Marcha de 4 mil 500 personas pide que renuncie el alcalde Hernández

Guanajuatenses de Romita repudian la represión de policías a campesinos inconformes con el edil panista

MARTIN DIEGO CORRESPONSAL

Romita, Gto., 23 de junio. Alrededor de 4 mil 500 personas marcharon en repudio a las acciones de las policías local y estatal, las que el martes anterior reprimieron a campesinos que exigían la renuncia del alcalde Elías Hernández Ontiveros por permitir que el ayuntamiento de León explotara dos pozos ubicados en Romita; la intervención policiaca dejó como saldo 200 detenidos y 30 heridos. Además, los manifestantes aseguraron que una anciana falleció asfixiada por el gas lacrimógeno que arrojaron las Fuerzas de Seguridad Pública Estatal (FSPE) el pasado día 18.

Por otra parte, el presidente municipal panista Hernández Ontiveros acusó a la Liga de Unidad Socialista y al Frente Zapatista de Liberación Nacional de ser autores de "la violencia que se vio en el pueblo" el pasado martes. En entrevista, responsabilizó a "las fuerzas de choque de los comunistas de la Liga de Uniones (sic) Socialistas y al Frente Zapatista de la violencia que se desató en Romita".

Este fin de semana circularon en el primer cuadro de León panfletos sobre Heriberto Calderón Amador, presidente del Consejo Ecológico del Acuífero Silao-Romita, a quien se le atribuyó propiciar los actos de violencia.

En los escritos, se indicó que Calderón Amador "no es originario de Romita, es un foráneo que le gusta alborotar, admira propósitos guerrilleros, está trayendo a Romita a gente extraña, delincuentes, y a los zapatistas, macheteros de San Mateo Atenco, es comunista y antirreligioso".

Pese a las coincidencias en las declaraciones del edil con el volante, Hernández Ontiveros se deslindó de la distribución del documento.

Por otra parte, la noche del sábado, 4 mil 500 personas marcharon frente a la presidencia municipal para exigir al alcalde que solicite licencia, de tal forma que coadyuve a esclarecer los hechos violentos del martes anterior. Cargados con un féretro y coronas luctuosas, afirmaron que Adela Guerrero, de 60 años, murió por asfixia cuando comía en una lonchería en cuyo interior los elementos de las FSPE arrojaron dos granadas de gas lacrimógeno y cerraron la cortina para evitar que salieran presuntos manifestantes.

Mientras, el alcalde de León, Luis Ernesto Ayala Torres, se reunió con ediles panistas en la entidad y miembros del Consejo Coordinador Empresarial de Guanajuato para solicitar su respaldo a las acciones del gobierno estatal y para que siga la extracción de agua de los mantos acuíferos de Romita para León, ciudad que "no la tiene".