Jung-Hwan anotó gol de oro y eliminó a Italia
Corea avanza por primera vez a cuartos
Vieri marcó el tanto mil 900, pero al final falló el de la clasificación
DPA Y AFP
Daejeon, Corea del Sur 18 de junio. Corea del Sur se convirtió en un país en éxtasis colectivo al batir a una mezquina Italia por 2-1, con gol de oro de Ahn Jung-Hwan, quien pasó de villano a héroe y llevó a su equipo a cuartos de final de un Mundial por primera vez.
El tricampeón Italia volvió así a tropezar con Corea. Hace 36 años, en la Copa del Mundo de Inglaterra, lo hizo con la Corea del Norte. Pak Do Ik puso aquella vez el gol para un 1-0 que quedó como una de las mayores sorpresas de la historia.
El recuerdo de Pak -que no pudo ver el partido en la hermética y aislada Corea del Norte--sobrevoló hoy Daejeon. Primero con la frase -formada por pancartas blancas sobre el mar de camisetas rojas--"1966 again". Luego, con el gol de Pak en blanco y negro en pantallas gigantes.
Las promesas "šPorta dell'Inferno!" y "šFossa dei Giganti!" en las banderas locales se hicieron realidad, aunque demoraron más de dos horas en concretarse.
Apenas comenzó el partido, Panucci tomó en el área la camiseta de Seol, y el ecuatoriano Byron Moreno no dudó en marcar penal en el minuto tres. Ahn, el héroe del empate ante Estados Unidos, se apuró a patear con una pierna que pareció de cemento y la pelota llegó cómoda a Buffon, que se arrojó a su derecha para despejar.
Vieri, que ya había dado señales de su hambre de red desde el minuto inicial, logró a los 18 minutos el gol menos gritado, entrando como un tren hacia el arco tras un córner, con lo que marcó el gol mil 900 en la historia de las copas y su cuarto en el torneo. Vieri llegó a 9 tantos y se unió a Paolo Rossi y a Roberto Baggio como los máximos artilleros italianos en mundiales.
El segundo tiempo vio regresar a los surcoreanos convencidos de que debían empatar, y el partido se inclinó definitivamente a un desesperado ataque local en la media hora final.
Italia ya comenzaba a festejar cuando un doble error de Mark Iuliano y Panucci en la defensa, tras un córner, derivó en el gol de Seol Ky Hyeon. Fue el delirio. El Taeha Munguk (gran país coreano) atronó en los oídos de los italianos, que se preguntaban cómo podía pasarles eso a ellos.
Vieri falló luego en el área chica un gol más difícil de errar que de convertir y perdió la calificación de su escuadra y la oportunidad de superar a Rossi y Baggio.
Pero llegó el tiempo extra y a los 113 minutos Italia se quedó con diez jugadores tras la segunda amarilla de Moreno para Totti, quien simuló un penal.
Hubo posibilidades para ambos equipos en los minutos siguientes, antes de que llegara la explosión local, al 116.
Tras un centro bombeado de Lee Young Pyo, Ahn cabeceó de espaldas a la red ganándole el salto a Paolo Maldini. Ahn cayó boca abajo en el césped, convulsionado por la emoción, mientras sus compañeros corrían hacia él y una nación entraba en las horas más extasiantes de su historia.