Destinó el gobierno 30% de ingresos a pago de nómina

En 2001, subejercicio superior al doble de recortes al gasto

$34 mil 678 millones, sin aplicar, según la Cuenta Pública

CIRO PEREZ SILVA Y ROBERTO GARDUÑO

La Cuenta Pública de 2001 reveló la existencia de un subejercicio de 34 mil 678 millones de pesos, cifra que representó más del doble de los recortes aplicados por el Poder Ejecutivo federal el año pasado. Además, de cada peso que recibe el gobierno, 30 centavos los destina al pago de su nómina.

Así, mientras el gasto corriente del sector público, excluidas pensiones, ascendió a 827 mil 810 millones de pesos, y el del servicio de la deuda a 188 mil 210 millones de pesos (considerado el IPAB), cifras que representaron 74 por ciento del gasto neto total, la inversión física directa y los recursos destinados a las entidades federativas y municipios equivalieron tan sólo a 24 por ciento.

Los servicios personales en el sector público continuaron representando el componente del gasto más importante al ascender a poco más de 410 mil millones de pesos, es decir, una tercera parte del presupuesto se ocupa para pagar salarios.

Las primeras revisiones del informe sobre la Cuenta Pública de 2001, entregado hace algunos días por el Ejecutivo federal a la Cámara de Diputados, dejan ver además la existencia de un importante subejercicio del gasto público, que representó más del doble de los recortes anunciados por el gobierno el año pasado.

De esta manera, durante el año anterior el gasto neto del sector público fue de un billón 327 mil 188 millones de pesos, cifra 2.5 por ciento inferior a lo aprobado por la Cámara de Diputados en el Decreto de Presupuesto para 2001.

La reducción de gasto público tiene su origen en las menores erogaciones en la inversión física directa del sector, la cual mostró una dramática contracción de 26 mil millones de pesos, y por la baja en erogaciones que el gobierno federal realizó por concepto del servicio de la deuda, que a su vez se explican por la disminución de las tasas de interés durante el año pasado, lo que representó un ahorro en este apartado del orden de 19 mil 697 millones de pesos.

Lo anterior cobra relevancia en virtud de que el gobierno federal no requería de los ajustes al gasto público por 16 mil 220.3 millones de pesos, que aplicó a lo largo del año pasado y afectaron sensiblemente proyectos de inversión en Comunicaciones y Transportes, Medio Ambiente, Comisión Federal de Electricidad, Petróleos Mexicanos, Instituto Mexicano del Seguro Social y Agricultura, ya que estas dependencias absorbieron casi 45 por ciento de los recortes presupuestarios.

De acuerdo con el documento, tan sólo el ahorro por servicio de la deuda fue superior a los recortes de gasto, por lo que no se justificaba disminuir la inversión social y productiva. Además, la contracción observada en la inversión física del gobierno federal resulta esencial en momentos de nulo crecimiento económico para reactivar la economía y con ello el empleo.

Contrariamente a lo que han señalado las autoridades hacendarias, los subsidios y las transferencias del gobierno federal representaron tan sólo 6.5 por ciento del gasto neto total del sector público. Las aportaciones gubernamentales para la nómina de pensiones ascendieron 109 mil 403 millones de pesos, con lo que se confirma la virtual quiebra del sistema pensionario oficial, haciendo patente la imperiosa necesidad de modificar el régimen respectivo en el ISSSTE y en los subsistemas estatales.

En este sentido, mientras el gasto neto total del sector público representó 22.2 por ciento del producto interno bruto, el gasto social representó tan sólo 9.6 por ciento del mismo indicador, lo que en otras palabras significa que sólo 40 por ciento del gasto público se destina al rubro social, en oposición a las afirmaciones oficiales que señalan que el índice es superior a 60 por ciento.