier
iniciativa con el Senado.
En los considerandos aprobados, los petistas concluyeron
que el PAN se orienta a la baja en las preferencias electorales, que los
priístas se mantienen en sus márgenes de los tiempos recientes,
que los perredistas caen y que el PT va al alza.
El PT, indicaron, ''es el único partido que no
ha titubeado'' en la defensa de los derechos sociales y colectivos del
pueblo mexicano. ''No somos sólo la única fuerza socialista
que se encuentra en el Congreso, sino que ocupa la izquierda del mismo'',
se dijo.
En la tribuna, el dirigente partidista Alberto Anaya dijo
que el gobierno foxista pretende poner en práctica una reforma del
Estado que va para atrás. ''Nuestros objetivos se perfilan a sacar
a la derecha del Congreso de la Unión. El cambio se ha definido
como un planteamiento demagógico'', expresó.
Por su parte, José Narro Céspedes, integrante
de la comisión ejecutiva, planteó que la política
foxista se orienta a la sujeción a los intereses internacionales
y particularmente a las trasnacionales. ''Es un gobierno de mentiras y
engaños que sólo ha refrendado las intenciones de profundizar
la política neoliberal que ha sumido más en la miseria a
millones de mexicanos'', concluyó