Narco y secuestro, parte de la cultura de muerte, considera

Pobreza, principal desafío para la Iglesia en Veracruz: Obeso Rivera

GUADALUPE LOPEZ ESPINOSA CORRESPONSAL

Jalapa, Ver., 16 de junio. El narcotráfico y la presencia de grupos de secuestradores en la entidad; el empobrecimiento creciente, los fenómenos migratorio y de los niños de la calle, así como la desintegración familiar en el estado, se analizaron durante el tercer Sínodo Diocesano que se llevó a cabo en esta capital, y concluyó este domingo, dio a conocer el arzobispo de Jalapa, Sergio Obeso Rivera.

En conferencia de prensa, el prelado sostuvo que el encuentro fue a su ver "un examen de cómo andamos actualmente, para llevar el mensaje evangelizador a la sociedad".

Obeso Rivera destacó que de acuerdo con lo expuesto en el Sínodo, en la parte central de Veracruz "se ve una Iglesia (católica) numéricamente mucho menor que en otros tiempos, pero cualitativamente más preparada, participativa y entre sus integrantes, una convicción mayor de la fe".

Señaló igualmente que en el acto se analizó la presencia en Veracruz y en Jalapa del narcotráfico y de grupos de secuestradores. Obeso Rivera apuntó que la Iglesia católica considera a estos fenómenos parte de "una cultura de la muerte".

El arzobispo sostuvo que el catolicismo enfrenta en Veracruz "muchos retos" que no existían hace diez años, cuando se celebró el segundo Sínodo Diocesano. Expuso que el desafío principal para la grey que encabeza "es el empobrecimiento en el estado, que se expresa en la falta de trabajo o en el empleo no suficientemente remunerado, lo cual da lugar a la migración, que es un fenómenos preocupante que incide en la desintegración familiar".

Añadió que además inquieta a su Iglesia la "presencia incisiva de muchos grupos religiosos no católicos" en la entidad, algunas con orientación o inspiración oriental, surgidos "en los pueblos que rodean a la Jalapa tradicional, lo que da lugar a que muchos católicos abandonen su fe".

Si bien sostuvo que esta situación "es un problema", descartó que se le vaya a combatir con antagonismos o actitudes beligerantes, y por el contrario se pretende "mantener la fe católica por medio del fortalecimiento de la evangelización y el trabajo misionero".

Asimismo, informó que en el Sínodo se determinó que "la familia está muy erosionada, hay desintegración y gran número de madres solteras y gran cantidad de niños que viven y trabajan en la calle, y que no debieran estar ahí sino estudiando y en sus hogares".

El arzobispo acotó: "Todas esas son las tendencias y realidades en base a las cuales la Iglesia católica seguirá dando su mensaje evangelizador".