Una ley en la materia está entrampada en la Asamblea por la lucha de intereses
Carece la ciudad de una estrategia de largo plazo para resolver el problema de la basura
Podrían usarse incineradores, pero es una tecnología cara: titular de Servicios Urbanos
ELIA BALTAZAR /II Y ULTIMA
Aun cuando el gobierno capitalino lograra el permiso para construir un segundo piso en el Bordo Poniente, que resolvería por cuatro años más el problema del destino final de la basura en el Distrito Federal, es tiempo de pensar en una estrategia de largo plazo para el manejo de residuos sólidos, afirma Francisco González, director de Servicios Urbanos del gobierno capitalino.
A la fecha, sin embargo, la ciudad no cuenta siquiera con una ley en la materia, aunque desde hace un año la Asamblea Legislativa trabaja en una iniciativa que no ha podido ser presentada ante el pleno para su votación, entrampada en una lucha de intereses entre las fracciones.
"No se debería politizar el tema del manejo de residuos sólidos en la ciudad, pero ya lo está", afirma el diputado del Partido Verde Ecologista de México Arnold Ricalde. ƑPor qué? Explica: "el PAN pretende entregar en concesión el servicio de recolección a empresas privadas, como ocurre en la ciudad de Guadalajara. Pero el PVEM y el PRD no estamos de acuerdo, pues eso significaría dejar sin empleo a 20 mil trabajadores".
Por otra parte, agrega, se ha propuesto también poner en práctica la prepepena en los camiones recolectores, para evitar que lleguen grandes volúmenes a las plantas de transferencia. Pero en este tema el PRI se opone, por los intereses que representa el gremio de pepenadores que lidera Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, que suma mil 500 trabajadores en las tres plantas de selección.
"En la iniciativa que presentó el PRI se apunta claramente prohibir la prepepena y, en cambio, quieren que se abra el volcán de Tehoca para que se destine a la disposición final", dice el legislador del PVEM, quien por su parte ha impulsado el tema del uso de incineradores, que ya despertó la alerta en el grupo ecologista Greenpeace, dada la alta toxicidad y capacidad contaminante de este tipo de tecnología, advierte Mariana Boy, coordinadora de una campaña contra tóxicos.
Según el diputado local, la propuesta de utilizar tecnologías alternas para reducir los residuos que se generan no sólo comienza a sonar en el ámbito local, sino en el nacional. "La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales está por emitir una norma oficial mexicana en materia de incineradores. Y en la zona norte del país ya se están utilizando, como lo hace la empresa Cemex, que quema llantas y de ese modo produce energía eléctrica para su planta". Hasta ahora, aclara, sólo la iniciativa privada ha puesto en marcha este tipo de recursos, porque no los hay en estados ni en municipios.
Los argumentos del diputado local se basan en criterios económicos. Dice: "las plantas incineradoras son un buen negocio, porque pueden ser autofinanciables. Podemos, por ejemplo, otorgar la concesión a una empresa por 10 años quizá. Que los empresarios pongan toda la inversión y la maquinaria y durante el tiempo que la explotan se queden con la venta del material reciclado".
La iniciativa privada, dice, recuperaría la inversión con la venta de la energía que se genere, pues con 4 mil toneladas de basura es posible producir electricidad para 50 mil familias y los empresarios ganarían lo suficiente como para recuperar su inversión.
Asegura, además, que este esquema no significa privatizar la energía eléctrica, pues las empresas venderían la energía a la Comisión Federal de Electricidad, que a su vez la distribuiría.
Los beneficios económicos que implican los incineradores ya atraen la atención de algunas empresas mexicanas, españolas, canadienses y estadunidenses que se han acercado a las autoridades, afirma Arnold Ricalde.
Pero el tema no es tan sencillo. El director de Servicios Urbanos admite que los incineradores son una opción que se ha considerado, pero su costo obliga a pensarlo dos veces. Y advierte: "no hemos dicho que sean la solución. No podemos rechazarla o aceptarla a priori". Las razones: "es una tecnología cara para el Distrito Federal. Y por sí sola no satisface las necesidades de la ciudad, a menos que se realizara una muy fuerte inversión para instalar unas cuatro plantas".
Si bien asegura que el relleno sanitario sigue siendo la opción más viable, por su bajo costo, no descarta la posibilidad de que, a futuro, la ciudad "se apropie de aquella tecnología para saber si sería una solución a fondo para el problema de la basura". Sin embargo, el funcionario precisa: "yo no veo una sola opción, sino un paquete de alternativas que es necesario analizar".
En principio, todos los sectores coinciden en que es necesario y urgente promover la separación de la basura desde los hogares. Incluso, los legisladores analizan la posibilidad de imponer sanciones o cobrar por la cantidad de basura que se genere, para comenzar a cambiar hábitos en la población, pues actualmente cada mexicano produce en promedio un kilo de basura por cada 350 gramos que genera un estadunidense.
Según datos proporcionados por el director de Programas de Mejoramiento Urbano, Gerino Guzmán Delgado, 50 por ciento de las 12 mil 500 toneladas de residuos que produce la ciudad es materia orgánica que serviría para la elaboración de composta, 34 por ciento es reciclable y sólo 16 por ciento es basura inservible.