Les toma sólo 10 minutos; en 2001 los delincuentes ganaron 54 millones
de dólares
Clonan tarjetas de crédito en restaurantes
NOTIMEX
La clonación de tarjetas de crédito,
que durante 2001 representó ganancias para los delincuentes por
54 millones de dólares pero no es considerada un ilícito
federal, se comete principalmente en restaurantes, donde se pueden encontrar
uno o varios empleados cómplices.
Empresarios y trabajadores del sector recordaron que en
estos establecimientos el cliente que paga con tarjeta de crédito
entrega su plástico por varios minutos, hasta 10, tiempo suficiente
para que pueda ser duplicada.
En
una investigación realizada por Notimex, restauranteros indicaron
que en esos minutos pueden ser violentados los códigos de seguridad
de esos documentos para, más adelante, crear una tarjeta "idéntica"
que es usada por otras personas de manera ilegal.
Para clonar las tarjetas, explicaron, se utilizan varias
técnicas, que van desde la utilización de papel carbón
para copiar los números de identificación, hasta un aparato
del tamaño de una cajetilla de cigarros que duplica la banda magnética.
Comentaron que, incluso, no es necesaria la participación
de varios cómplices en los restaurantes, basta con que a un mesero
le paguen 100 o 150 pesos por cada banda o número de tarjeta duplicada
de esa forma, se pueden clonar en un día cinco o seis plásticos.
Aseguraron que este problema no es nuevo, tiene varios
años, y desde hace algún tiempo se lo han hecho saber a las
instituciones bancarias para que pongan en práctica nuevas formas
de pago, no obstante éstas no han dado respuesta.
Al respecto, los empresarios comentaron que en fechas
próximas se podrá a prueba un sistema inalámbrico
mediante el cual el mesero hará la factura en la mesa misma del
cliente y a la vista de éste. El aparato enviará una señal
dentro del mismo establecimiento, con lo que se evita que la tarjeta "se
pierda" algunos minutos, dijeron.
Sobre esta problemática, el dirigente nacional
de los restauranteros, Rafael de Jesús Saavedra, dijo que la duplicación
de tarjetas no es privativa de este sector y dejó en claro que los
empresarios no cometen ni participan en estos delitos.
En entrevista con Notimex, señaló que se
trata de delincuentes coludidos con algunos empleados de los establecimientos,
a quienes en ocasiones amenazan: "nosotros los restauranteros también
somos víctimas".
Comentó que, de acuerdo con datos ofrecidos por
las instituciones bancarias, durante 2001 este delito dejó daños
patrimoniales por 54 millones de dólares, pero en esta cifra también
se incluyen delitos cometidos en otros establecimientos, como tiendas minisúper,
departamentales, de autoservicio y hoteles.
Refirió que hace poco la Cámara Nacional
de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados se reunió
con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para intercambiar
información sobre este delito y las formas en que se cometen.