CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
En el nombre de Moro
HACE UN año, por estas fechas, en la basílica
de Guadalupe un grupo de políticos católicos ?o caóticos,
como usted quiera? se reunió para dejar en claro su postura como
políticos religiosos al principio de un sexenio que desde el partido
triunfador en las últimas elecciones se alió a la Democracia
Cristiana, de tan malos recuerdos, principalmente en América Latina.
Baste recordar a Eduardo Frei, en Chile, y a José Napoleón
Duarte, en El Salvador.
AQUELLA VEZ apenas una treintena de políticos de
¿nivel? decidió mostrarse en un acto de absoluta soberbia
?no necesitaban anunciarse y publicitarse para profesar su fe? con el fin
de hacer patente, con toda seguridad, ¿el cambio?
CARLOS ABASCAL y Humberto Roque son dos de los profesionales
de la política más sobresalientes que asistieron. Ahora se
espera el arribo de unos 300.
LUIS HERNANDEZ Navarro, en su espacio de hace dos semanas,
hizo notar el avance continuo de la derecha en el país y dio ejemplos
de cómo esto se ha convertido en constante del gobierno hacia la
vida política nacional.
AHORA SE nos anuncia que otra vez, en la misma basílica
de Guadalupe, volverán a hacer su numerito los seguidores de Tomás
Moro, aquel que fuera favorito de Enrique VIII y que le sirvió de
todas las formas hasta que el rey decidió divorciarse de Catalina
de Aragón. Moro entonces puso por encima de la ley del rey la del
Papa y aseguró que el Parlamento no tenía derecho a usurpar
la autoridad papal a favor del rey.
ENRIQUE VIII le mandó cortar la cabeza y la Iglesia
católica lo hizo santo. No es cuestión de simplificaciones,
pero así de simple lo cuenta la historia cuando revela que Moro
servía al Papa y engañaba al rey.
AHORA LA figura del político Tomás Moro
ha sido utilizada por los políticos mexicanos, principalmente los
panistas y los hombres en el gobierno, para tratar de vender a la población
ese humanismo tan cacareado que no pasa de la entrada a la Iglesia.
Y HAY más implicaciones, la más importante
es eso que se llama la Internacional Demócrata Cristiana, cuyo líder
principal (para que no exista duda de qué tan a la derecha están
y qué tan humanistas son) es ni más ni menos que José
María Aznar, el jefe del gobierno español.
POR ESO en la reunión de la DC de finales del año
pasado en México, estos señores, que se juntaron con Aznar
y que hoy estarán en la basílica, antes que discutir el humanismo
como su principal bandera establecieron como punto fundamental de su discusión
el combate al terrorismo, tal como lo ordena George Bush.
SERA MUY interesante mirar de cerca quiénes irán
a la basílica en busca de las cámaras y los micrófonos
para que el pueblo de México entienda de una vez por todas su altísima
misión, su humanismo que mira de frente a las elecciones de 2003.
Por lo pronto el procurador Bátiz ya confirmó su asistencia.
SEGURAMENTE DESPUES de rezar y escuchar las palabras del
cardenal Norberto Rivera estos hijos del Señor estarán dispuestos
a seguir fieles el camino que les marca Washington o cuando menos Madrid.
¡México cambió!