Una saludable dosis de inversión privada fortalecería ese mercado, aseguró
Abrir el sector energético a la IP, pidió el secretario de Comercio de EU a México
Las empresas estadunidenses "están dispuestas a correr riesgos y prestar ayuda", señaló
VICTOR CARDOSO Y HUMBERTO ORTIZ MORENO
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Donald Evans, aseguró al gobierno y hombres de negocios mexicanos que las empresas de su país "están dispuestas a correr riesgos y prestar ayuda a México" en la expansión del sector energético, y advirtió que el desarrollo económico de este país está supeditado a su capacidad de asegurar un abasto de energía estable y costeable, toda vez que requiere de unos 60 mil millones de dólares para realizar sus proyectos de expansión.
Asimismo, pidió la oportunidad para que los inversionistas privados nacionales y extranjeros puedan participar en el sector energético mexicano, lo que "traería enormes beneficios si se realiza en forma que no afecte la soberanía, de acuerdo con las leyes mexicanas y sin afectar la regulación eficaz".
Al cabo de una reunión matutina, ayer, con el secretario de Energía, Ernesto Martens, en el marco de su visita al país, a la cabeza de una delegación de 14 empresarios que buscan invertir aquí, Evans enfatizó que el progreso económico de México dependerá de su capacidad para hacer frente a la demanda de electricidad, y subrayó que hay un poderoso nexo entre el desarrollo mexicano y su capacidad de asegurar un abasto de energía estable y costeable.
Expuso que las empresas privadas, grandes y pequeñas, "incluidas las que se encuentran en la delegación que me acompaña a México", tienen gran experiencia en la industria energética.
Y es que, garantizó Evans, las compañías de su país tienen acceso a capital y tecnología y pueden contribuir en gran medida al desarrollo energético mexicano, "si se les da oportunidad.
"Una saludable dosis de inversión privada", insistió, "fortalecería el mercado energético de México y beneficiaría tanto a la economía nacional como a la estadunidense, así como "al futuro colectivo".
Por otra parte, durante una comida organizada por la American Chamber of Mexico, Evans minimizó los conflictos comerciales entre ambos países al argumentar que las barreras impuestas por su gobierno no contravienen los acuerdos de la OMC.
Sin embargo, por la mañana, al cabo de un encuentro con Evans, el secretario de Economía, Luis Ernesto Derbez, puntualizó que si en tres meses no hay arreglo a las disputas bilaterales con Estados Unidos en materia de cemento y atún, México solicitará a la Organización Mundial de Comercio (OMC) abrir un panel de resolución de controversias en ambos casos.
De hecho, aseguró haber acordado con su homólogo estadunidense plazos perentorios para solucionar los conflictos comerciales con la vecina potencia del norte, y externó que hay disposición de las autoridades estadunidenses para coadyuvar en acuerdos satisfactorios.
A su vez, Evans aseguró que las barreras comerciales que ha impuesto Estados Unidos como gravámenes a importaciones de acero, subsidios a productos agrícolas o el cierre unilateral de su frontera a los camiones de carga mexicanos no son contrarias al libre comercio promulgado por ese país ni están en contra de los acuerdos de la OMC.
Incluso, para el funcionario estadunidense los diferendos comerciales con México en telecomunicaciones, jarabe de maíz de alta fructosa y azúcar, autotransporte, atún o cemento, son "naturales" en una relación tan intensa, que representa un intercambio de mercancías con valor de 230 mil millones de dólares anuales.
"Eso es más de 7 mil dólares por segundo. Como diría mi hijo, qué padre, Ƒno?", dijo el funcionario del gabinete de George W. Bush.
En una comida que le organizó la American Chamber of Mexico (Amcham), y a la que asistió como invitado Luis Ernesto Derbez, Evans hizo una exaltación de las bondades del libre comercio. Tras de mencionar el liderazgo mundial que el presidente Bush pretende adoptar para impulsar el libre comercio "porque los mercados libres y la libre empresa son las claves para abrir los potenciales sociales, políticos y económicos en todo el mundo", Evans puntualizó que "en un ambiente de libre empresa, un espíritu de competencia va a tomar fuerza, llevando a mayor inovación, lo cual lleva a mayor productividad, mayor crecimiento económico y a una mejor calidad de vida, lo que finalmente lleva a un mundo que vive en paz y prosperidad".
De inmediato remató: "Esto no es un milagro, es el evangelio de los mercados abiertos".