Conclusión del instituto en informe que entregó al presidente Fox y al Congreso
Para ser viable, requeriría el IMSS incorporar un millón y cuarto de afiliados en dos años
Necesario, incrementar cuotas y modificar pensiones de sus trabajadores, sostiene
ANGELES CRUZ
La viabilidad financiera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se recuperará sólo si confluyen diversos factores, como la incorporación, en los próximos dos años, de un millón 247 mil nuevos afiliados; el aumento progresivo en las primas de los seguros que administra la dependencia, así como la modificación del contrato colectivo de trabajo que tiene con 473 mil trabajadores, de los cuales un tercio está jubilado o pensionado, entre otros.
El informe sobre la situación financiera y los riesgos que enfrenta la institución admite que la desaceleración económica registrada en el país impactó negativamente al Seguro Social. De hecho, 350 mil trabajadores perdieron su afiliación entre 2000 y 2002.
Este es sólo uno de los diversos aspectos que han llevado a la descapitalización de la institución de seguridad social más importante del país, los cuales se revisarán en los próximos meses con miras a una nueva reforma de la institución. Con el informe que el Seguro Social entregó el pasado viernes al Presidente de la República y al Congreso de la Unión (cuyo contenido fue adelantado por La Jornada el pasado febrero), las autoridades del instituto buscan llamar la atención, "dar los elementos para el análisis" y que los diferentes actores involucrados (empresarios, trabajadores, legisladores) propongan alternativas de solución.
El creciente problema de la nómina de jubilados
Otro de los asuntos a revisar tiene que ver con el contrato colectivo de trabajo (CCT), cuya modificación es fundamental. El informe señala que sus 371 mil trabajadores activos tienen prerrogativas inexistentes en la mayoría de los esquemas de retiro del país. Por ejemplo, el régimen de jubilaciones y pensiones (RJP) no establece edad mínima de jubilación, lo que implica que los empleados tienen derecho a retirarse a los 53 años en promedio.
En la práctica, casi todos los empleados se jubilan en cuanto cumplen con el requisito de antigüedad (27 años para las mujeres y 28 para los hombres), lo cual se traduce en que el instituto cubre las pensiones correspondientes por un periodo aproximado de 22 años.
Además, la pensión se establece con base en el último sueldo base neto del trabajador y se integra por 13 conceptos adicionales, y el monto se incrementa en la misma proporción que lo hacen los salarios de los activos. Aunado a lo anterior está el crecimiento histórico de las plazas del IMSS. En algunos años dicho incremento superó las 20 mil plazas. A consecuencia de lo anterior, explica el texto, en los próximos 10 años se incorporarán al RJP 134 mil 105 nuevos pensionados, es decir, más de lo que se ha acumulado en toda la historia de la institución (102 mil pensionados).
Por ahora hay un pensionado por cada 3.64 trabajadores en activo, pero de continuar bajo las condiciones actuales, el informe calcula que en 2010 la relación será de un retirado por dos activos, y en 2040 será de uno a uno. En relación con el peso de la nómina de los jubilados y pensionados, explica que en este año ya representa 24 por ciento respecto de lo que se paga a los activos. Para 2008 las erogaciones por concepto del RJP representarán cerca de 30 por ciento; 50 por ciento en 2015, y más de 100 por ciento alrededor de 2050.
A partir de las reformas a la Ley del Seguro Social aprobadas en diciembre pasado, el instituto tiene la obligación de acelerar la creación de reservas, pero al mismo tiempo enfrentar los compromisos ya establecidos en el CCT, igual que la prestación de servicios a los derechohabientes. El informe puntualiza que "a pesar del esfuerzo de acumulación de reservas que se haría en los siguientes dos años, implicaría eliminar toda la inversión física del instituto, a partir de 2003", es decir, no se construirán nuevas unidades médicas, pero no se aclara si habrá recursos para asegurar el funcionamiento de las existentes.
Con respecto a los seguros que administra el IMSS, sobresale la crítica situación del ramo de gastos médicos de pensionados (GMP). Debido al constante aumento de las enfermedades crónico-degenerativas, derivadas, a su vez, de la mayor expectativa de vida de la población, el área de GMP reporta en este año un déficit de 0.42 puntos porcentuales.
Según la valuación actuarial, en los próximos años esa insuficiencia financiera se incrementará hasta llegar a 20 por ciento en 2050. Por eso, otra de las alternativas a explorar en la reforma del IMSS es el incremento en las aportaciones obrero-patronales, así como las del gobierno federal.
En el caso del seguro de enfermedades y maternidad, el informe menciona su estrecha relación con la inflación, el salario mínimo y el salario de cotización. De acuerdo con la ley vigente, las contribuciones federales se incrementan con el salario mínimo general en el Distrito Federal, mientras que las cuotas de trabajadores y patrones se elevan con los salarios contractuales.
Durante los años recientes, ha ocurrido que aumentaron los salarios reales contractuales pero se ha rezagado el mínimo, por lo cual la aportación federal ha sido cada vez menor. Pero además, resulta que aun cuando el seguro de enfermedades y maternidad estaría en posibilidades de crear reservas, es insuficiente, porque absorbe 82 por ciento del costo laboral del IMSS. Así que se asignará esta proporción del pasivo derivado del RJP.
Hasta aquí algunos de los "elementos para el análisis" que dan cuenta de la crítica situación financiera del IMSS, la cual, a decir del mismo instituto, requiere de acciones firmes y decididas para garantizar su sobrevivencia en los próximos años.