Víctor Gutiérrez aprovechó un rebote de Dautt
Cruz Azul sumó sus primeros tres puntos: venció 1-0 al local Tigres
Monterrey, NL, 15 de agosto. Cruz Azul se enfrentó a la adversidad y sumó los primeros tres puntos en el torneo Apertura al vencer 1-0 a Tigres como visitante en el juego pendiente de la fecha dos, con el que la afición regiomontana inauguraba la temporada en el estadio Universitario.
Un rebote del arquero Oscar Dautt no pudo ser más oportuno para Víctor Gutiérrez, quien a los 42 minutos de juego logró un disparo directo y contundente, el único gol en el marcador para que la Máquina se repusiera de la derrota que sufrió en el debut frente a Tecos.
Y es que el cuadro cementero que dirige José Luis Trejo había llegado mermado del cuadrangular español Teresa Herrera, que arrojó un saldo de varios lesionados. De entrada viajó a Monterrey sin Sergio Almaguer, Tomás Campos ni Julio César Pinheiro, y con la inseguridad de que el goleador Sebastián Abreu se recuperara a tiempo, lo que sí ocurrió.
Pero no fue la noche de El Loco, quien después de haber volado un balón en la única oportunidad clara que había tenido fue llamado a abandonar el campo a los 60 minutos, lo que el uruguayo hizo a regañadientes por la decisión del técnico, en medio de una rechifla de la fanaticada regia.
Antes, Trejo ya había salido a la cancha con un significativo cambio en el medio campo, el del argentino Mariano Messera, a quien suplió con Gerardo Blanco con la intención de asegurar en su zona de contención una paulatina defensiva al ataque felino que amenazaba con subir de tono.
El panorama del segundo tiempo se había complicado para los cruzazulinos, pues habían salido con sólo 10 hombres tras la expulsión, en el ocaso de la primera mitad, de Miguel Zepeda, por acumulación de tarjetas tras una cargada sobre Wálter Gaitán.
Los hombres de Ricardo Tuca Ferreti no carecieron de intenciones. Se instalaron en el campo de los visitantes durante el segundo tiempo, pero sus llegadas, primero con Víctor de Nigris, Irenio Soares y más tarde con el propio Gaitán, carecieron de ángulos propicios y de tranquilidad para bajar y controlar los balones, aunque un par de ellos se estrellaron con el dominio de Oscar Pérez.