Refuta afirmaciones contra el ex gobernador
Sabines Gutiérrez
Señora directora: Me refiero a la nota del
enviado Hermann Bellinghausen, publicada el 8 de junio en la página
15.
El enviado escribió que Sebastián López
Mendoza dijo a Juan Balboa, en junio de 1981, que "lo que pasó fue
bueno, porque es la lucha, pero lo malo es que el gobernador mandó
matar a la gente".
Más adelante, el enviado cita que los sobrevivientes
de la masacre escribieron al presidente López Portillo: "nuestros
corazones han perdido toda la confianza en el gobernador (Juan Sabines
Gutiérrez)... Ahora nos imaginamos por qué actuó así,
tan perramente, porque necesariamente él tuvo que dar el
permiso".
De la lectura de lo transcrito se deduce que el villano
de esos lamentables sucesos en Wololchán fue ni más ni menos
que mi padre, Juan Sabines Gutiérrez, y queda claro que el enviado
sólo consideró los supuestos testimonios sin investigar más,
por lo que la autoría a cargo de mi padre queda demostrada.
La realidad fue otra. El jefe de la región militar
con sede en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, general Absalón Castellanos
Domínguez, fue el responsable de la matanza sin conocimiento y menos
autorización del gobernador.
Pocos días después, el gobernador habló
con el secretario de Gobernación, Enrique Olivares Santana, para
solicitarle fuera el conducto para informar al presidente López
Portillo que presentaría al Congreso local su solicitud de licencia
para separarse del cargo, ya que no se dieron las condiciones de respeto
a la soberanía de los poderes legalmente instituidos en el estado.
Después pasaron otro tipo de situaciones, que sería
prolijo mencionar.
Adicionalmente, y respecto de que "nuestros corazones
han perdido toda la confianza en el gobernador", considero es una apreciación
que contrasta con el hecho de que mi padre es el gobernador más
querido por la población chiapaneca en su conjunto, en toda su historia.
En aras de que se conozca la verdad, le agradeceré
la publicación de esta carta.
Atentamente
Carlos Manuel Sabines Venegas
Aclara información del Astillero de ayer
Señora directora: En relación con
los comentarios alusivos al consejero presidente del IFE, José Woldenberg,
publicados ayer en la columna Astillero de Julio Hernández López,
en la página 4, me permito hacer las siguientes consideraciones:
José Woldenberg no participa en la construcción
de ningún proyecto partidista y, por el contrario, en lo que se
refiere al tema electoral, dedica cien por ciento de sus esfuerzos a las
tareas que tiene encomendadas como consejero presidente del Consejo General
del Instituto Federal Electoral.
Cabe señalar, para conocimiento de sus lectores,
que los plazos para notificar al IFE la intención de crear un partido
o agrupación ?y por lo tanto la entrega de firmas y los demás
requisitos que marca el Código Federal de Instituciones y Procedimientos
Electorales? vencieron hace meses, el 31 de enero anterior.
Atentamente
Víctor Avilés, coordinador nacional de
Comunicación Social del IFE
Respuesta de Gershenson a carta de Raúl Ugalde
Señora directora: En la entrevista que se
me hizo sobre los grupos políticos de la izquierda, digamos, rebelde,
en los años sesenta, el tema central era la forma como se presentaba
entonces la guerra fría en México.
De lo mucho que podría decirse sobre esos grupos,
yo señalé un rasgo distintivo: no había en México
una verdadera insurrección armada, ni guerrillas, como las que hubo
en varios países de Centro y Sudamérica.
Se debatía sobre si la vía armada era un
paso necesario para revolucionar nuestras sociedades, pero, en lo fundamental,
no había expresiones reales de esa vía. Creo que lo dicho
en esta carta no contradice esa consideración.
Ya en la cuestión de fondo, para esa parte de la
izquierda este debate desapareció en la medida en que el propio
movimiento social iba mostrando su camino. El movimiento de 1968 fue el
primer caso y, aunque la represión que siguió a ese movimiento
dio pie a que surgieran otros grupos que buscaran una vía armada,
la situación ya no era la misma.
Los movimientos sindicales y otros movimientos sociales
fueron ocupando un lugar creciente en la vida del país. Los movimientos
del STERM y luego de la Tendencia Democrática del SUTERM en 1974-1976,
el desarrollo del sindicalismo universitario y de otros sindicatos, sobre
todo de entidades públicas, se fueron politizando, entre otras,
por dos razones importantes: el hecho de que el aparato de control sindical
fuera un pilar del sistema político, y que para los trabajadores
del sector público la defensa de la fuente de trabajo y de la empresa
nacionalizada o pública eran la misma cosa. Lo inmediato se unía
con la defensa de los bienes de la nación con lo político.
Estos movimientos, a su vez, abrieron el camino a la legalización
de la izquierda independiente y a su participación en las elecciones,
ya no con una candidatura no registrada, sino con pleno registro. Aunque
los actos represivos se hayan seguido dando, el contexto fue cambiando
de fondo, y por eso, para ese sector de la izquierda, la cuestión
de la vía armada dejó de ser el punto de debate, en muchos
casos desde 1968. La misma gente estaba señalando el camino, y lo
importante era cómo recorrerlo y con qué objetivos específicos.
Antonio Gershenson
Repudian violencia en Colombia
Señora directora: Los firmantes somos académicos
colombianos residentes en México que queremos expresar lo siguiente:
la prensa difundió el genocidio perpetrado por las denominadas Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el pasado 2 de mayo en la localidad
de Bojayá, en el Departamento colombiano de Chocó.
Allí murieron incineradas 119 personas, entre las
cuales había 45 niños, bajo los efectos explosivos de una
bomba arrojada en el templo católico donde se refugiaban.
Este hecho lamentable, que enluta al país y al
continente, se da en el contexto de la sorda confrontación armada
por el control de territorios para sus fines, que al margen del devenir
democrático del país, libran las denominadas Autodefensas
Unidas de Colombia (AUC) y las FARC, con consecuencias nefastas para la
vida y los derechos ciudadanos de los habitantes, la infraestructura y
la ecología de la región. Una vez más, este proceder
del grupo armado ratifica su carácter terrorista, violador sistemático
de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, al que
de la misma manera recurren, en Colombia, todos los grupos armados al margen
de la ley.
Ante un hecho como ese, lesionador flagrante de los sentimientos
más profundos de la nación, sólo comparable con los
actos ominosos que avergüenzan a la humanidad, expresamos nuestro
repudio y, a la vez, manifestamos nuestra solidaridad con esa comunidad,
una de las más deprimidas y marginadas del país.
Mario Bernal, Gustavo Vargas, Lucila Rodríguez,
Miguel Arnulfo Ángel, Carlos Arturo Ramírez, Fabiola Obando,
Luis Carreño, María Ángela Rodríguez, Luis
Alfonso Ortiz, Alejandra Valderrama
Molestia por restricción en señal del
futbol
Señora directora: Ante todo, reciban un
saludo y mi felicitación por contar con este medio, en el que quiero
expresar mi inconformidad por los horarios de transmisión de los
juegos del mundial de futbol Corea/Japón 2002.
No se vale que no sean transmitidos por televisión
abierta en sus horarios en vivo, en la madrugada. Yo, como mucha gente,
trabajo en las noches, y quisiera tener la oportunidad de ver los juegos
en mi horario "normal", pero debido a la televisión de paga no es
posible recibir la señal.
Si bien la televisión de paga es un negocio, todos
los ciudadanos mexicanos tenemos derecho a recibir una señal abierta,
sin que esto afecte los intereses de otros. No queremos repeticiones; esta
vez no sentí la emoción de poder disfrutar un mundial de
futbol, precisamente por no recibir la señal de transmisión,
y todo porque los señores de las televisoras de paga no lo permiten.
Eso no se vale ¡que se acabe ese tipo de negocio!
O bien, quien quiera tenerlo que lo tenga, pero a nosotros
¿por qué nos tratan de esa manera? Viven de nosotros por
ser consumidores de los productos que anuncian y no creo que una empresa
que se anuncia para vender quiera que sólo unos pocos los vean ¿o
sí, señores de Coca Cola (a quienes les envío una
copia de este correo), Pepsi, Sabritas, etc.?
Esta es sólo mi opinión, faltan los millones
de mexicanos que están pasando lo mismo.
Mario Miranda Trejo