Sadot Sánchez
Ratificación de la CPI, quizá en 2003
ANDREA BECERRIL
La ratificación de la Corte Penal Internacional (CPI) sigue pendiente y el tema no se incluirá en el próximo periodo de sesiones en el Senado, porque la fracción del PRI considera que antes se debe compatibilizar ese instrumento de derechos humanos con el marco jurídico mexicano.
El presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Sadot Sánchez Carreño, precisó que ya comenzaron una serie de consultas con expertos, porque no están de acuerdo con el proyecto de reforma constitucional que el gobierno de Vicente Fox hizo llegar a la Cámara de Senadores.
Dijo que en un estudio que la fracción le encargó realizar, encontró que hay incompatibilidad del Estatuto de Roma con 11 artículos constitucionales. "No estamos en contra de la Corte Penal Internacional, pero no podemos permitir que se viole la Constitución", aclaró.
Aseveró que aunque el canciller Jorge G. Castañeda tiene un "interés personal" en que se apruebe de manera acelerada la CPI no será así, porque "no podemos exponer a los mexicanos a una jurisdicción en la que no se les respetarán sus garantías individuales".
Por ello, detalló Sánchez Carreño, desde principios de año los senadores del PRI expresaron que se requiere una amplia reflexión sobre cuál es el alcance jurídico en las esferas del derecho internacional y del derecho mexicano para tomar una decisión en beneficio de la mayoría de los mexicanos.
Se encargó incluso a un grupo de senadores llevar a cabo estudios muy precisos, para ver cómo se puede compatibilizar la Constitución con el Estatuto de Roma, de tal forma que "no con la mira de darle un instrumento de protección a los derechos humanos a nivel general violemos garantías que están protegidas".
Sánchez Carreño precisó que muchos países ya lo han hecho. "Uno de los ejemplos que ponemos es Francia, donde se lograron salvar con una buena redacción los derechos establecidos en el sistema jurídico francés, aun aceptando el Estatuto de Roma".
El senador priísta resaltó que el texto de reforma constitucional que presentó el presidente Vicente Fox no salvaguarda los derechos individuales de los mexicanos. "Es inaceptable tal como viene, puesto que expresa un reconocimiento absoluto e indiscriminado que no lo tiene ni lo adoptó así la República de Francia."
El gobierno francés, agregó, fue más inteligente para salvar la contradicción entre el Estatuto de Roma y su Constitución.