Roto, el consenso que dominó durante décadas la visión
de Washington sobre La Habana
Saluda Fidel Castro a legisladores de EU que tratan
de minar el bloqueo
En una multitudinaria manifestación en Ciego de Avila se recordó
el asalto al cuartel Moncada
Destaca el presidente cubano la legalización en la Cámara
de viajes de estadunidenses a la isla
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
Ciego de Avila, 26 de julio. Al calor de la fiesta
nacional que recuerda el co-mienzo de la revolución cubana, hace
casi medio siglo, Fidel Castro tendió hoy una mano de agradecimiento
a los diputados estadunidenses, de ambos partidos, que el jueves pasado
aprobaron un paquete legislativo dirigido a minar las bases del bloqueo
contra Cuba.
El proyecto abortará por el anunciado veto de la
Casa Blanca, pero el enfrentamiento entre los poderes muestra prácticamente
la ruptura del consenso que dominó la visión de Estados Unidos
sobre la isla durante décadas.
El Día de la Rebeldía Nacional, la recordación
en esta fecha del frustrado asalto al cuartel Moncada, en el oriente del
país, se celebró en Ciego de Avila, la capital de esta provincia
de poco más de 400 mil habitantes, ubicada en el centro de esta
isla caribeña.
La elección de la ciudad como sede es un gesto
de reconocimiento nacional a la región por su de-sempeño
en una batería de indicadores económicos y sociales.
En el tradicional mensaje de la celebración, Castro
reaccionó a una votación que el jueves por la noche llevó
a la Cámara de Representantes a legalizar plenamente los viajes
de los estadunidenses a Cuba, poniendo fin a una prohibición de
cuatro décadas.
Además, remover obstáculos le-gales que
aún estorban las ventas de alimentos y medicinas a la isla y eliminar
la barrera de cien dólares mensuales que impide a los cubanos en
Estados Unidos enviar más recursos a sus familiares.
La votación, en su parte fundamental, de 262 votos
contra 167, se sobrepuso a "los chillidos y gritos histéricos del
grupito mafioso de Miami", dijo el mandatario, en alusión al lobby
anticastrista, que in-cluye a los diputados por Florida Lincoln Díaz-Balart
e Ileana Ros-Lehtinen, de origen cubano.
La mayoría de la Cámara "hizo caso omiso
a los argumentos de los partidarios del bloqueo y el genocidio contra Cuba,
votando con decisión y valentía tres acuerdos que ennoblecen
a esa institución".
La amenaza del veto de Bush
Castro
señaló que a pesar del anunciado veto presidencial y de eventuales
contrapropuestas legislativas que esterilicen la iniciativa, "siempre estaremos
reconocidos por ese gesto", y subrayó: "Deseo expresar la gratitud
de nuestro pueblo tanto a los legisladores demócratas co-mo a los
republicanos que actuaron ese día con inteligencia, criterio propio
y firmeza".
"Siempre he dicho -y no me arrepentiré nunca- que
el pueblo estadunidense, de naturaleza idealista, por sus valores éticos
y sus tradiciones de apego a la libertad, será uno de los mejores
amigos del pueblo cubano cuando conozca toda la verdad sobre la lucha ho-nesta
y heroica de Cuba", dijo.
Luego evocó el caso del balserito Elián
González como prueba "impresionante" del respaldo que puede suscitar
una causa cubana entre los estadunidenses.
"Siempre estaremos al lado del pueblo estadunidense en
su lucha por preservar la vida y los intereses de compatriotas suyos, que
puedan ser víctimas inocentes de criminales ataques terroristas.
Puedo asegurar, en esta fecha histórica para los cubanos, que deseamos
la amistad sincera, respetuosa y fraternal entre los pueblos de Cuba y
de Estados Unidos".
En contraste con sus cada vez más frecuentes gestos
amistosos con el pueblo y sectores del Congreso estadunidense, Castro dedicó
un ácido comentario a un informe de la Fundación Nacional
Cubano-Americana, uno de los pilares del anticastrismo radical de Florida,
de que ha entregado al menos un mi-llón de dólares a opositores
cubanos en la isla.
"Hace apenas tres días la mafia terrorista de Miami,
creada, amamantada, entrenada y apoyada por la administración de
Estados Unidos, declaró los millones que in-vierte en actividades
injerencistas, desestabilizadoras y terroristas contra nuestro pueblo.
Una prueba más de cuán poco serias son las declaraciones,
las mentiras y las supuestas políticas de una administración
que promete combatir el terrorismo. Aunque sólo fuese por pudor
político, el gobierno de Estados Unidos debiera dejar de tolerar
y apoyar al grupo extremista", señaló Castro.
Con su habitual uniforme verde olivo de campaña,
Fidel Castro de-dicó la mayor parte de su discurso de una hora y
20 minutos a reseñar la crisis financiera que emergió con
los escándalos contables en Estados Unidos ("un robo descarado,
una estafa criminal a decenas de millones de estadunidenses") y a ponderar
la obra social de su go-bierno ("el mundo deshaciéndose y en Cuba
no existen niños sin es-cuelas, no andan descalzos ni pi-diendo
limosnas").
Sin embargo, precisó con cautela que el entorno
mundial repercute en su país: "Las cifras no son halagüeñas
para nadie, lo aclaro para que no piense alguien que estamos aquí
de fiesta".
La última expresión era claramente una metáfora,
contrastante con el clima de jolgorio que se expande cada año en
la "sede del 26", como se llama popularmente a la efeméride.
Globos, mantas, letreros en las paredes y banderas nacionales
tapizan la ciudad y poblaciones aledañas. Por todos lados aparece
el em-blema rojinegro del Movimiento 26 de Julio, grupo rebelde que encabezó
Castro hasta el derrocamiento de la dictadura de Fulgencio Batista, el
primero de enero de 1959.
Los avileños prácticamente no durmieron.
El festejo callejero de las últimas horas del jueves culminó
con el canto del himno nacional a la medianoche. Siguió la movilización
de los Comités de Defensa de la Revolución para reunir vecinos
y alistarlos hacia las paradas de autobuses que los llevarían a
la recién construida Plaza de la Revolución Abel Santamaría,
en el ex-tremo noreste de la ciudad.
Durante la madrugada fue constante el paso de vehículos,
que an-tes de las cinco de la mañana ya habían transportado
a los asistentes al mitin, unos 150 mil, según los medios informativos
cubanos.
En algunos tramos del discurso, Castro hizo pausas, ora
para redondear sus ideas en el árido terreno de las finanzas mundiales,
ora para apuntes marginales, como una sarcástica alusión
al presidente uruguayo Jorge Batlle (a quien llamó "llorón"
por el episodio en el que el mandatario tuvo que disculparse con su colega
Eduardo Duhalde, tras lanzar violentas críticas a la co-rrupción
en Argentina).
Apoyo bipartidario
El proyecto legislativo estadunidense fue patrocinado
principalmente por el diputado republicano Jeff Flake, activo líder
de una alianza bipartidaria en el Congreso, que propicia un desmantelamiento
gradual del bloqueo contra Cuba.
Antes de la votación, la Cámara rechazó
por 247-182 una propuesta de última hora, que condicionaba la entonces
inminente aprobación del primer paquete a una certificación
presidencial de que Cuba no desarrolla armas biológicas, co-mo supuesta
garantía para los turistas estadunidenses.
Las propuestas aperturistas hacia Cuba estaban inmersas
en la letra pequeña de un plan presupuestal del Departamento del
Tesoro, la Casa Blanca y otras dependencias, para el año fiscal
2002-2003 que empieza en octubre próximo.
Flake propuso la liberación de viajes y la eliminación
del tope de mil 200 dólares anuales a las remesas que envían
emigrados hacia Cuba. El también republicano Je-rry Moran presentó,
además, el proyecto para quitar condiciones a la venta de alimentos
y medicinas.
La polémica había llevado a principios de
semana a intervenir en público a Otto Reich, subsecretario de Estado
adjunto para el hemisferio occidental, de origen cubano, para rechazar
la libertad de viaje de los estadunidenses a la isla, arguyendo que ese
flujo representaría más dólares para Castro.
"Cuando tuvo moneda dura, la usó para apoyar el
terrorismo u otras actividades contra Estados Unidos o la democracia occidental",
dijo el funcionario, en entrevista con la agencia Ap.