Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 24 de julio de 2002
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Cultura
El inmueble se suma a los numerosos malls que proliferan en la ciudad de México

Desaparecer el legendario cine Olimpia, nuevo crimen cultural

Caruso colocó la primera piedra y allí se presentaron Ana Pavlova, Carlos Chávez y Agustín Lara, entre otros  Formó parte del paquete de 14 salas subastadas por el Fideliq en 2001

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

olimpiaAdiós al cine Olimpia. En unos meses el inmueble que albergaba al cine-teatro en la calle 16 de septiembre, en pleno Centro Histórico, se convertirá en un pabellón con más de 300 locales comerciales dedicados exclusivamente a la venta de equipos de computación. Continúa así, la desaparición de las grandes salas cinematográficas en la ciudad de México y la proliferación de los malls.

El Olimpia formó parte del paquete de 14 salas que pertenecieron a la desaparecida Com-pañía Operadora de Teatros, que pasaron a la Federación por adeudos fiscales y fueron subastadas por el Fondo Liquidador de Instituciones y Organizaciones Auxiliares de Crédito (Fideliq).

Los otros cines son: Latino, Cosmos, Villa Coapa, Lindavista, Mitla, Ariel y Hermanos Alva (éstos dos en un solo inmueble) Jalisco, Nacional, Pecime, Tepeyac y Tlatelolco, además del México y Variedades, en Puebla y Acapulco, respectivamente. Las 14 salas representan una superficie construida de más de 53 mil metros cuadrados.

El futuro de una tradición

En un comunicado del 25 de junio de 2001, Fideliq anunció la apertura de la licitación pública para los 14 inmuebles y subrayaba que ''no necesariamente deberán mantener el uso que tuvieron".

El 19 de julio de ese año informó que sólo dos salas fueron compradas: Olimpia, en el Distrito Federal, y Variedades, en Acapulco, por 21 millones 938 mil pesos. En el comunicado de ese día se precisa que en la licitación ''se registró una amplia participación de grupos empresariales e inversionistas (...) Sin embargo, desalentados ante la incertidumbre asociada a los problemas generados en torno de la reciente enajenación del terreno donde se situaba el hotel Casino de la Selva, muchos de estos inversionistas (...) optaron por retirar temporalmente su propuesta".

Las licencias otorgadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Delegación Cuauhtémoc, indican que se autorizan las obras en el inmueble (con 2 mil 66 metros cuadrados de terreno) para la construcción de comercios, vi-deobar, auditorio y salas de cine. Sin embargo, fuentes de la inmobiliaria Century 21, responsable de rentar los locales, indicaron que no se construirán el videobar, el auditorio ni mucho menos las salas de cine. Lo único que se ha respetado es la fachada.

En las dos primeras plantas habrá locales comerciales de seis, ocho y 10 metros cuadrados, mientras que en el tercer piso se ubicará un café Internet, una zona de fast food y un centro de exhibición permanente en el que grandes empresas mostrarán los adelantos en materia de computación. La renta de un local de 10 metros va de 8 mil a 10 mil pesos mensuales.

Un poco de historia

El cine-teatro Olimpia fue construido en el terreno que ocupaba la huerta del primer convento franciscano fundado en la ciudad de México en 1524. Con el paso de los siglos la huerta fue dividida en lotes en los que se edificaron casas y luego el hotel Jardín, que se convirtió en el cine Olimpia.
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La obra estuvo a cargo del arquitecto Carlos Crombè, quien proyectó la Arena Coliseo y construyó, además, los cines Odeón, Alameda, Colonial y Cosmos, así como otras salas en provincia, de acuerdo con datos recopilados por Francisco H. Alfaro y Alejandro Ochoa, en su libro La república de los cines (Clío).

El libro señala: ''A partir de una sala ubicada en la calle 16 de septiembre, la edificación del 'gran teatro-cinema', como lo anunciaron los medios en su momento, se inició el primero de noviembre de 1919. Enrico Caruso, el célebre tenor italiano, colocó la primera piedra". La inauguración fue el 10 de diciembre de 1921 y su aforo era de 4 mil butacas. Tenía dos salones de baile, un fumador, dos vestíbulos y un órgano Wurlitzer.

Se convirtió en importante centro cultural. En ese escenario se presentaron Ana Pavlova, quien ejecutó su coreografía El jarabe tapatío; Carlos Chávez, Agustín Lara y Manuel Esperón musicalizaron filmes de la época muda; Fernando de Fuentes fue gerente y ahí aprendió a hacer cine, recuerda el crítico Gustavo García.

Algunas de las cintas estrenadas allí fueron El sheik, con Rodolfo Valentino, y El peregrino, con Charles Chaplin. Fue una de las primeras salas con sonido: se proyectó la primera película sonora: El cantante de jazz. Desde los altos del Olimpia la XEW inició transmisiones en 1930. En 1941 fue remodelado por Crombè, se mantuvo así hasta 1995, cuando fue fraccionado en varias salas y dejó de funcionar en 1999.

Para Gustavo García, el Olimpia debió conservarse ''como un monumento nacional e instalarse allí el museo del cine mexicano. Su desaparición es un crimen cultural del que deben responder las autoridades de la ciudad".

Mientras, demos gracias a los filmes porno que mantienen con vida al cine Teresa.

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