Es un engaño para las etnias de México, afirma
Rechaza consejo guerrerense la consulta para la reforma del INI
ALMA E. MUÑOZ
El Consejo Nacional Guerrerense 500 Años de Resistencia Indígena se pronunció en contra de la consulta pública para la reforma del Instituto Nacional Indigenista (INI) por considerarla un engaño más para los indios mexicanos, pues ésta no impedirá que el Estado continúe con sus prácticas "etnocidas y segregacionistas".
Consideró la acción, encabezada por la titular de la Oficina Presidencial para la Atención de los Pueblos Indígenas, Xóchitl Gálvez, y el director del INI, Huberto Aldaz, como un "cúmulo de buenas intenciones y mera retórica de un gobierno que aún no encuentra rumbo y dirección".
Tener una política de Estado con participación y decisión de los pueblos indígenas, sostuvo la agrupación, "implica extirpar el indigenismo de carácter histórico, liquidar todas las formas de discriminación, dominación, opresión y explotación practicadas contra nuestras comunidades, que forman el origen, la raíz y el corazón de la existencia nacional".
Aseguró que en la consulta --por concluir a finales de mes-- los indios mexicanos "no tendremos una participación verdadera. La decisión la tendrán otros, dentro y fuera del aparato del INI, para seguir usurpando nuestros derechos. Se pretende encubrir nuestras demandas centrales de autonomía y libre determinación, y no se toca fondo para borrar la vergonzosa historia de la política indigenista del Estado nacional, con sus prácticas etnocidas y segregacionistas".
Para el consejo guerrerense, los acuerdos de San Andrés Larráinzar son el único documento nacional avalado por los indígenas porque expresan claramente los principios básicos para lograr "una reforma de Estado pluricultural".
Dichos cambios, sostuvo, no se alcanzarán mediante la reforma del INI porque sin una institución de y para los indígenas cualquier instancia relacionada con el gobierno "seguirá siendo un instrumento de dominación para controlar a las comunidades indias".
Nosotros, puntualizó, "no estamos para hacer cirugías o reformas de maquillaje de una política indigenista que tuvo el propósito explícito de negar nuestros derechos como pueblos, sino también destruir nuestra identidad y hasta nuestra existencia misma como tales".
El consejo guerrerense exigió al gobierno la solución de cinco demandas, entre ellas, reconocimiento constitucional de la autonomía y libre determinación de los pueblos indígenas, así como acceso pleno a la justicia y a una educación pluricultural que "respete y aproveche nuestros conocimientos, tradiciones y formas de organización"