Los acuerdos con el ex Presidente, para dar gobernabilidad al estado, afirma Nahle García
Entre Zedillo y Monreal, pacto político, no de impunidad: gobierno zacatecano
Asegura que se interpusieron varias demandas de juicio contra ex funcionarios, pero no prosperaron
PATRICIA MUÑOZ RIOS
Entre la administración federal que encabezó Ernesto Zedillo y el gobierno de Zacatecas "no hubo un pacto de impunidad" sino "acuerdos políticos", que permitieron iniciar en la entidad un proceso de reconciliación, así como la posibilidad de recuperar la gobernabilidad y estabilidad que se requería, afirmó este domingo el secretario general del Gobierno zacatecano, Arturo Nahle García.
Como parte de la relación entre el gobernador Ricardo Monreal Avila y el ex presidente no hubo ningún compromiso ni "pactos", sostuvo.
Recordó que incluso a los pocos meses de que tomó posesión, el mandatario estatal interpuso una demanda de juicio político contra los más importantes ex funcionarios de la administración priísta anterior, como el secretario de Planeación y Finanzas Raúl Rodríguez Marques; la titular de la Secretaría de la Contraloría estatal, Ana María Romo; el coordinador de Comunicación Social, Ulises Girón, y contra el director del ISSSTE en Zacatecas, Jesús Romo Montañez.
"Lamentablemente" estas acciones no prosperaron en el Congreso del estado, porque éste era mayoritariamente priísta, "no tenía el gobernador mayoría de su partido (el PRD) en la Legislatura y lograron darle carpetazo", pero la denuncia presentada "es la mejor evidencia de que no hubo compromiso de impunidad", apuntó en entrevista.
Lo que sí se debe reconocer es que se realizaron acuerdos políticos con el gobierno de Zedillo, los cuales "por cierto no cumplió" el ex Presidente, porque se convino un trato republicano que no llevó a cabo y su administración inició una embestida contra el gobierno de Zacatecas, así como otras acciones que incluyeron, a decir de Nahle García, el maltrato sistemático, la cancelación de obras y otras más, "fue un periodo no duro sino durísimo", que culminó con una marcha que encabezó el propio gobernador Monreal y todos sus alcaldes hacia la ciudad de México "para frenar esta situación", agregó.
El secretario de Gobierno de Zacatecas explicó que con Zedillo "lo que sí hubo" fue un resarcimiento del patrimonio del estado, pues en el gobernador Monreal, en su primer acuerdo con el mandatario federal, le informó de un faltante por unos 30 millones de pesos en las arcas estatales y que se tenían todos los indicios de que este dinero se había canalizado a la campaña del candidato del PRI a la gubernatura, José Olvera .
"Zedillo nos regresó este dinero a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, e incluso otros 40 millones de apoyo adicional, como prueba de la nueva relación entre ambos poderes y para sanear las finanzas que estaban destrozadas, pues había una deuda cercana a los 500 millones de pesos y no había ni para pagar los aguinaldos; pero esto no significa de ninguna forma que hubo un acuerdo de impunidad", señaló el funcionario, quien explicó que mucho menos se puede hablar de que se intentó comprar al gobierno de Monreal, pues "nos fuimos encima de los más importantes ex funcionarios del gobierno de la pasada administración y la relación nunca fue cordial, sino más bien tensa".
"Relación terrible con el ex Presidente; nos traía jodidos"
Abundó que la relación con Zedillo fue "terrible; nos traía jodidos, nos cancelaba obras, no nos incluía en programas, durante seis meses se le estuvo pidiendo audiencia para el gobernador y este gobierno estuvo tocando puertas con los secretarios de estado para llevar a cabo acciones, porque el centralismo es un fenómeno que no ha desaparecido en nuestro país y el gobierno maneja de manera discrecional muchos recursos" explicó el funcionario. Sostuvo que "ahora con el presidente Vicente Fox" las cosas han mejorado un poco.
Reconoció que "ciertamente los acuerdos políticos que se hicieron con Zedillo tenían la intención de llevar la fiesta en paz, pero no fue así, pues no los cumplió y la marcha fue la gota que derramó el vaso, y es que estos convenios buscaban darle al estado gobernabilidad porque tenía una Legislatura totalmente en su contra, todos los diputados federales eran priístas y la mayoría de los presidentes municipales también eran del PRI, además, obviamente del jefe del Ejecutivo, y tenía una conformación política muy complicada y la necesidad de iniciar un proceso de reconciliación estatal para darle a la entidad más tranquilidad".