En Morelia la Organización Ramírez canceló la exhibición
del filme
Bate récord de taquilla El crimen del padre
Amaro
Cuando se ofende "nuestra fe y principios tenemos derecho a defenderlos":
Bertello
Entre manifestaciones de protesta y un operativo
de seguridad para prevenir incidentes, se estrenó este viernes la
controvertida cinta El crimen del padre Amaro, la cual atrajo miles
de espectadores que desde temprana hora formaron largas filas para conseguir
boleto de entrada en más de 300 salas cinematográficas.
En todo el país se pudo apreciar el filme de Carlos
Carrera, a excepción de Morelia, Michoacán, donde la Organización
Ramírez, dueña del complejo Cinépolis, decidió
cancelar la exhibición de la cinta. La cadena explicó que
no tenía copias suficientes para la presentación. Cabe recordar
que el clero de esa capital fue el primero en manifestarse contra la proyección
del filme; incluso, la noche del jueves, en todas las parroquias de la
ciudad hubo misas en desagravio.
Entre
los primeros que vieron el filme destacaron integrantes de la cúpula
perredista, encabezados por su presidenta nacional, Rosario Robles. El
secretario general del partido, Carlos Navarrete, explicó que "ni
el gobierno ni la Iglesia tienen derecho a imponer criterios a la población
para ver teatro, obras de arte o películas que consideren convenientes".
Expresó que acudían al cine no en actitud
de reto a la Iglesia católica y a los grupos derechistas como Pro
Vida, sino como muestra de que la izquierda mexicana ejerce sus derechos
sin cortapisas.
Mientras las salas de exhibición registraron una
nutrida asistencia y el boletaje se agotó en las funciones vespertinas
y nocturnas de la ciudad de México, el nuncio apostólico,
Giusseppe Bertello, manifestó su desaprobación a la película,
argumentando que es ofensiva a la fe católica. Entrevistado en Aguascalientes,
sostuvo que cuando se ofende algo que toca directamente "nuestra fe y principios
tenemos derecho a defenderlos". En tono similar se expresó el arzobispo
de Yucatán, Emilio Berlié Belaunzarán, quien puntualizó
su desaprobación a que una novela escrita en Portugal en el siglo
xix se utilice para hacer daño y para crear lo que se llama técnicamente
similitud.
Mencionó que el filme se recrea en Veracruz, para
dar la impresión de que es un acontecimiento que acaba de pasar.
Criticó la ayuda del gobierno federal para la realización
de la obra, cuando hay muchos rubros sociales en qué invertir. "Alertamos
a nuestra gente, porque es nuestro deber, y quien decida ver la película
en el momento que acuda al confesionario, sabrá su penitencia",
subrayó.
Como se previó, durante el estreno de la cinta
hubo manifestaciones de inconformidad de grupos católicos ligados
a Pro Vida. En las salas de Cinemex Loredo y de Cinemark Pedregal, la organización
Juventus, encabezado por Eduardo Islas, expresó que el filme es
una "blasfemia contra nuestra fe", y desplegó una manta con la consigna:
"Los que aman a la Virgen, no vean esta película". Interrogado sobre
la presencia de integrantes de Pro Vida, Islas explicó: "Nosotros
somos jóvenes, por eso nos tenemos que apoyar en los adultos". Refirió
que seguirán las protestas este fin de semana en otros centros de
exhibición.
La polémica motivó que desde temprano los
espectadores hicieran largas filas para entrar a las salas cinematográficas.
La distribuidora Columbia Tristar informó que este viernes se estableció
un récord de audiencia al venderse 20 mil boletos en un solo día,
cifra superior a la del estreno de El hombre araña, que vendió
17 mil entradas en un día.
Al salir del cine, Angélica Salcedo, estudiante
de preparatoria, señaló: "Lo que me atrajo fue el morbo y
Gael. A mí no me pareció tan grave; sí tiene sus cosas
fuertes, como la escena del aborto, pero nada del otro mundo. No sé
por qué hicieron tanto argüende; lo del manto se me hizo una
escena muy erótica. Además Gael está muy bien en su
actuación".
Los jóvenes Magdalena y Franco coincidieron en
señalar que el escándalo los hizo ver el filme: "Se habló
tanto de la película que decidimos asistir a la primera función.
El crimen del padre Amaro es una buena película que muestra
nuestra realidad. Nos gustó mucho".
En medio del debate, la Secretaría de Seguridad
Pública capitalina estableció un operativo con 200
policías para prevenir enfrentamientos en las salas de exhibición.
Marcelo Ebrard, titular de la dependencia, informó que aun cuando
no se esperaban incidentes, pues el Distrito Federal "es una ciudad muy
tolerante, se tomó la decisión de vigilar para evitar algún
problema. El objetivo es garantizar la libertad y el derecho de las personas
de asistir a ver la película que quieran". (JORGE CABALLERO,
CLAUDIA HERRERA, ANGEL BOLAÑOS, Y LOS CORRESPONSALES ERNESTO MARTINEZ,
RUBEN VILLALPANDO Y ADRIANA JURADO)