Se reúnen secretarios en Gobernación para establecer una estrategia común
Analizan cómo solucionar conflictos agrarios
Es necesario invertir muchos recursos pero el gobierno carece de ellos: Xóchitl Gálvez
ALONSO URRUTIA
Con el propósito de establecer una estrategia común para atender potenciales conflictos sociales derivados de disputas agrarias y limítrofes, el secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, encabezó una reunión con los titulares de diversas dependencias.
"Hay muchos conflictos que se provocaron en años pasados porque se repartió la misma tierra a dos comunidades y su solución es compleja", sostuvo la titular de la oficina de la Presidencia para asuntos indígenas, Xóchitl Gálvez.
Durante casi dos horas se reunieron en el Palacio de Covián el secretario de la Defensa Nacional, Clemente Vega; de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Víctor Lichtinger; de la Reforma Agraria, María Teresa Herrera Tello, y de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, además de representantes de otras dependencias, como la Procuraduría Agraria.
El propósito de la reunión -de acuerdo con la información obtenida- fue definir una estrategia interinstitucional para prevenir y dar respuesta a potenciales conflictos agrarios derivados de la tenencia de la tierra, bajo el entendido de que existe una "responsabilidad compartida" con los gobiernos estatales y municipales.
Al concluir el encuentro Xóchitl Gálvez aseveró que existen muchos problemas agrarios que involucran a comunidades indígenas y requieren una solución. Son los casos de Los Chimalapas, los huaves o los yaquis, donde ya se ha iniciado un trabajo para desactivar los conflictos, pero es necesario redoblar esfuerzos para resolverlos en definitiva.
-ƑHablaron de cómo evitar que esos focos rojos deriven en violencia?
-Informamos sobre las acciones que se realizan en cada uno de ellos, cómo hemos visto las cosas.
"Fue un intercambio informativo. Hay muchos conflictos que tienen 50 o cien años, con posiciones irreconciliables que requieren de una gran cantidad de recursos que el gobierno federal no tiene. Entre todos estamos buscando soluciones."
Comentó que recientemente visitó Los Chimalapas, donde "hace 20 años no se paraba un funcionario, y hay quien me dijo que mi vida corría peligro si entraba. Entré, platiqué con ellos. La gente quiere soluciones; estuve con los huaves, donde ustedes saben que hubo una matanza; con los yaquis, con el procurador agrario.
Gálvez dijo que el gobierno federal busca soluciones, pero está conciente de que "son problemas muy complejos, que se provocaron en el pasado porque se dio la misma tierra a dos comunidades distintas".
-ƑCuántos focos rojos tienen detectados?
-No, no hablamos necesariamente de eso, sino de las propuestas de solución que traemos para cada conflicto.
Comentó que se deberá buscar la manera de agilizar la resolución de los conflictos agrarios y por ahí ya se están redoblando esfuerzos porque estamos concientes de que es una prioridad nacional.
En la reunión se discutieron esquemas de trabajo interinstitucional que permitan afrontar los conflictos sociales en colaboración con los gobiernos de los estados, como las disputas por límites en Zacatecas y Durango.
Por otro lado, funcionarios de esas dos entidades se reunieron con el subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, Ramón Martín Huerta, para revisar los avances que se han dado en la conciliación de un problema de tenencia de la tierra entre una comunidad de indígenas tepehuanos, de Durango, y el ejido zacatecano Bernalejo de la Sierra, que disputan 5 mil hectáreas.
El secretario de Gobierno de Zacatecas, Arturo Nahle, dijo que tras la masacre de Oaxaca "se prendieron algunos focos de alerta en otros estados donde también existen viejos y complejos problemas agrarios".
Manifestó que recientemente las tierras en disputa dentro de territorio zacatecano fueron invadidas por tepehuanos, lo que generó tensión y motivó el reforzamiento de la vigilancia para evitar enfrentamientos.
Nahle explicó que las 5 mil 550 hectáreas de tierra que eran propiedad de los ejidatarios de Bernalejo de la Sierra fueron expropiadas en 1997 por el presidente Ernesto Zedillo para asignarlas a los tepehuanos, lo que motivó que se inconformaran los ejidatarios. Desde entonces la situación es difícil porque se apeló el decreto presidencial, dado que mientras para la comunidad tepehuana -que posee 400 mil hectáreas- esos terrenos no tienen gran importancia, a los ejidatarios se les quitó una cantidad considerable de tierra.
Comentó que el problema se atiende por la vía conciliatoria, por conducto de la Secretaría de Gobernación y el Tribunal Agrario, que debe resolver jurídicamente el problema.