CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

PRI-DF: partido sin pies ni cabeza

DESDE HACE más de un año en el PRI subsiste una pregunta sin respuesta: Ƒquién se hará cargo del partido en el Distrito Federal?

PARA ESE ORGANISMO político el panorama se presenta totalmente desfavorable, desalentador, y habría quienes lo calificarían de desastroso, pero nadie en el PRI quiere ir a su rescate.

LOS POLITICOS PRIISTAS de la capital tienen muy claro que en las elecciones intermedias la derrota de su partido será mucho más sonora que en otras competencias electorales y por el momento no parece existir un remedio para los males que lo aquejan.

ES MAS, NINGUNO de sus militantes con prestigio quiere cargar con un muerto tan espectacular. En los pasillos de la Asamblea Legislativa o en el mismo partido se evitar tocar el tema, porque todos saben de qué tamaño podría ser la derrota.

PARA NO IR tan lejos, la capital del país podría ser la primera entidad en la que el Revolucionario Institucional perdiera el registro, así de grave puede ser el asunto, y los daños se tendrían que contar en el peso y la influencia política de este partido al final del gobierno panista que les arrebató la Presidencia de la República.

PARA ACCION NACIONAL, que ha tratado de conquistar terreno electoral aumentando su presencia en lugares donde hay descuido y confusión del PRD y absoluto abandono del PRI, la estrategia ha dado algunos frutos, principalmente entre la gente que se ha cansado de esperar que el priísmo la tome en cuenta.

ESA MISMA ESTRATEGIA ha horadado las muy escasas fortalezas que mantenía el partido de 70 años en la capital y los priístas del voto duro empiezan a emigrar, en su mayoría al partido azul y otros más al PRD.

SEA COMO FUERE, la cosa es que el cuerpo priísta en la ciudad de México está casi en los huesos, sin estrategia para recuperarse y a merced de algunas alianzas con las organizaciones más pequeñas para salvar uno o dos escaños, si acaso.

DE ESA FORMA y con una doble señal, el CEN del PRI deslizó la posibilidad de que María de los Angeles Moreno tomara el timón del partido para salvar lo que queda, si es que aún queda algo.

NO OBSTANTE, DETRAS de la invitación había una trampa que supo medir a tiempo, porque junto con la tumba del PRI en la capital la lideresa, dedicada absolutamente a la política, tendría que cavar su propia fosa.

EL INTENTO POR hacer a un lado a Moreno no era malo, pero María de los Angeles optó, hasta donde se nos dice, por rechazar la oferta, aunque su panorama en el futuro inmediato no esté nada claro.

DE ESA MANERA el diagnóstico para el PRI local parecería concluir con un solo calificativo: desahuciado. Lo peor es que no hay médico que quiera -o cuando menos pretenda- firmar el acta de defunción de este partido que, no hace mucho tiempo, se decía dueño de las mayorías.

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