Los promotores del mecanismo rechazan dialogar para replantearlo: ponentes

Cónclave en Guatemala contra imposición del PPP

ELIO HENRIQUEZ ENVIADO

Quetzaltenango, Guatemala, 26 de junio. Participantes en la segunda semana por la biodiversidad biológica y cultural, que hoy se inició en esta ciudad con la asistencia de más de 500 representantes de 15 países, llamaron a los pueblos de la región a fortalecer la lucha para impedir la "imposición" del Plan Puebla-Panamá (PPP), ya que gobiernos locales y organismos financieros internacionales "están preocupados porque se dieron cuenta que no lo podrán poner en marcha sin modificaciones".

Los representantes de cientos de organizaciones civiles hicieron un llamado a los presidentes de los países centroamericanos y al de México, los cuales tienen programada para este jueves la realización de una cumbre en Mérida, Yucatán: "Paren ese proyecto, pues el PPP no va a funcionar y traerá nefastas consecuencias para la región, que está saliendo de un proceso de guerra, y esa posición de que si no estás con nosotros estás contra nosotros puede volver a polarizar la sociedad y volver al enfrentamiento que no queremos".

Otro mensaje que desde estas tierras con mayoría indígena se envía a la cumbre de Mérida es que "no es por la vía de los foros donde los gobiernos se encierran a planear y a decidir la vida de millones de indígenas y campesinos como se logrará el verdadero desarrollo, sino escuchando la postura de los pueblos nativos".

Esta segunda semana por la diversidad biológica y cultural fue inaugurada anoche con la asistencia de representantes de México (su delegación es la más numerosa, con 180 personas), Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Belice, Estados Unidos, Uruguay, España, Italia, Alemania, Canadá y Suecia, entro otros, pero los trabajos comenzaron este miércoles.

José Luis Higuera, miembro de la comisión organizadora, afirmó que en el último trimestre de este año se han dado acercamientos "entre autoridades locales y organismos financieros mundiales con agrupaciones que rechazan el proyecto".

Dijo que "ha habido una voluntad expresa de acercamientos en términos de consulta social, lo que demuestra que se está abriendo una puerta cada vez mayor en el proceso interno y en el regional".

Sin embargo, en entrevista por separado, el investigador mexicano Gustavo Castro aseveró que "no hay manera de negociar, más bien los impulsores del PPP están huyendo de ese diálogo, incluso de compartir información. La actitud del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es de rechazo al diálogo y de no replantear el proyecto".

Precisó que en algunos países de Centroamérica los organismos financieros han realizado "consultas con organizaciones que, debido a la crisis por la que pasan, aceptan de alguna manera los programas que les ofrecen con millones de dólares".

A su vez, Mario Rodríguez, también de la comisión organizadora, afirmó que "los dueños del PPP no pueden vender nuestra riqueza", y no puede haber un proyecto de este tipo si la gente no está de acuerdo.

Opinó que se necesita "incrementar la lucha social, hacerla sentir y trascender, incrementar el nivel de protesta pero también de propuestas".

En esto estuvo de acuerdo también el guatemalteco Henry Morales, quien en el acto inaugural sostuvo que "es imprescindible lograr una coordinación y una articulación entre los pueblos de la región", sobre todo después de los sucesos del 11 de septiembre pasado en Estados Unidos, porque ahora "pareciera que quienes luchamos contra la injusticia social y fomentamos los procesos de paz y de democracia en nuestros países cometemos un crimen".