Militares opositores en retiro intentan llegar
a Miraflores pero los chavistas lo impiden
El presidente venezolano advierte sobre un nuevo golpe
de Estado; recibe apoyo del ejército
Se reúne el vicepresidente con ONG para evaluar
el proceso de diálogo en el país
AFP, DPA, PL Y REUTERS
Caracas, 20 de junio. El presidente de Venezuela,
Hugo Chávez, quien recibió hoy el respaldo del ejército,
advirtió sobre la posibilidad de una nueva intentona golpista como
la ocurrida en abril pasado, y aseguró que millones de venezolanos
están dispuestos a defender la revolución bolivariana, en
momentos en que unas cinco mil personas se sumaron a una protesta convocada
por unos cuantos militares en retiro que exigían la renuncia del
gobernante, sin que huiera incidentes.
En medio de insistentes rumores de que era inminente un
golpe de Estado, el comandante general del ejército, Julio García,
aseveró que esa arma está apegada a la Constitución
y que tiene una profunda vocación democrática.
En entrevista con medios de prensa locales, negó
afirmaciones de los partidos de oposición sobre la supuesta inminencia
de un golpe de Estado. Criticó la difusión por parte de la
oposición de videos donde aparecen supuestos militares con los rostros
cubiertos y pronunciándose contra el gobierno, y estimó que
hay un esfuerzo de ciertos sectores por seguir alimentando los rumores
golpistas, pero subrayó que el ejército está muy consciente
de su compromiso con el sistema democrático.
Chávez formuló su denuncia durante un recorrido
por zonas populosas del sur de Caracas, mientras que en el centro de la
ciudad un grupo de militares en retiro encabezó una marcha de opositores
en dirección al presidencial Palacio de Miraflores para insistir
en su demanda de que el mandatario renuncie y respete a la jerarquía
castrense.
Otro "zarpazo"
"No
pierdan de vista la situación nacional porque en cualquier momento
pueden tratar de lanzarnos otro zarpazo como el del 11 de abril", dijo
Chávez ante cientos de seguidores en los empobrecidos barrios de
Las Malvinas y El Valle. "Los llamo a ponernos de pie, unidos para impedir
que vayan a enterrar nuestra vida, nuestra esperanza, nuestra revolución",
expresó.
Muchos de los chavistas lucían boinas rojas y lanzaban
consignas de "Chávez, Cristo te ama" o "El pueblo unido jamás
será vencido", mientras el gobernante aseguró que de los
23 millones de venezolanos, unos "18 millones estamos dispuestos a lo que
sea para defender nuestra revolución, nuestra vida".
Tras afirmar que los militares venezolanos están
dipuestos a dar todo por su pueblo, dijo que "les advierto a los enemigos
de la patria, a los contrarrevolucionarios que pudieran estar pensando
que a Chávez lo van a tumbar, lo van a enjuiciar, lo van a sacar
del gobierno, que no lo van a poder hacer, y que lo único que conseguirán
serán millones de venezolanos en pie, dispuestos a defender la democracia
bolivariana".
El mandatario recordó que tras el golpe ha promovido
el diálogo y las rectificaciones, reconociendo errores, pero que
"algunos sectores no quieren oír" y pretenden seguir desestabilizando
al gobierno. Afirmó que "más magnánimo no ha podido
ser", pues incluso "hemos convocado al mundo para que venga a Venezuela".
En medio de nuevos rumores golpistas, un grupo de militares
en retiro y vestidos de civil, aunque mostrando sus uniformes colgados
en ganchos, encabezaron una marcha pacífica de unos 5 mil opositores
de sectores medios y pudientes con la intención de llegar al Palacio
de Miraflores, pero no pudieron lograrlo porque otros miles de los seguidores
de Chávez se apostaron en la zona para impedirlo.
La Policía Metropolitana estableció al menos
11 cordones de seguridad para evitar choques entre los opositores y simpatizantes
al gobierno bolivariano. Otros equipos antimotines colocaron barricadas
a lo largo de la marcha, mientras los opositores gritaban "se va, se va,
se va", "este gobierno se va a acabar" y "ni un paso atrás", frente
a los chavistas que respondían: "no pasarán, no pasarán".
La marcha opositora terminó pacíficamente
a dos cuadras de la presidencia, en lo que constituyó el mayor acercamiento
a Miraflores de los opositores desde la marcha previa a la asonada del
11 de abril. Esta vez sólo ocurrió un incidente menor al
desatarse una trifulca con un supuesto espía oficialista en la marcha.
El coronel retirado Hidalgo Valero, quien convocó
a la marcha opositora cívico-militar, fue detenido por agentes de
seguridad cuando junto con un grupo de partidarios suyos pretendía
llevar a cabo un acto de provocación frente al aeropuerto militar
Generalísimo Francisco Miranda y bloquear el tráfico en el
este caraqueño, según trascendió.
Valero se dirigió a la instalación militar
al término de la marcha, al parecer en reacción ante la molestia
de los opositores por no haber llegado al Palacio de Miraflores como era
el plan. El vocero del grupo Defensores del Pueblo, Octavio Tovar, sostuvo
que la movilización hacia el aeropuerto pretendía llamar
la atención del presidente ya que, dijo, "no nos permitieron lograr
nuestro objetivo", en alusión supuestamente a entregar la carta
en que exigían la dimisión del jefe de Estado.
El ministro del Interior, Diosdado Cabello, al confirmar
el arresto de Valero lo atribuyó al uso de uniforme militar sin
autorización. Explicó que el ex militar de la Guardia Nacional
será entregado a la justicia militar para ser procesado por haber
vestido uniforme militar en una rueda de prensa el miércoles sin
estar autorizado, lo que es penado por las leyes y reglamentos del ramo.
Por lo demás, el ex militar había exhortado
a sus compañeros a participar en la marcha con el uniforme, lo que
se opusieron los opositores civiles convocados por temor a ser sancionados.
Valero se abstuvo entonces se usar esta vez el uniforme. En realidad, sólo
desfiló un reducido grupos de ex militares con los civiles.
Sobre el perfil de Valero, las agencias destacaron que
el ex coronel es un anticomunista. "No podemos permitir el comunismo en
el país. Para siempre Venezuela será democrática,
libre e independiente, y jamás permitiremos que exista el comunismo",
según se describió el propio militar retirado al justificar
su oposición al gobierno de Chávez.
Convocan a movilización de apoyo
Los partidarios de Chávez convocaron en respuesta
a una concentración para el 29 de junio en la céntrica avenida
Bolívar de la capital, mientras el gobierno instaló desde
la semana pasada misiles antiaéreos en una zona cercana al palacio
presidencial como una medida de seguridad.
Los opositores, que apoyaron la intentona golpista de
abril, continuaron este día con sus intentos por hacer caer al presidente
mediante la promoción de un juicio con la presentación ante
la Fiscalía de 19 presuntas pruebas agregadas a una denuncia sobre
desvío de 2 mil 300 millones de dólares de un fondo de ahorro
público.
La presentación del recurso estuvo a cargo del
diputado opositor de Causa Radical, Elías Matta, quien afirmó
que con tales pruebas el fiscal "tiene todos los elementos" para promover
un antejuicio contra el presidente Chávez. Llamó a no darle
más prórrogas al asunto.
Así, el fiscal general, Isaías Rodríguez,
recibió un plazo de 48 horas para decidir si renuncia a admitir
las denuncias en contra del mandatario, en vista de un reclamo por supuesta
parcialidad. El Tribunal Supremo de Justicia pidió la postura del
fiscal, antes de tomar una decisión de su eventual separación
del proceso.
Un reporte posterior indicó que la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia aprobó este día por unanimidad
una sentencia que habilita a cualquier ciudadano a solicitar antejuicio
de mérito contra el presidente de la República, al tiempo
que le quita la exclusividad de esa acción al fiscal general.
La sentencia habilita al abogado opositor Tulio Alvarez
para que intente directamente la querella contra el mandatario por el caso
del banco español BBVA, que admitió esta semana haber contribuido
con 1.5 millón de dólares para la campaña electoral
del Chávez en 1998 y en 1999 para el proceso constituyente.
Notificación a golpistas
En contraposición, la Fiscalía General de
la República notificó a cuatro de los generales de la fuerza
armada nacional que fueron imputados con el delito de rebelión militar
por su presunto involucramiento en los sucesos del 11 al 14 de abril.
Los oficiales afectados por la decisión del Ministerio
Público son el general de brigada Marcos Ferreira, el general de
división Rommel Fuenmayor, el general de división Rafael
Damiani Bustillos y el general de brigada Néstor González
González, quienes comparecieron este día ante esa instancia.
El vicepresidente de la República, José
Vicente Rangel, se reunió en horas recientes con el director ejecutivo
para América Latina de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco,
con quien pasó revista a los principales temas en materia de derechos
humanos, sobre la salud de la democracia y el proceso de diálogo
en el país.
En otro ámbito, los industriales venezolanos acordaron
declarar la "emergencia" del sector ante una situación que calificaron
como "desesperada" por la recesión económica y el progresivo
cierre de empresas que se ha estado dando. Aunque la dirigencia de Conindustria
señaló que si bien hay inquietud por no poder recuperar los
empleos, no se dejará morir a la industria.
Este día el dolar cerró en mil 308.25 bolívares
la compra y mil 309.50 la venta, lo que representa un incremento de 57.75
bolívares por dolar respecto del cierre del miércoles. Sin
embargo, el bolívar ha retrocedido 65 por ciento en seis meses para
corregir la sobrevaluación de la moneda, que se mantuvo durante
varios meses bajo el esquema de bandas.