Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 14 de junio de 2002
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Cultura

Autor de La intuición de leer, la intención de narrar

Escepticismo por el discurso hueco sobre la lectura: Rodolfo Castro

ARTURO JIMENEZ

Hay un discurso armado y hueco que habla de la lectura y de sus bondades, pero que ya nadie se lo cree, sostiene el actor, docente y cuentacuentos argentino Rodolfo Castro, autor del libro La intuición de leer, la intención de narrar.

En este breve texto editado por Paidós, Castro enlaza y aborda los temas del aprendizaje, la lectura y la narración. ''Tiendo un tanto a decir aquellas cosas que otros autores, quizá más preparados en el aspecto académico, no tocan", asegura en entrevista.

''En el libro he tratado de ser honesto y de decir que las maravillas de la lectura y la posibilidad de ser mejores o de ser libres por ser lectores, son opiniones cuestionables", afirma, y abunda:

''Trato de decir lo que creo sienten muchas personas: que cuando era niño la lectura me aburría, que era una obligación, que no encontraba nunca esa maravilla de la que todo el mundo habla y que veía gente que leía mucho, pero eran mezquinos y egoístas."

Es por eso que Castro trata de abordar esta problemática por el lado de rescatar ''otras" lecturas. ''La lectura no es sólo leer libros. Hay muchas otras lecturas: la danza, la música, el cine, el teatro, las experiencias cotidianas. Rescatando todas esas percepciones y estimulando las artes, podemos llegar a acercarnos a la lectura de un modo más placentero".

Ofrece una explicación sobre el título de su libro: ''La intuición de leer tiene que ver con la manera en que me fui acercando a la literatura y a la lectura de libros. Fue un camino muy intuitivo, por azar.

''La intención de narrar tiene que ver con el hecho de que todos somos lectores y, de ellos, algunos somos lectores de libros. Además, con que todos somos narradores. La narración es algo tan cotidiano que todos constantemente estamos queriendo contarnos a nosotros mismos y contarle a los demás lo que nos pasa, lo que vimos y vivimos."

Sin embargo, entre esos ''narradores" destaca al narrador oral, por su trabajo más depurado de la historia y su gestualidad, entre otros aspectos. ''La intención del narrador oral va más allá, es extracotidiana".

Escribir en voz alta

La intuición de leer, la intención de narrar, comenta Rodolfo Castro, es una reflexión y un intento de conversación con el lector. ''Digamos que, como trabajo con la voz, traté de escribirlo en voz alta, pues siento que la mayoría de los libros están escritos en silencio".

Además, agrega, el texto pretende ser un libro de fácil lectura y antiacadémico. ''Decidí hablar de algo que no he encontrado en otros autores y que es la parte emotiva y sensitiva de la literatura".

-Hay quienes oponen la narración oral a la narración escrita. Incluso algunos consideran a la primera como algo antiguo y que tiende a desaparecer. ƑCuál es tu caso?

-El narrador oral urbano, sobre todo, obtiene sus historias de los libros y está sometido a la escritura. No es que venga de una tradición oral, como pasa en el campo o en los pueblos. Yo soy un narrador de ciudad y mis historias están en los libros.

-ƑCuál es para ti la importancia de la ficción y de la fantasía en una realidad que se caracteriza por estar cada vez más remarcada en sí misma?

-Considero que la realidad y la fantasía son dos caras de una misma moneda. Lo que pasa es que se desprecia a una u otra de ellas.

''Hay muchas cosas en la realidad que superan lo fantástico y viceversa. Los dos aspectos tienen que vivir y sobrevivir. Estimulando la fantasía y la imaginación se percibe con mayor transparencia la realidad.''

Acerca del perfil del público de su libro, Castro comenta que ''podría decirle algo" a los maestros, actores, narradores y a toda persona relacionada con la educación, pero sobre todo a los estudiantes de preparatoria, planteles a los que constantemente acude para contar cuentos.

La intuición de leer, la intención de narrar se presentó el pasado martes de manera informal por amigos de Rodolfo Castro, con acompañamiento de música sudamericana. Asimismo, el autor contó algunos cuentos, entre ellos uno del gran cronopio Julio Cortázar.

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