La noche que raptaron a Epifania, ''ópera-tecno'' en el Teatro de las Artes
Versión libérrima de una comedia shakespeariana
ANGEL VARGAS
En su debut como directora escénica con La noche en que raptaron a Epifania o Shakespeare lo siento mucho, de Gerardo Mancebo del Castillo y Alfonso Cárcamo, la actriz Ana Francis Mor no se propuso crear de manera deliberada un montaje con visión de género, no obstante que la totalidad del elenco es femenino. Sin embargo, explica, ''es tanta la energía que ha generado la mujer en el transcurso de la historia que empezamos a dejar salir esa energía o, como humanidad, nos va a cargar la chingada".
Agrega: ''Al referirme a energía no quiero decir 'las mujeres al poder', sino que se debe dejar salir la parte femenina que hay en todo ser humano; esa parte delicada y amorosa propia de lo femenino, pero que existe en ambos sexos, o de otra manera no podremos avanzar como especie".
Deuda del teatro nacional con los jóvenes
La propuesta de Ana Francis tiene también como aspecto prioritario resarcir la desatención en que el teatro mexicano ha mantenido al público joven de entre 15 y 30 años: ''Da la casualidad que quienes estamos entre esas edades conformamos más de la mitad de la población y no hay propuestas culturales específicas para nosotros. El teatro, por ejemplo, está pensando sólo para niños o para adultos, pero no para jóvenes".
Con ese fin, la joven directora concibe su montaje como ''un juego desenfadado, irreverente y divertido en el que se discute la identidad sexual. La idea consiste en plantear que el asunto de género es más un disfraz que una verdad. Esa es, de hecho, la directriz de la obra: la discusión entre la identidad y las apariencias, además de mostrar lo absurdo de lo absurdo de lo absurdo".
La noche en que raptaron a Epifania o Shakespeare lo siento mucho -que desde este jueves y hasta el 18 de agosto ofrece temporada en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Río Churubusco y Calzada de Tlalpan)- es una adaptación libérrima y contemporánea de esa comedia del dramaturgo inglés.
La artista retoma elementos y lenguajes que acompañan a los jóvenes inmersos en la era del marketing y la Internet, expresiones como las de la música electrónica, la digitalización y la interdisciplina como analogía de la globalización.
El montaje, dividido en dos actos, es presentado como ''ópera-tecno", pero más por la necesidad de definirlo de alguna manera que por otra razón, precisa Francis. ''En realidad se trata de un híbrido de teatro con comedia musical y ópera. Hay músicas isabelina, pop y electrónica."
Venganza histórica
El hecho de que el reparto sea femenino es ''una venganza histórica, porque en la época de Shakespeare las obras eran actuadas únicamente por hombres", señala en son de broma la creadora escénica, quien se manifiesta porque el público y los artistas recuperen y hagan suyo el arte teatral.
''Creo que hemos perdido ese enlace entre público y artistas. La gente debe ir al teatro y si le gusta lo que ve, que así lo reconozca y exprese; pero si no, que se salga, grite, que nos miente la madre o arroje jitomatazos, pero que no deje de ir. Quizá eso no sea del agrado de los actores, pues creo que hemos olvidado que, al final, no somos sino payasos".
(Las funciones de La noche en que raptaron a Epifania o Shakespeare lo siento mucho se realizan jueves y viernes a las 20:30 horas, los sábados a las 19 y los domingos a las 18 horas.)