REPORTAJE
Pemex soslayó que el préstamo de $640
millones era impagable
Montemayor pactó directamente con Romero Deschamps
apoyos al STPRM
Análisis judiciales señalan que las transferencias
de dinero al sindicato petrolero, para renovar equipo de cómputo
o remodelaciones, por ejemplo, se hicieron de manera indebida y ajena "a
las prestaciones previstas en el contrato colectivo de trabajo"
GUSTAVO CASTILLO GARCIA /Y ULTIMA
Durante la gestión de Rogelio Montemayor Seguy,
Petróleos Mexicanos (Pemex) entregó a Carlos Romero Deschamps
y Ricardo Aldana, líderes del sindicato petrolero, 350 millones
de pesos para resarcir al gremio por la caída financiera que sufría
desde 1989, derivada de la cancelación del pago de 2 por ciento
sobre la adjudicación de contratos, obras y servicios.
Según las constancias del juicio por peculado iniciado
en su contra, por el cual se giró una orden de aprehensión,
el ex director de Pemex acordó directamente con Romero "apoyar la
hacienda sindical" mediante dinero que sería entregado por el entonces
director corporativo de Finanzas, Juan José Domene Berlanga.
Ese fondo es adicional a los "apoyos" para la celebración
del aniversario de la expropiación petrolera y el desfile del 1º
de mayo de 2000.
Destacan las siguientes transferencias: 8 millones de
pesos "como apoyo para la renovación y complementación del
equipo de cómputo y telecomunicaciones" del sindicato en el país;
40 millones para la remodelación y equipamiento de los edificios
del comité ejecutivo general, de Zaragoza 15 y Guerrero 10, en el
Distrito Federal; 35 millones "para requipamiento de las cooperativas de
las 36 secciones sindicales"; 25 millones "para la rehabilitación
de instalaciones y modernización del mobiliario y equipo de las
36 secciones y las 60 delegaciones del sindicato".
Estas entregas de dinero, según las constancias
judiciales, se hicieron de manera indebida y ajena "a las prestaciones
previstas en el contrato colectivo de trabajo".
El Pemexgate
Acerca del préstamo de 640 millones de pesos -de
los cuales 500 millones se destinaron presuntamente a la campaña
de Francisco Labastida- los documentos del auto de formal prisión
de Manuel Gomezperalta Damirón señalan: "Es evidente que
los sujetos activos (directivos de Pemex y líderes sindicales),
mediante la suscripción del convenio administrativo sindical 9399
comprometieron y distrajeron de su objeto recursos presupuestales de la
entidad paraestatal, que le fueron otorgados para el cumplimiento de los
objetivos y metas asignados a la industria petrolera durante 2000, entre
los cuales no se encuentra el otorgamiento de préstamos".
El
juzgado 12 de distrito consideró que si bien el contrato colectivo
entre Pemex y el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República
Mexicana (STPRM) permite el otorgamiento de préstamos, no se cumplieron
los requisitos para concederlos.
Resalta que sin "un análisis pormenorizado de las
condicionantes, el director general (entonces Montemayor), (junto) con
los directivos corporativos de Administración (Gomezperalta y Carlos
Juaristi Septién) y de Finanzas (Juan José Domene) y el subdirector
de Relaciones Laborales, autorizaron el crédito de 640 millones
de pesos".
El préstamo otorgado, argumenta, resultó
improcedente, pues se dio "al margen de la relación obrero-patronal".
Menciona que es evidente que los funcionarios pasaron
por alto la falta de disponibilidad de recursos, la viabilidad de la recuperación
del crédito, la congruencia con anteriores préstamos al sindicato,
por lo que la transferencia se hizo "de forma prematura y con demasiada
liberalidad".
Señala que el préstamo de 640 millones,
"comparado con los similares a este tipo de operaciones, parece excesivo,
ya que los otorgados por Pemex en los ejercicios anteriores (1997, 1998
y 1999) no superaron los 5 millones de pesos".
En el análisis jurídico, bajo el cual se
dictó auto de formal prisión a Gomezperalta, se señala
que "las cuotas sindicales retenidas por Pemex y entregadas al STPRM en
2000, ascendieron a 267 millones 379 mil 600 pesos, por lo que se puede
afirmar, sin lugar a dudas, que el sindicato petrolero no tenía
capacidad económica para reintegrar los recursos públicos
al organismo, y no obstante, los directivos suscribieron el convenio administrativo
sindical 9399".
En ese convenio la directiva petrolera se comprometió
a pagar, en 20 mensualidades de 32 millones, los 640 millones de pesos.
Sin embargo, según el análisis judicial,
cada mes la organización sindical de Carlos Romero Deschamps sólo
recibiría 22 millones 281 mil 633 pesos por concepto de cuotas,
"cantidad notoriamente inferior al importe de las parcialidades en que
se pactó el reintegro" del préstamo.
Judicialmente la entrega de esos recursos no se ajustó
a las condiciones establecidas en el contrato colectivo, además
de que "la conducta desplegada conjuntamente por los directivos de Pemex
se desarrolló en forma dolosa", pues aun cuando tenían "pleno
conocimiento de que no estaban satisfechos", los requisitos para la operación,
"ello no impidió que distrajeran de su objeto recursos públicos
en beneficio de terceros".
Además, "los servidores públicos omitieron,
en forma previa a la formalización del convenio, remitir el documento
al área jurídica de la paraestatal, a efecto de que se revisara
y aprobara su contenido".
Pese a las irregularidades en la celebración del
convenio 9399, Romero Deschamps y Aldana Prieto firmaron de recibido el
cheque 8648 mediante el cual se transferían 640 millones de pesos
de la cuenta bancaria 102135752 de Inverlat al STPRM.
En el documento, según las actuaciones judiciales,
al cheque 8648 se le anotó la siguiente leyenda: "Para abono a la
cuenta número 559020699 del STPRM Comité". Es decir, Romero
Deschamps y Aldana Prieto ingresaron así el capital a la cuenta
que poseen en Banorte.
"En dicha cuenta se encontraban autorizados Melitón
Cázares Castro y Andrés Heredia Jiménez, entre otros,
los cuales en ese momento prestaban sus servicios personales al Partido
Revolucionario Institucional (PRI) e hicieron retiros importantes en la
caja general de Banorte.
Melitón Cázares, Alonso Veraza López
y Andrés Heredia expresaron (ante el Ministerio Público Federal)
cómo fueron instruidos para recoger el dinero en Banorte y la mecánica
mediante la cual fue entregado el monto (500 millones de pesos) en el PRI.
Una más
Mediante el acuerdo CMRS/002/2000, suscrito por el director
corporativo de Administración y el subdirector corporativo de Relaciones
Laborales, se pagó al STPRM 80 millones de pesos "como complemento
al apoyo otorgado a dicha organización" por los gastos "que erogaron
de febrero a agosto en la etapa previa y posterior al proceso de revisión
salarial".
Según los documentos que tiene el juzgado, ese
dinero se otorgó "atendiendo las reiteradas gestiones del Comité
Ejecutivo General" y "para resarcir al STPRM de los gastos generados por
estudios técnicos realizados por empresas especializadas, sobre
investigación documental de mercado de trabajo, perfil económico
y costo de la vida, efectuados en los trabajos previos a la revisión
salarial.
"Por asesorías relativas a indicadores financieros
y estudios comparativos de revisiones salariales de otros contratos colectivos.
Por gastos de viaje de los comisionados sindicales a las diferentes asambleas
regionales y generales efectuadas a propósito de la revisión
salarial.
"Asimismo, para resarcir al STPRM de los gastos generados
en la contratación de instructores encargados de la preparación
y capacitación de sus representantes que participaron en el proceso
de la revisión salarial; por trabajos relacionados con la revisión
y análisis del entorno económico nacional; por la celebración
de asambleas foráneas en cada una de las 36 secciones sindicales,
para dar a conocer a sus agremiados los acuerdos con la administración."
El 20 de septiembre de 2000, Romero Deschamps y Aldana
Prieto, en su calidad de secretario general y tesorero del sindicato, respectivamente,
"suscribieron el recibo sin número de oficio en el que señalaron
haber recibido de la paraestatal" esos 80 millones de pesos, que fueron
entregados, según el acuerdo CMRS-CE/002/2000, "a título
de compensación especial, por única vez, sin que siente precedente
y pueda ser invocado en sucesivas negociaciones."
La última
Mediante el convenio administrativo sindical 9442, del
11 de septiembre de 2000, el STPRM acordó que Pemex le entregaría
mil 100 millones de pesos como indemnización por los supuestos compromisos
incumplidos de la paraestatal, correspondientes a 1997, 1998 y 1999.
De acuerdo con los documentos del juicio, la obligación
de pago prevista en el convenio 9442 "debió ser autorizada por el
Consejo de Administración de Pemex, ya que la misma era ajena a
las prestaciones pactadas entre la empresa y el STPRM".
Se señala que ese apoyo brindado al sindicato "no
forma parte de las prestaciones laborales de naturaleza económica
que el organismo tiene con el sindicato" y que "tampoco existía
suficiencia presupuestal para hacer frente al compromiso".
Sin embargo, Pemex expidió el cheque 15185, el
19 de octubre de 2000, en favor del sindicato. El monto fue de 460 millones
de pesos, pues de los mil 100 millones acordados se descontó el
"préstamo" de los 640 millones de pesos, de los que al PRI presuntamente
llegaron 500 millones para financiar la campaña presidencial de
Labastida Ochoa.
Para el órgano jurisdiccional, "resulta evidente
que la celebración del convenio 9442 fue el instrumento para distraer,
en beneficio del sindicato petrolero, las sumas pactadas que afectaron
la posición financiera denominada 'Ayudas varias al STPRM', que
no tenía por objeto pagar indemnizaciones de ninguna especie ni
financiar el pago de condenas inexistentes por litigios entablados contra
la organización sindical".
En los documentos judiciales se indica, además,
que mediante el convenio administrativo sindical 9356, del 8 de mayo de
2000, la paraestatal pagó a Romero Deschamps y Aldana Prieto 350
millones de pesos bajo los siguientes conceptos: cumplir los compromisos
adquiridos durante las revisiones del contrato colectivo de los bienios
1997-1999 y 1999-2000, y de la revisión salarial de 1998.
Después el STPRM recibió otros 350 millones
de pesos por ese concepto, con lo cual los convenios firmados por supuestos
incumplimientos contractuales fueron pagados hasta en dos ocasiones durante
la gestión de Montemayor Seguy.