La colección reúne libros conocidos y novedades
Autores del siglo XVI al presente en Ronda de Clásicos Mexicanos
ARTURO JIMENEZ
Una colección singular en la que destacan obras ya conocidas y verdaderas novedades literarias de 50 de los más importantes autores nacionales del siglo XVI hasta el presente, es la llamada Ronda de Clásicos Mexicanos.
Se trata de una colección de libros de formato pequeño, de 60 a 90 páginas y que se distribuirá semanalmente y de manera masiva a precios bajos en todo el país: 19.90 pesos la primera entrega de dos libros, 29.90 la segunda también de un par de volúmenes y este mismo precio en las subsiguientes de un solo título.
Esta coedición Planeta-CNCA, coordinada por Antonio Saborit, incluye narradores, cronistas, poetas, historiadores y ensayistas como Carlos Fuentes, Juan Ruiz de Alarcón, Amado Nervo, Sor Juana Inés de la Cruz, Bernal Díaz del Castillo, Rosario Castellanos, Manuel Payno, Guillermo Prieto, Martín Luis Guzmán y Luis Spota.
Ronda de Clásicos Mexicanos comenzó a circular desde el pasado día 22 apoyada en una fuerte campaña en la televisión en la que el escritor Carlos Monsiváis aparece recomendando la colección.
La primera entrega consta de La estación violenta, de Octavio Paz, y Visión de Anáhuac, de Alfonso Reyes. Mientras en la segunda aparecerán Bestiario, de Juan José Arreola, y El son del corazón, de Ramón López Velarde.
Ante la brevedad del formato, el desafío fue ''ensayar un paseo distinto por la expresión literaria mexicana", explicó Saborit durante la presentación, en la que participaron René Solís, Felipe Garrido y otros.
Saborit agregó que la idea es poner ''en circulación no sólo escritos valiosos por ellos mismos, sino que además de sugerir en conjunto una suerte de polifonía, fueran en algunos casos toda una novedad para los lectores".
Por eso, continuó, se aprovechó el trabajo de los especialistas en literatura mexicana para seleccionar textos de las obras completas con las que ya cuentan, como la de Fernán González de Eslava, José Joaquín Fernández de Lizardi o Martín Luis Guzmán.
También, concluyó, se decidió tomar otros escritos de sus primeras ediciones rescatándolos de hemerotecas o de archivos diversos.