David Osborne recomienda a senadores evitar errores
Consultor critica iniciativas para crear servicio civil de carrera
ANDREA BECERRIL
El consultor internacional David Osborne recomendó a los senadores mexicanos que elaboran una nueva ley del servicio profesional de carrera evitar los errores de otras naciones, pues las dos iniciativas en la materia, una del PAN y otra del PRI, no incluyen un aspecto toral, como los mecanismos de protección para impedir que se presione a los empleados gubernamentales a participar en campañas electorales.
Osborne, autor del libro La reducción de la burocracia: cinco estrategias para reinventar el gobierno, quien asesoró al ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore y a otros gobernantes del mundo, se reunió ayer con los integrantes de las tres comisiones que dictaminan las iniciativas para crear en México el servicio civil de carrera, a quienes formuló una serie de señalamientos críticos.
Indicó a Fidel Herrera y Gildardo Gómez, presidentes de las comisiones de Gobernación y de Estudios Legislativos, respectivamente, y a César Jáuregui, autor de una de las iniciativas analizadas, que es muy importante que en México se vaya a legislar en esa materia.
"Todas las democracias desarrolladas tienen ahora sistemas de servicio público", ya que "el problema de la contratación y el despido de empleados gubernamentales por razones políticas y de influencias ha llegado a ser un problema tan grave, que es imposible pasarlo por alto".
Esto, recalcó, "es más cierto hoy de lo que fue hace cien años, cuando naciones como Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña empezaron a crear sistemas de servicio público". En nuestros días, la calidad del funcionamiento del Estado es una ventaja o desventaja competitiva mundial, pues "si los gobiernos son burocráticos, corruptos y derrochadores, la economía se estancará y seguirá habiendo gente pobre".
Felicitó a los legisladores mexicanos, "por estar dando un paso importante", e insistió en que aprovechen que entran tarde en el proceso para crear una ley de servicio público, "para aprender de los errores de otros".
Invitado a México por la Editorial Paidós, Osborne hizo notar a los senadores que no se debe permitir que el nuevo sistema se vuelva demasiado burocrático, con demasiadas normas y reglamentos, como ha ocurrido en Estados Unidos, donde un servicio público tan burocrático es uno de los mayores impedimentos para la administración.
Les recomendó evitar la clasificación de puestos compleja, ser demasiado específicos en las reglas y acudir a los sistemas de escalas salariales. Hizo luego las observaciones a los dos proyectos de ley de servicio público. La del PAN -presentada por César Jaúregui-, dijo, establece que los empleados gubernamentales deberán permanecer por lo menos tres años en sus puestos, antes de concursar por otro. Ello, precisó, es muy rígido, pues siempre se presentan excepciones o situaciones de urgencia de alguien tan bueno que merezca una promoción antes de ese lapso.
Lo mejor es que no quede en la ley ese requisito, indicó, "pues en caso contrario le estarían poniendo una camisa de fuerza a los administradores". Criticó el artículo 20 de la iniciativa del PAN, de que los candidatos a ingresar al servicio público federal deben de tener menos de 25 años, toda vez que con esto se cerraría la posibilidad de que profesionistas con experiencia puedan comenzar de nuevo en la administración gubernamental.
Osborne sugirió a los senadores tener cuidado con centralizar demasiado la autoridad dentro del sistema del servicio público, estimular el desempeño de los trabajadores y reducir al mínimo los aumentos de salario para compensar la antigüedad.
Las dos iniciativas, agregó, "esperan demasiado de la capacitación", que es importante, pero no un fin en sí misma. "Mi recomendación es que al evaluar el conocimiento de un servidor público, se evite contar el número de cursos de adiestramiento que ha tomado y se busquen nuevas formas de evaluar lo que ha aprendido por sí mismo."
Osborne consideró que el organismo que tendrá a su cargo el servicio profesional de carrera debe ser nombrado por el Presidente de la República, no por el Congreso, como se propone tanto en la iniciativa del PAN como en la del PRI; debido a que el servicio público forma parte del Poder Ejecutivo.
El consultor destacó que ninguna de las dos iniciativas incluye mecanismos para impedir que se obligue a los servidores públicos a participar en las campañas electorales, dificultad que muchos gobiernos resuelven declarando ilegal que un empleado del gobierno trabaje o aporte dinero a actividades proselitistas, a menos que pida vacaciones o un permiso para ausentarse. "Esto los protege de las inevitables presiones del partido en el poder."