Ver a los grupos rurales como actores de la solución

Se requiere cambiar de enfoque para la preservación forestal: Sarukhán

CAROLINA GOMEZ MENA

Puesto que en México 85 por ciento de la riqueza forestal se encuentra bajo el régimen de propiedad comunal, una forma de detener el deterioro ecológico es ya no considerar a los grupos rurales e indígenas como un obstáculo, sino como los actores fundamentales de la solución a los problemas de manejo y conservación del ambiente, consideró José Sarukhán Kermez, investigador de la UNAM, al referir que la aplicación de "políticas agrícolas profundamente equivocadas" ha sido la causa principal de la pérdida del capital natural del país y de la profundización de los "niveles de desigualdad social" en el campo.

Al participar en la mesa redonda Biodiversidad en México y sus desafíos, advirtió que de no gestarse el cambio de actitud mencionado en relación con los pueblos nativos "no le veo futuro a la conservación de los recursos naturales en México", y agregó que en el país ha sido una constante no prestar la debida atención a dos de los principales capitales con los que cuenta: el "natural y el humano".

En vísperas de celebrase el Día Mundial del Medio Ambiente, ayer el ex titular de la otrora Coordinación de Desarrollo Social y Humano de la Presidencia agregó que dado que "no hay manera de tener a las grandes reservas territoriales como propiedad federal" y de que "no se puede llegar con un extintor y desaparecer" a sus dueños originales, el único camino es trabajar en conjunto con los pueblos originarios, puesto que la mayor parte de los sistemas naturales están en sus manos.

En su opinión la "respuesta inteligente es trabajar juntos, y con las formas que ellos conocen y que nunca hemos podido hacer parte de las soluciones ambientales", en especial por "petulancia" e "ignorancia".

Sostuvo que las políticas agrícolas no han logrado "resolver el problema social, que se suponía resolverían", pues éste "sigue peor; la marginación rural es brutalmente grande, los niveles de desigualdad son enormes, en contraste con otros sectores del país".

El ex rector de la UNAM consideró que la falta de políticas efectivas y sus impactos en el medio han derivado en una cadena que finalmente ha afectado a amplios sectores sociales.

Y es que esta "tristísima situación de pérdida de nuestros recursos naturales, de incapacidad de resolver problemas sociales, y como resultado de esto último de una gran desigualdad social, también ha influido en el daño al capital humano, pues muchos no cuentan con las posibilidades, las capacidades para desarrollarse por medio de la educación, la salud, y de diversos servicios que les permitan incorporarse para tener un solo México".

En la reunión en la que también participaron Jorge Soberón Mainero, secretario ejecutivo de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad: José Campillo, titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), y Exequiel Ezcurra Alvarez, presidente del Instituto Nacional de Ecología (INE), Sarukhán Kermez expuso que México es considerado a escala mundial el segundo país con mayor cantidad de ecosistemas, después de China, por lo cual hizo un llamado a detener el proceso de deterioro, el cual, tan sólo en lo que se refiere a deforestación (una de las principales causas de pérdida de ecosistemas) abarca entre 600 y 700 mil hectáreas al año.

Por su parte Soberón Mainero resaltó que en el concierto internacional México ocupa el primer lugar en cuanto a número de reptiles y anfibios, el segundo en ratas y ratones, el cuarto en diversidad de plantas y el décimo en aves.

Sin embargo, todo esto poco a poco se va perdiendo, manifestó Sarukhán, quien lamentó que a consecuencia de la actividad humana las tasas de extinción en la región sean "mil veces mayores de lo que es la tasa de fondo de extinción natural", lo que quiere decir que "estamos llevando a tres órdenes de magnitud por arriba la velocidad de pérdida de especies".

Un ejemplo crítico del impacto que las actividades humanas han generado en lo ecológico es que "dos tercios de las pesquerías mundiales están agotadas" y que para este milenio se espera que la temperatura global sufra cambios en al menos cuatro grados centígrados", abundó Sarukhán, luego de opinar que si antes toda esta depredación se explicaba porque no había forma de medir el daño y por "ignorancia", ahora que sí se cuenta con las posibilidades de dimensionarlo, no evitarlo "sería una estupidez".