El inmueble se suma a los numerosos malls que proliferan en la ciudad
de México
Desaparecer el legendario cine Olimpia, nuevo crimen
cultural
Caruso colocó la primera piedra y allí se presentaron Ana
Pavlova, Carlos Chávez y Agustín Lara, entre otros
Formó parte del paquete de 14 salas subastadas por el Fideliq en
2001
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
Adiós
al cine Olimpia. En unos meses el inmueble que albergaba al cine-teatro
en la calle 16 de septiembre, en pleno Centro Histórico, se convertirá
en un pabellón con más de 300 locales comerciales dedicados
exclusivamente a la venta de equipos de computación. Continúa
así, la desaparición de las grandes salas cinematográficas
en la ciudad de México y la proliferación de los malls.
El Olimpia formó parte del paquete de 14 salas
que pertenecieron a la desaparecida Com-pañía Operadora de
Teatros, que pasaron a la Federación por adeudos fiscales y fueron
subastadas por el Fondo Liquidador de Instituciones y Organizaciones Auxiliares
de Crédito (Fideliq).
Los otros cines son: Latino, Cosmos, Villa Coapa, Lindavista,
Mitla, Ariel y Hermanos Alva (éstos dos en un solo inmueble) Jalisco,
Nacional, Pecime, Tepeyac y Tlatelolco, además del México
y Variedades, en Puebla y Acapulco, respectivamente. Las 14 salas representan
una superficie construida de más de 53 mil metros cuadrados.
El futuro de una tradición
En un comunicado del 25 de junio de 2001, Fideliq anunció
la apertura de la licitación pública para los 14 inmuebles
y subrayaba que ''no necesariamente deberán mantener el uso que
tuvieron".
El 19 de julio de ese año informó que sólo
dos salas fueron compradas: Olimpia, en el Distrito Federal, y Variedades,
en Acapulco, por 21 millones 938 mil pesos. En el comunicado de ese día
se precisa que en la licitación ''se registró una amplia
participación de grupos empresariales e inversionistas (...) Sin
embargo, desalentados ante la incertidumbre asociada a los problemas generados
en torno de la reciente enajenación del terreno donde se situaba
el hotel Casino de la Selva, muchos de estos inversionistas (...) optaron
por retirar temporalmente su propuesta".
Las licencias otorgadas por el Instituto Nacional de Antropología
e Historia (INAH) y la Delegación Cuauhtémoc, indican que
se autorizan las obras en el inmueble (con 2 mil 66 metros cuadrados de
terreno) para la construcción de comercios, vi-deobar, auditorio
y salas de cine. Sin embargo, fuentes de la inmobiliaria Century 21, responsable
de rentar los locales, indicaron que no se construirán el videobar,
el auditorio ni mucho menos las salas de cine. Lo único que se ha
respetado es la fachada.
En las dos primeras plantas habrá locales comerciales
de seis, ocho y 10 metros cuadrados, mientras que en el tercer piso se
ubicará un café Internet, una zona de fast food y
un centro de exhibición permanente en el que grandes empresas mostrarán
los adelantos en materia de computación. La renta de un local de
10 metros va de 8 mil a 10 mil pesos mensuales.
Un poco de historia
El cine-teatro Olimpia fue construido en el terreno que
ocupaba la huerta del primer convento franciscano fundado en la ciudad
de México en 1524. Con el paso de los siglos la huerta fue dividida
en lotes en los que se edificaron casas y luego el hotel Jardín,
que se convirtió en el cine Olimpia.
La obra estuvo a cargo del arquitecto Carlos Crombè,
quien proyectó la Arena Coliseo y construyó, además,
los cines Odeón, Alameda, Colonial y Cosmos, así como otras
salas en provincia, de acuerdo con datos recopilados por Francisco H. Alfaro
y Alejandro Ochoa, en su libro La república de los cines
(Clío).
El libro señala: ''A partir de una sala ubicada
en la calle 16 de septiembre, la edificación del 'gran teatro-cinema',
como lo anunciaron los medios en su momento, se inició el primero
de noviembre de 1919. Enrico Caruso, el célebre tenor italiano,
colocó la primera piedra". La inauguración fue el 10 de diciembre
de 1921 y su aforo era de 4 mil butacas. Tenía dos salones de baile,
un fumador, dos vestíbulos y un órgano Wurlitzer.
Se convirtió en importante centro cultural. En
ese escenario se presentaron Ana Pavlova, quien ejecutó su coreografía
El jarabe tapatío; Carlos Chávez, Agustín Lara
y Manuel Esperón musicalizaron filmes de la época muda; Fernando
de Fuentes fue gerente y ahí aprendió a hacer cine, recuerda
el crítico Gustavo García.
Algunas de las cintas estrenadas allí fueron El
sheik, con Rodolfo Valentino, y El peregrino, con Charles Chaplin.
Fue una de las primeras salas con sonido: se proyectó la primera
película sonora: El cantante de jazz. Desde los altos del
Olimpia la XEW inició transmisiones en 1930. En 1941 fue remodelado
por Crombè, se mantuvo así hasta 1995, cuando fue fraccionado
en varias salas y dejó de funcionar en 1999.
Para Gustavo García, el Olimpia debió conservarse
''como un monumento nacional e instalarse allí el museo del cine
mexicano. Su desaparición es un crimen cultural del que deben
responder las autoridades de la ciudad".
Mientras, demos gracias a los filmes porno que
mantienen con vida al cine Teresa.