Se cumple hoy el bicentenario del escritor francés
Dumas padre cautivó primero a un país y luego al mundo
Sublimó valores como la amistad, el amor y la lealtad
Con genialidad y maestría trastocaba hechos históricos
MIRANDA ROMERO ESPECIAL
Existen personajes en la literatura universal que se han convertido en seres familiares, pues sobreviven a los embates del tiempo y la modernidad con notable salud. Es el caso de Don Juan, Robin Hood o Sherlock Holmes, por citar algunos, pero sería imposible hablar de este Avalon sin mencionar al célebre grupo de ''Todos para uno y uno para todos", Los tres mosqueteros, cuarteto de espadachines producto del creador del folletín, Alejandro Dumas, autor de más de 250 novelas, relatos, obras teatrales y piezas periodísticas. A él debemos la saga completa de Los tres mosqueteros, El conde de Montecristo y La reina Margot, obras en las que mezcló la historia con la ficción y logró cautivar a una nación para luego convertirse en el favorito de millones de lectores en el mundo.
Alejandro Dumas nació el 24 de julio de 1802 en una población francesa distante 40 kilómetros de París. Fue hijo de un general de Napoleón caído en desgracia y nieto de un noble francés y una mujer negra que había sido esclava. Esto hizo que su físico fuera mulato, con el pelo ensortijado y los labios carnosos, lo que con su elevada estatura y poderosa fuerza física le daban el aspecto de un temible gigante, lo que sus juergas y amistades desmentían.
Inventor de la literatura fácil
Dumas tuvo muchas amantes, hijos fuera de matrimonio y participó en muchos escándalos debido a sus deudas económicas, pues aunque conseguía dinero con facilidad tenía el don de gastar más de lo que poseía en juego, bebida y sus amigos, viéndose siempre perseguido por los acreedores. Se definía, junto con Balzac y Sue, como inventor de la literatura fácil, definición que los críticos de su obra han situado muy bien al hablar de la superficialidad de sus novelas y los pecados propios del género. Pero lo que omiten es el toque maestro que Dumas supo imprimir a sus trabajos, el folletín superior, donde valores como la amistad, la lealtad, el amor, son sublimados y convertidos en causas por las que vale la pena morir con una estocada en el corazón.
Muchos argumentan la manera en que Dumas trastocaba los hechos históricos a su antojo, al convertir una simple anécdota en un capítulo dentro de su imaginación, a lo que él mismo respondía: ''La violo (a la historia), es cierto, pero le hago bellas criaturas" y ahí es donde está la nota suprema, la clave del éxito de esta obra que era publicada por entregas, con el correspondiente continuará en el próximo capítulo al final de cada edición, siendo consumido con avidez por un público que sin radio ni televisión contribuyó así al establecimiento del folletín y la novela histórica.
Dumas se rodeó con lo más importante de la nobleza literaria de la época y contribuyó con varios autores a la mayoría de las publicaciones del siglo XIX, lo que no significa que fuera apreciado por todos, pues fue famosa su enemistad con Honorato de Balzac, quien criticaba de aquél su estilo fácil y poco profundo, junto con Badere y otros. Sin embargo, contó con la amistad de Victor Hugo, George Sand y Gerard de Nerval, quienes si bien lo veían con suspicacia, apreciaban la naturaleza de este hombre que no permaneció encerrado en su castillo de If como Julio Verne, sino que rezumó amor a la libertad y a la patria, lo que se tradujo en su participación en la revolución de julio de 1830, su ascenso como capitán de la Guardia Nacional, además de los hechos ocurridos en 1834 durante el fallido movimiento republicano, que le valieron una advertencia del rey Luis Felipe.
Viajó a Rusia e Italia, donde se unió a Garibaldi. Participó en dos duelos y tuvo que huir a Bruselas perseguido por sus acreedores. Todo esto sirvió de material para numerosas anécdotas que fueron recogidas por Dumas y publicadas en diversos periódicos editados bajo su mano, como La Psyché, Le Monte Cristo y Le Mousquetaire, su publicación más famosa, que duró de 1853 a 1857 y se publicaba a diario, pero que decayó porque trabajaba de manera incansable en Los tres mosqueteros y El conde de Montecristo.
Genio del diálogo, Alejandro Dumas creó un estilo, la aventura, los espadachines, el sudor que perla la frente mientras el héroe exclama šFatalidad!, finales en suspenso que aún ahora crean seguidores (y a mucha honra, pardiez) y sus personajes han inspirado muchas versiones fílmicas. Trabajó con cerca de 73 colaboradores, asistentes del oficio que se encargaban de preparar los bocetos de las entregas en las que luego Dumas rescribía, agregando el toque maestro, la genialidad que les ha hecho inmortales.
Su hijo, Alejandro Dumas, fue un escritor y dramaturgo, pero siempre rechazó con vehemencia el estilo de vida de su padre, de quien se cuenta que una vez, al encontrar a su esposa con su amigo Roger de Beauvoir, simplemente dijo: ''La noche es fría, mo-véos y hacedme espacio."
Vividor y derrochador, murió de un infarto el 5 de diciembre de 1870 y se dice que sus últimas palabras fueron: ''Ahora nunca sabré cómo resulta todo".
Cenizas del escritor al panteón de París
Las cenizas de Alejandro Dumas, que yacen desde 1870 en Villers-Cotterêts, su pueblo natal, serán trasladadas en el otoño al panteón de París, como parte de los festejos del bicentenario de su natalicio. Este medio publicó que los restos del célebre escritor se llevarían a la Ciudad de Luz el 24 de julio, fecha en que se conmemora su nacimiento, luego de que las autoridades de Villers-Cotterêts aceptaron el cambio.