Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 17 de agosto de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas
  >

Correo Ilustrado
Felicita al presidente Fox por cancelar su viaje a Texas

Querida Carmen: Mucho te agradecería publicar en El Correo Ilustrado las siguientes líneas:

Quiero felicitar al presidente Fox y/o al asesor que lo hizo cancelar un viaje a Texas en expresa protesta por la ejecución ilegal de un mexicano en aquel Estado de los Estados Unidos.

Sin embargo, de los derechos humanos que le fueron negados al reo en cuestión, el que me parece más indiscutible es el de despedirse de sus padres con un abrazo. Más que ninguna tergiversación legal, esta negativa resulta lo suficientemente falta de civilización como para que nadie que se estime civilizado vuelva a aceptar ningún trato con la gente que la creó y que la respalda.

Bárbara Jacobs
 



Lamenta polémicas acerca del Programa Nacional de Lectura

Estimada directora: Le agradeceré la publicación de esta carta, que hubiese querido dirigir a un "Defensor del Lector", imprescindible institución creada en otros países en periódicos tan respetados y respetables como el suyo, pero del que los lectores de diarios mexicanos carecemos, ya que considero que mis derechos como lector atento y asiduo desde hace muchos años del diario La Jornada han sido vulnerados, por informaciones imprecisas e insuficientes publicadas recientemente en ese periódico. Paso a explicarme.

En estos tiempos en que la constante en la política y la vida social mexicana es la crispación, la falta de entendimiento y la intolerancia de todo signo (recordemos que Voltaire decía que sólo se puede ser intolerante contra la intolerancia misma), resulta sorprendente que su periódico, del que esperaríamos no fuese intransigente e intolerante, no contribuya a serenar los ánimos. En efecto, en relación a la cobertura noticiosa dada al Programa Nacional de Lectura y a la reciente selección de títulos para las bibliotecas de aula, me encuentro con noticias alarmantes en la sección de Política (¡!) cuyos encabezados rezan así: "Octavio Paz y Carlos Fuentes, excluidos en la selección para bibliotecas de aula"; "Crimen de lesa humanidad", "El compendio demuestra ineptitud de los 'expertos'"; "La lista de libros de la SEP muestra desdén por México" y así por el estilo.

Lleno de confusión ante tan terribles y desconcertantes noticias y como en su diario no pude encontrar información precisa al respecto, como por ejemplo, qué autores sí habían sido seleccionados, recurrí a una dirección de Internet (http://lectura.ilce.edu.mx) publicada en un desplegado de la SEP, y descubro, con gozoso asombro, que lejos de tener que preocuparme y salir a la calle enarbolando la Bandera de la Santa Indignación de las Gloriosas Letras Nacionales Ofendidas, en la lista de los aproximadamente 25 títulos por grado (292 títulos en total) hay autores, nacionales y, afortunadamente, también extranjeros (¿por qué a estas alturas de la vida nos sigue asaltando de cuando en cuando un parroquialismo cultural verdaderamente infantil?), como Horacio Quiroga, Rudyard Kipling, H.C. Andersen, Saint-Exupéry, E.A. Poe, Ibargüengoitia, Chéjov, Tolstoi, Pennac, Neruda, Moliere, Bécquer, Julio Verne, Ray Bradbury, Hawthorne, Mark Twain, Swift, Borges, Arreola, Rulfo, José Emilio Pacheco y G.K. Chesterton, entre otros muchos. Hay también antologías de cuentos (en las que sí incluye, ¡oh sorpresa!, a Carlos Fuentes) y de leyendas, de obras de teatro, y narraciones mayas y de nuestras culturas populares. Además hay, por suerte, diccionarios y muchas otras obras de divulgación científica, pues las bibliotecas de aula y escolares no deben ni pueden limitarse a incluir nada más (a pesar de lo que digan los literatos) obras de carácter literario.

Me pregunto yo, ¿qué padre o madre de familia no estará ahora feliz de que, ¡por fin!, sus hijos tengan en sus aulas en la escuela pública una biblioteca básica? ¿Qué alumnos no estarán contentos de poder tener acceso en su propio salón de clases a libros que les ayudarán a resolver dudas y les harán disfrutar gratos momentos?

Que algunos autores, valiosos eso sí, no estén incluidos en esta primera selección no es motivo para preocuparnos francemente. Ya lo estarán, pues confío en que esas bibliotecas se irán incrementando con otros títulos año con año. Lo importante es que las autoridades educativas han tomado cartas en el asunto, y ahora sí tenemos un Programa Nacional de Lectura y se están tomando acciones claras y decididas para que los libros sean los compañeros inseparables de nuestros hijos. ¡Enhorabuena por este esfuerzo! Pero, ¡qué lástima que nos perdamos en polémicas artificiales y estériles!

Atentamente

Marco Aurelio Torres H.



El doble discurso, signo actual de instituciones culturales, opina

Señora directora: Una de las características sustantivas de la cultura política mexicana es la actitud despreciativa y la simulación como ejes de su actuación pública.

El doble discurso (por simulador e hipócrita) de las instituciones educativas y culturales se ha puesto en evidencia en tan sólo unos días. Por un lado, Lorenzo Gómez-Morin presenta una lista de editoriales favorecidas (antes que un listado razonado de libros para promover la lectura entre los niños), pero cuando era secretario de Educación en Baja California desmanteló el Programa Estatal de Educación (favoreciendo a sus asesores religiosos), fortaleció las estructuras corporativas y panistas de su administración. Todavía tuvo la desfachatez de presentar un libro que no escribió ni preparó (El arcorisis de los niños) de la mano de su asesor estrella Manuel del Postigo.

Hoy, no es raro que haya dicho públicamente dos versiones contradictorias de su decisión; por un lado, un día dice que sus "asesores y especialistas" diseñaron la lista famosa y, otro día "que fue exclusivamente por razones económicas por las que los autores y editores mexicanos no estuvieron incluidos. Hay que decirlo como es, la lista fue resultado de un negocio antes que un estudio que evaluara las condiciones lectoras de los estudiantes.

Si no hay autores clásicos universales, también no es extraño que no estén incluidos autores regionales que representaran en sus áreas educativas a cada una de las entidades.

Pero esos son los asesores que han llevado a la catástrofe silenciosa de la educación en México, que durante décadas ha experimentado la contracultura del autoritarismo, el corporativismo y el clientelismo político.

Por otro lado, la tradicional unidad creativa y docencia, hoy son enemigos públicos para la Secodam. ¿Acaso Conaculta no fue consultada? No lo creo. La simulación, el discurso banal, la mentira y el favoritismo corporativo son los signos actuales de la administración de las instituciones culturales y artísticas.

Ante esas condiciones, ¿qué hacer? Sostener, como siempre, los valores de la integridad y perseverar junto con otros creadores y escritores en la rebeldía de la crítica y el compromiso por la nación. ¿Dónde están ahora los "amigos" intelectuales de Fox? ¿Comprando con el silencio su asesoría?

Atentamente

Manuel Acuña, Tijuana, B.C.



Respuesta de Víctor Hugo Rascón Banda a carta publicada

Estimada directora: Con relación a la carta del señor Jorge Anaya publicada ayer en El Correo Ilustrado, me permito responder lo siguiente:

Lo que narré en La Jornada lo pude presenciar gracias a que estuve presente en el proceso de selección final de la lista de libros de la SEP el 5 de agosto pasado.

¿Cómo saber el procedimiento erróneo de la SEP, desde mi casa o desde Sogem? Gracias a que estuve presente, pude escuchar la exposición de motivos de la doctora Elisa Bonilla y presenciar lo sucedido en la mesa de tercero de secundaria. Al iniciarse la sesión y enterarnos de las características del programa, Felipe Garrido y yo discutimos sobre si nos quedábamos o nos retirábamos como un acto de protesta. Decidimos quedarnos y mi protesta, la dejé por escrito al final de la sesión, con sugerencias acerca de cómo cambiar el procedimiento y perfeccionar el programa.

Para hablar con conocimiento de causa de lo que sucede en un proceso tan discutible, hay que estar ahí y expresar los desacuerdos como lo hice durante todas las sesiones de ese día lunes 5 de agosto.

El consejo directivo de Sogem ha acordado que sus miembros, incluyendo al presidente, acepten invitaciones a concursos relacionados con la cultura para proponer ideas o para denunciar procedimientos erróneos como es el caso.

Víctor Hugo Rascón Banda, presidente de Sogem
 
 
 


 
Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año