Eduardo Galeano
El alma al aire
Según dicen algunas antiguas tradiciones, el árbol
de la vida crece al revés. El tronco y las ramas hacia abajo, las
raíces hacia arriba. La copa se hunde en la tierra, las raíces
miran al cielo. No ofrece sus frutos, sino su origen. No esconde bajo tierra
lo más entrañable, lo más vulnerable, sino que lo
arriesga a la intemperie: entrega sus raíces, en carne viva, a los
vientos del mundo.
-Son cosas de la vida -dice el árbol de
la vida.