La Jornada estuvo tres días con la cantante en el convento de Brasil
Sabía que tenía un don y mi misión era aprovecharlo: Gloria Trevi
"Amo al público, el escenario es lo máximo, cuando salga seguiré haciendo discos", dice
Siempre hay que luchar por lo que uno cree correcto, expresa la cantante en entrevista
ROBERTO LAMADRID ESPECIAL
Brasilia, 12 de agosto. Durante tres días consecutivos, este medio se introdujo a las instalaciones del convento de las hermanas escalabrinianas para registrar minuciosamente la atmósfera en la que vivía Trevi.
Por una rendija entra el brillo del sol. Y también por ahí se alcanza a ver la salida a la libertad. El portón del patio central se abre y entra Gloria Ruiz (madre de Trevi); atrás de ella, unos trabajadores con bolsas de supermercado y una lavadora de ropa. Hay alboroto en el convento. Es Gloria Trevi que sale a recibir los regalos. "Mira cuántas cosas te trajeron: un recogedor, una fibra para el baño, un ácido quitacochambre para la estufa, y desodorantes", señala emocionada una religiosa que ayuda a recibir la despensa. El refrigerador, que sí es de las monjas, está desordenado, lleno de pocillos, recipientes de plástico y bolsas con alimentos, algunos casi en descomposición. El lavadero es general, para una especie de casa dúplex que está dentro del convento y que fue asignada para que Trevi y María Raquenel Portillo, Mary Boquitas, cumplieran el arraigo domiciliario concedido el pasado 25 de julio y cancelado el 5 de agosto. Afuera, en el jardín y en la calle, están los policías federales que custodian el encargo de la justicia.
"Hija, ya está instalada la lavadora", interrumpe la madre de la cantante. Gloria se levanta del suelo, en el que mientras limpiaba un rincón conversaba. Se dirige hacia el patio donde hay un cuarto de lavado.
Gran celebración
Es día de fiesta, de celebrar que está fuera de la cárcel, que respira tranquila y se siente más confiada en sus abogados. Levanta la mano inesperadamente, da un giro, echa un brinco y asevera: "Me voy a cambiar porque estoy muy contenta". Sube corriendo las escaleras. En el jardín, en el patio, en el cuarto de servicio... se captura una escena de ilusión. Los rayos solares vuelven a brillar entre las cortinas y las ventanas del convento.
Media hora después, Gloria baja convertida en princesa. Camina con elegancia, con sus modernas zapatillas. Viste pantalón ajustado color negro, blusa tipo seda color mamey. El escote es discreto, pero sensual. En las manos lleva cadenas de oro, de fantasía. El cabello lo lleva largo ondulado, brillante, sedoso, bien peinado. La cara, con un poco de rubor y lápiz labial. Tal como si estuviera a unos minutos de salir al escenario y ofrecer su mejor concierto. Con las manos, un poco desgastadas por el quehacer, sujeta con firmeza a su bebé. Lo acaricia, lo mima, lo abraza, sin actuar, sin restricción ni pose; lo lanza hacia al cielo festejando una libertad de fantasía. Señora y mujer al mismo tiempo. Madre y diva.
"Ya está la comida", vuelve a gritar la madre de Trevi. Se habían preparado unas burritas de queso con chipotle y tortillas de harina, platillo desconocido en Brasil, sobre todo porque no se come picante.
"Saben que me matan los tacos, cualquier taco, y el chipotle, mi bendición". Agradece Gloria a unos familiares que desde México le habían traído tres costales de abarrotes. Festejaba volver a saber del mole doña, de los chiles jalapeños, de los dulces pulparindos, de las palomitas de maíz y latas de chilorio. Se sienta a la mesa, toma el plato y coge el taco como si hubiera estado tres años en la guerra, sin probar bocado. Después lo mastica lentamente, lo saborea, lo acaricia con los dientes, las lágrimas ruedan por su rostro. Está probando el sabor de la libertad.
El chipotle se escurre por sus dedos y su plato. La escena es única. Parece familiar. Parece surrealista. Las monjas y la familia impávidos, y ella llorando.
-Te gusta el chile?
-(Ja, ja, ja. Suelta la carcajada, ríen los presentes) Oye, qué pasó... ƑCómo no? Es mi México, es mi pasión por la tierra, por mi cultura, mi tradición. Me duele que por ahí digan que ya no lo quiero, que lo odio. Me duele mucho porque antes que ser artista soy mexicana.
Toma un vaso, destapa una botella de refresco de cola de dieta, lo sirve y lo toma como si fuera el vino más rico. "Y esto, es la bebida que más amo", dice.
El reloj ha transcurrido rápidamente, son las 6 de la tarde, ya está casi oscuro. Las monjas lo advierten y la visita termina. La hora límite son las 4 de la tarde.
Las puertas del convento se cierran y ahí queda una Gloria con lavadora nueva, comida mexicana y una felicidad que terminaría en los siguientes días. "Pero mañana vengan por favor, Ƒsí, mamá?", se despide Gloria a través de la ventana.
Gusto por pensar en la vida
Un tendedero a lo largo de todo el patio. Camisetitas, calzoncitos, calcetines, un brasier, un bikini, un pantalón y una falda. Gloria Trevi descuelga la ropa. Con una mano desengancha y con la otra sujeta a su hijo. "Qué travieso e inquieto. Pero, Ƒno es precioso?" El niño, con unos cuantos cabellos rubios, apiñonado y expresión despierta. Las monjas rezan en otra sección del convento, de aproximadamente una hectárea y con aspecto de oficinas gubernamentales, tipo las de la Normal Superior de México.
-ƑCómo eras de niña?
-Era soñadora. Me gustaba pensar en la vida, sabía que tenía un don y que mi misión era aprovecharlo.
-ƑCon qué soñabas?
-Con ser famosa. Quería ser la mujer, la cantante más famosa del mundo. Antes de serlo me preguntaba: Dios Ƒpor qué si tengo el don de componer, si tengo tanta creatividad, no me permites ser famosa? Quería ser muy, muy famosa.
-ƑEsa era tu meta?
-Sí y no. Mi meta también era componer canciones hasta el final de mi vida. Cantar, bailar, brincar, gozar la libertad y la felicidad que tenemos todos los humanos. Desde niña me siento una persona muy creativa, con muchas ideas. Siempre activa, siempre pensando en innovar, en inventar. Ve mis cómics, siempre con ideas de todo tipo.
-ƑEn qué te inspirabas para escribir las letras de tus canciones?
-En todo, en la gente; en todo lo que le pasaba al mundo. Por ejemplo en El recuento de los daños trato de dibujar una sociedad y un individuo. Y cuando canto lo siento con toda mi alma.
Termina de recoger su ropa del tendedero. Se dirige al jardín central del convento para darse y darle a su bebé un baño de sol. En eso sale María Raquenel Portillo, Mary Boquitas, enfundada en jeans ajustados y una blusa de moda. Delgada, con un poco de ojeras, el rostro tímido, pero alegre porque su madre también estaba de visita. Saluda a Gloria, le da un beso al bebé e indica: "Voy con mi mamá que está en la cocina". Se va y Gloria continúa la plática.
-Cuando salgas de aquí, Ƒqué pasará?
-Seguiré componiendo mis discos. Seguiré cantando. Amo a la gente. Amo a mi público; el escenario es lo máximo, cantar es lo máximo. Seguiré haciendo discos.
-ƑLa cárcel no te ha cansado como para dedicarte a otra cosa?
-No, jamás. Siempre la dignidad, luchar por lo que uno cree es correcto.
-ƑEsa debería ser la meta de la mujer mexicana?
-No sólo de la mujer, de todos. En uno está el éxito, en lo que creemos. Siempre hay que luchar por ello, morirnos en esa búsqueda.
-Tu cuerpo. ƑCómo le haces para tener un bonito cuerpo después de todo lo que has pasado? ƑEs parte de ese mismo pensamiento?
-Sí, de salir adelante y cuidarme. Soy muy tragona. Me gusta todo, pero me debo cuidar porque soy una artista. Para triunfar en la vida se necesita disciplina. Cuando grababa las películas o estaba en mis programas de televisión era un sacrificio de verdad: comía una cucharada de miel, poquito para estar siempre en línea. (Hace una pausa.) De ahí se agarraron para después decir que esas mujeres (se refiere a las ex integrantes de su grupo que la acusaron de violación, rapto y corrupción de menores) sufrían en la miseria, en el hambre. La actitud de triunfo es también de rigor, si quieres ser alguien en la vida debes esforzarte al máximo. El éxito no viene sólo.
"Envidias"
-ƑPor qué te culparon?
-Por envidias. Mira, si yo me hubiera declarado víctima también, desde hace dos años estuviera en libertad. Pero no. Lo que es es. Y lo que no es no es. Todo esto es una injusticia... lo que están haciendo.
-Se informó que demandarás a algunos medios de comunicación.
-Se está estudiando, porque el daño es grande. Pero mira, por respeto a mis abogados, son ellos los que tienen que contestar.
"No hubo la película que me pediste, pero te traje casetes vírgenes y te compré una videocasetera para que la coloquemos en tu televisor", interrumpe la voz de Gloria Ruiz (su madre), que lleva muchas bolsas. "Ah.... y un reloj de mano, que también te compré."
-Qué películas te gustan?
-Las comedias.