Versión libre de Ricardo Díaz e Ileana Diéguez de
la obra clásica de Shakespeare
Entre el idealismo y la corrupción, No ser
Hamlet
El montaje se estrenará este viernes en el Museo de Arte Carrillo
Gil
CARLOS PAUL
No ser Hamlet es el nombre de la versión
libre de Ricardo Díaz e Ileana Diéguez de la obra original
de William Shakespeare, en la que ''más que reflejar la resistencia
de un espíritu joven a servirse de los medios brutales requeridos
por el ejercicio del poder, expresa la turbación de ese ser que
duda en renunciar a su innato idealismo para afrontar con frío realismo
las luchas de la vida".
Hamlet
se ha definido, entre otras cosas, como el drama de la indecisión;
sin embargo, en la visión de ambos creadores escénicos, ''si
el príncipe de Dinamarca se niega a actuar es porque eso significa
abandonar los sueños de su juventud y, convertido en adulto, volverse
cómplice de la misma corrupción intrínseca a la vida".
El montaje, que se desarrolla en una de las salas de exposiciones
del Museo de Arte Carrillo Gil, intenta profundizar sobre los elementos
de una escritura escénica, pensada para espacios no convencionales,
explica Díaz.
''No descubrimos el hilo negro", pues su interés,
añade, es explorar ''los límites de nosotros mismos y los
de los otros en función del fenómeno escénico.
''Por otro lado, no pensamos a Hamlet como el muchacho
desesperado, tonto, incapaz, pero tampoco como el gran héroe. El
no ser nos parece más interesante que la pregunta planteada por
Shakespeare, porque vivimos tiempos distintos. La cuestión de no
ser se presenta como la linde, la frontera cuando tenemos que enfrentarnos
con otros que piensan de manera distinta, pero al mismo tiempo somos otros
de otros y nos enfrentamos a los límites de la tolerancia y la intolerancia,
lindes que pueden ser aparentes o dibujadas con toda intención."
Sin grandilocuencia discursiva
El énfasis del montaje ''se puso en el trabajo
de los actores en relación con el público'', dice Díaz.
''El espectador deberá deambular con nosotros, lo que puede despertar
otro tipo de emotividad y juego intelectual con el espectáculo.
''Los actores llegan y se enfrentan con los otros, que
al mismo tiempo pueden ser actores o público. El asunto, en términos
de realidad, es cuando el actor deja de ser un ser humano y se convierte
en personaje, así como cuando el público deja de serlo para
volverse otro personaje."
El trabajo actoral ''ha sido de una contención
muy fuerte. Quizá muestre una apariencia de neutralidad, pero no
es así; es contención, pues no existe una grandilocuencia
discursiva. Aquí todos los actores se colocan en los zapatos de
Hamlet".
Otro de los elementos, destaca Díaz, ''es que existe
un intercambio no descriptivo de los personajes. De hecho en este trabajo
no hay personajes definidos. No se extraña la cara de Hamlet, Gertrudis,
Claudio u Horacio''.
Con las actuaciones de Mariana Alatorre, Juan Pablo Avendaño,
Edwin Culp, Doménico Espinosa, Laura Furlan, Alfredo Herrera, Mariana
Lecuona, Pamela Marino, Alejandro Navarrete, Héctor Sánchez
y Gabriel Yépez, el diseño sonoro de Francisco Rivas y Marcelo
Gaete, escenografía de Miguel Abarca y vestuario de Bárbara
Betanzos, No ser Hamlet se estrenará el viernes 26 a las
20 horas en el Museo Carrillo Gil, en avenida Revolución 1608 esquina
Altavista, San Angel.