Primer narrador
mexicano reconocido con la Medalla Luis de Camões
Arturo Azuela asume cada uno de sus libros como una
guerra ganada
Extravíos y
maravillas es su libro más reciente, por el que fue premiado
en Portugal
Realiza en Tubinga, Alemania,
su tesis doctoral sobre la novela histórica en AL
CESAR GÜEMES
Con enorme tranquilidad, aunque sin detenerse un solo
día, Arturo Azuela libra dos batallas, una en favor de su salud,
otra en favor de su obra. Y cada año obtiene triunfos en uno y otro
rubros. El más reciente, que es claro al mirar cómo se ha
fortalecido, se suma al de convertirse en el primer narrador mexicano en
obtener la Medalla Luis de Camões, conferida por el Ateneo de Lisboa,
por su nueva novela, Extravíos y maravillas, misma que acaba
de aparecer en México bajo el doble sello de Ediciones del Ermitaño-Seminario
de Cultura Mexicana.
El
galardón se confiere de manera usual a escritores cuya obra se relacione
directamente con el mar. Azuela explica así el vínculo: ''Soy
de tierra adentro, con un pie en Santa María la Ribera y otro en
Lagos de Moreno, Jalisco, pero siempre quise conocer el mar, primero como
materia literaria y luego científica. En 1998 me invitaron a través
de la Expo Universal de Portugal para hacer un texto breve sobre el mar.
Es curioso que ocurriera pero, por otra parte, el mar ha aparecido en mi
obra siempre, como referencia. Hice entonces una investigación sobre
navegantes portugueses, que venían interesándome desde los
apuntes que sobre ellos me hicieron maestros como Edmundo O'Gorman, Miguel
León-Portilla, Ernesto de la Torre Villar y Juan Ortega y Medina.
A partir de ellos aprendí tesis verdaderamente audaces que no se
han desarrollado aún en la academia, pero sí en un trabajo
narrativo como el presente que se convirtió en novela al paso de
los años.
Dedicado a escribir
''Trabajé con mucho entusiasmo la trama de este
libro. He estado muchas veces en Lisboa, quise hacerle un homenaje a Pessoa
y al propio Camões. La última parte de las cuatro de la novela
es un homenaje a varios escritores portugueses. Finalmente pude lograrla
luego de cuatro años de investigaciones más la narración
en torno de un personaje que pasa por un proceso de búsqueda de
la salud."
-Si bien el mar ha sido tangencial en su obra cercana,
también lo son los divisores comunes de la narrativa actual.
-Así lo busqué. Las más recientes
cinco novelas que he tratado contienen temas que se salen de lo que se
hace actualmente en la literatura mexicana. El don de la palabra
es la visión femenina del exilio español; El matemático
juega con el lenguaje de esta ciencia y se puede ubicar en cualquier gran
universidad; La mar de utopías es la bitácora de un
latinoamericano empedernido; Estuche para dos violines implica mis
experiencias musicales pero también al estuche a que hago referencia
y ahora Extravíos y maravillas, con la que espero cerrar
un ciclo. Creo que he llevado a mis personajes por sitios insospechados
a partir de la búsqueda de temas distintos a los usuales, es verdad.
-Si bien la búsqueda de la salud es sólo
uno de los elementos de su nuevo libro, es claro que se relaciona con su
biografía, con su propia lucha por mantenerse pleno.
-Cada cinco meses soy víctima de un severo tratamiento
médico, pero creo que puedo aguantar 10 o 15 años más
sin dejar de escribir, que es lo que me importa.
-Si no se mantuviera en forma para escribir, ¿tendría
algún caso someterse a ese tratamiento que señala?
-Hay mucho para lo cual vivir en mi forma de enfrentarme
a la salud o a la falta de ella, pero me dedico a esto, es lo que sé
hacer. Desde luego que mis libros me ayudan a salir adelante, cada uno
de ellos es una guerra ganada. Hace varios años dejé la política
cultural y universitaria, que me interesaba mucho, y decidí concentrarme
casi tan sólo en escribir. Cuento, sin embargo, con tres proyectos:
uno académico, soy profesor en Zaragoza seis meses al año;
en Tubinga, Alemania, estoy otro tiempo para realizar mi tesis de doctorado
sobre la novela histórica en América Latina; y lo que más
me importa, mi trabajo narrativo.
Tres relatos para una novela
-¿Tiene algo nuevo escrito? ¿Cuenta con
tiempo para tanto?
-Toda mi energía está centrada en escribir,
así que tengo un nuevo libro, es verdad. Después de hacer
Extravíos y maravillas me di cuenta que estaba preocupado
por mi barrio, Santa María la Ribera, que pensaba solventar mediante
un libro de cuentos. Bien, pues tenía tres relatos en principio,
todos ubicados en el mismo espacio, desde la violencia hasta la reflexión.
Al sumarlos advertí que ahí estaba el germen de una novela
que finalmente tendré lista en dos semanas.
-Uno de sus temas preferidos de conversación era
el de los personajes femeninos. ¿Lo mantiene?
-Bueno, a los 64 años tengo ya los pies en la tierra
y puedo decir que mi agenda erótica se ve congelada por ahora. He
cerrado felizmente esa etapa de mi vida, encontré una pareja que
me satisface absolutamente y en gran parte por eso me puedo dedicar casi
de forma exclusiva a escribir. Lo cual, como quiera que se vea, es de agradecerse
por parte de un autor.