Estaba prohibido por una ley de hace 60 años
Votan en Suiza a favor de la despenalización del aborto
AFP
Ginebra, 2 de junio. Casi las tres cuartas partes de los electores suizos votaron este domingo en favor de la despenalización del aborto, bajo ciertas condiciones, teóricamente prohibido por una ley de hace 60 años que se aplicaba en la mayoría de los cantones.
Según resultados definitivos difundidos por la agencia de prensa suiza ATS, 72.16 por ciento aprobó la iniciativa, que contaba con apoyo gubernamental.
De esta forma, Suiza pasa a engrosar la lista de países de Europa occidental -con excepción de Irlanda- que optaron por la legalización del aborto durante las 12 primeras semanas del embarazo. Berna añade algunas restricciones, ya que la mujer deberá justificar una situación personal de desamparo y presentar una petición por escrito.
"Suiza abandonó por fin una imagen de la mujer propia de la Edad Media y entró en una nueva era", declaró Christiane Brunner, presidenta del Partido Socialista.
Otro texto, propuesto el domingo a los votantes a iniciativa de círculos antiabortistas para endurecer la ley de 1942, fue rechazado por la totalidad de los 26 cantones y semicantones, y por 81.72 por ciento de los electores. Preveía una interrupción del embarazo sólo si la vida de la madre corría peligro "inminente, de naturaleza física, e imposible de descartar". En el caso de violación, la víctima sólo podría autorizar la adopción del niño.
La participación en las dos votaciones se elevó a 41.7 por ciento, en la media de los porcentajes registrados en este tipo de consulta popular (entre 40 y 50 por ciento).
Desde los años 70, la mayoría de los cantones suizos autorizaban la interrupción voluntaria del embarazo, interpretando la ley de 1942 que prohibía el aborto pero preveía una excepción en el supuesto de peligro para la vida de la madre, siempre que se presentaran dos diagnósticos médicos favorables.
Después de varios intentos frustrados, el actual proyecto estaba respaldado por el gobierno federal, en su afán por terminar con el desfase existente entre la ley y la práctica y con las desigualdades entre cantones.
Tres pequeños cantones católicos, que entre ellos suman 85 mil habitantes, situados en el este de Suiza, rechazaban la interrupción del embarazo, lo cual obligaba a sus habitantes a acudir a otros cantones para hacerlo.
Dos de ellos votaron el domingo por la despenalización: Nidwald (63.11 por ciento) y Obwald (56.35 por ciento). El tercero, Appenzel, votó en contra (60.13 por ciento de no), así como el sureño Valais (54.11 por ciento de no).
La Conferencia Episcopal suiza, que apoyaba la iniciativa antiabortista pero sin dar consignas de voto, expresó su "gran decepción". Por su parte, el Consejo de la Federación de las Iglesias protestantes estimó que ahora la ley era "realmente aplicable".
Dos partidos de la coalición gubernamental, el Partido Democristiano (PDC, centro derecha) y la Unión Democrática del Centro (UDC, derecha populista) habían recomendado el rechazo de los dos textos.
El PDC lamentó en un comunicado que el derecho a la autodeterminación de la mujer sea más importante que el de nacer.