Felicita al presidente Fox por cancelar su
viaje a Texas
Querida Carmen: Mucho te agradecería publicar
en El Correo Ilustrado las siguientes líneas:
Quiero felicitar al presidente Fox y/o al asesor que lo
hizo cancelar un viaje a Texas en expresa protesta por la ejecución
ilegal de un mexicano en aquel Estado de los Estados Unidos.
Sin embargo, de los derechos humanos que le fueron negados
al reo en cuestión, el que me parece más indiscutible es
el de despedirse de sus padres con un abrazo. Más que ninguna tergiversación
legal, esta negativa resulta lo suficientemente falta de civilización
como para que nadie que se estime civilizado vuelva a aceptar ningún
trato con la gente que la creó y que la respalda.
Bárbara Jacobs
Lamenta polémicas acerca del Programa Nacional
de Lectura
Estimada directora: Le agradeceré la publicación
de esta carta, que hubiese querido dirigir a un "Defensor del Lector",
imprescindible institución creada en otros países en periódicos
tan respetados y respetables como el suyo, pero del que los lectores de
diarios mexicanos carecemos, ya que considero que mis derechos como lector
atento y asiduo desde hace muchos años del diario La Jornada han
sido vulnerados, por informaciones imprecisas e insuficientes publicadas
recientemente en ese periódico. Paso a explicarme.
En estos tiempos en que la constante en la política
y la vida social mexicana es la crispación, la falta de entendimiento
y la intolerancia de todo signo (recordemos que Voltaire decía que
sólo se puede ser intolerante contra la intolerancia misma), resulta
sorprendente que su periódico, del que esperaríamos no fuese
intransigente e intolerante, no contribuya a serenar los ánimos.
En efecto, en relación a la cobertura noticiosa dada al Programa
Nacional de Lectura y a la reciente selección de títulos
para las bibliotecas de aula, me encuentro con noticias alarmantes en la
sección de Política (¡!) cuyos encabezados rezan así:
"Octavio Paz y Carlos Fuentes, excluidos en la selección para bibliotecas
de aula"; "Crimen de lesa humanidad", "El compendio demuestra ineptitud
de los 'expertos'"; "La lista de libros de la SEP muestra desdén
por México" y así por el estilo.
Lleno de confusión ante tan terribles y desconcertantes
noticias y como en su diario no pude encontrar información precisa
al respecto, como por ejemplo, qué autores sí habían
sido seleccionados, recurrí a una dirección de Internet (http://lectura.ilce.edu.mx)
publicada en un desplegado de la SEP, y descubro, con gozoso asombro, que
lejos de tener que preocuparme y salir a la calle enarbolando la Bandera
de la Santa Indignación de las Gloriosas Letras Nacionales Ofendidas,
en la lista de los aproximadamente 25 títulos por grado (292 títulos
en total) hay autores, nacionales y, afortunadamente, también extranjeros
(¿por qué a estas alturas de la vida nos sigue asaltando
de cuando en cuando un parroquialismo cultural verdaderamente infantil?),
como Horacio Quiroga, Rudyard Kipling, H.C. Andersen, Saint-Exupéry,
E.A. Poe, Ibargüengoitia, Chéjov, Tolstoi, Pennac, Neruda,
Moliere, Bécquer, Julio Verne, Ray Bradbury, Hawthorne, Mark Twain,
Swift, Borges, Arreola, Rulfo, José Emilio Pacheco y G.K. Chesterton,
entre otros muchos. Hay también antologías de cuentos (en
las que sí incluye, ¡oh sorpresa!, a Carlos Fuentes) y de
leyendas, de obras de teatro, y narraciones mayas y de nuestras culturas
populares. Además hay, por suerte, diccionarios y muchas otras obras
de divulgación científica, pues las bibliotecas de aula y
escolares no deben ni pueden limitarse a incluir nada más (a pesar
de lo que digan los literatos) obras de carácter literario.
Me pregunto yo, ¿qué padre o madre de familia
no estará ahora feliz de que, ¡por fin!, sus hijos tengan
en sus aulas en la escuela pública una biblioteca básica?
¿Qué alumnos no estarán contentos de poder tener acceso
en su propio salón de clases a libros que les ayudarán a
resolver dudas y les harán disfrutar gratos momentos?
Que algunos autores, valiosos eso sí, no estén
incluidos en esta primera selección no es motivo para preocuparnos
francemente. Ya lo estarán, pues confío en que esas bibliotecas
se irán incrementando con otros títulos año con año.
Lo importante es que las autoridades educativas han tomado cartas en el
asunto, y ahora sí tenemos un Programa Nacional de Lectura y se
están tomando acciones claras y decididas para que los libros sean
los compañeros inseparables de nuestros hijos. ¡Enhorabuena
por este esfuerzo! Pero, ¡qué lástima que nos perdamos
en polémicas artificiales y estériles!
Atentamente
Marco Aurelio Torres H.
El doble discurso, signo actual de instituciones culturales,
opina
Señora directora: Una de las características
sustantivas de la cultura política mexicana es la actitud despreciativa
y la simulación como ejes de su actuación pública.
El doble discurso (por simulador e hipócrita) de
las instituciones educativas y culturales se ha puesto en evidencia en
tan sólo unos días. Por un lado, Lorenzo Gómez-Morin
presenta una lista de editoriales favorecidas (antes que un listado razonado
de libros para promover la lectura entre los niños), pero cuando
era secretario de Educación en Baja California desmanteló
el Programa Estatal de Educación (favoreciendo a sus asesores religiosos),
fortaleció las estructuras corporativas y panistas de su administración.
Todavía tuvo la desfachatez de presentar un libro que no escribió
ni preparó (El arcorisis de los niños) de la mano
de su asesor estrella Manuel del Postigo.
Hoy, no es raro que haya dicho públicamente dos
versiones contradictorias de su decisión; por un lado, un día
dice que sus "asesores y especialistas" diseñaron la lista famosa
y, otro día "que fue exclusivamente por razones económicas
por las que los autores y editores mexicanos no estuvieron incluidos. Hay
que decirlo como es, la lista fue resultado de un negocio antes que un
estudio que evaluara las condiciones lectoras de los estudiantes.
Si no hay autores clásicos universales, también
no es extraño que no estén incluidos autores regionales que
representaran en sus áreas educativas a cada una de las entidades.
Pero esos son los asesores que han llevado a la catástrofe
silenciosa de la educación en México, que durante décadas
ha experimentado la contracultura del autoritarismo, el corporativismo
y el clientelismo político.
Por otro lado, la tradicional unidad creativa y docencia,
hoy son enemigos públicos para la Secodam. ¿Acaso Conaculta
no fue consultada? No lo creo. La simulación, el discurso banal,
la mentira y el favoritismo corporativo son los signos actuales de la administración
de las instituciones culturales y artísticas.
Ante esas condiciones, ¿qué hacer? Sostener,
como siempre, los valores de la integridad y perseverar junto con otros
creadores y escritores en la rebeldía de la crítica y el
compromiso por la nación. ¿Dónde están ahora
los "amigos" intelectuales de Fox? ¿Comprando con el silencio su
asesoría?
Atentamente
Manuel Acuña, Tijuana, B.C.
Respuesta de Víctor Hugo Rascón Banda
a carta publicada
Estimada directora: Con relación a la carta
del señor Jorge Anaya publicada ayer en El Correo Ilustrado,
me permito responder lo siguiente:
Lo que narré en La Jornada lo pude presenciar
gracias a que estuve presente en el proceso de selección final de
la lista de libros de la SEP el 5 de agosto pasado.
¿Cómo saber el procedimiento erróneo
de la SEP, desde mi casa o desde Sogem? Gracias a que estuve presente,
pude escuchar la exposición de motivos de la doctora Elisa Bonilla
y presenciar lo sucedido en la mesa de tercero de secundaria. Al iniciarse
la sesión y enterarnos de las características del programa,
Felipe Garrido y yo discutimos sobre si nos quedábamos o nos retirábamos
como un acto de protesta. Decidimos quedarnos y mi protesta, la dejé
por escrito al final de la sesión, con sugerencias acerca de cómo
cambiar el procedimiento y perfeccionar el programa.
Para hablar con conocimiento de causa de lo que sucede
en un proceso tan discutible, hay que estar ahí y expresar los desacuerdos
como lo hice durante todas las sesiones de ese día lunes 5 de agosto.
El consejo directivo de Sogem ha acordado que sus miembros,
incluyendo al presidente, acepten invitaciones a concursos relacionados
con la cultura para proponer ideas o para denunciar procedimientos erróneos
como es el caso.
Víctor Hugo Rascón Banda, presidente
de Sogem