Autoriza el Tribunal Supremo a Tel Aviv para confiscar tierras palestinas
Desafía el ejército israelí: continuará
usando a civiles como escudos humanos
Sharon tenía preparado un plan para deportar a Arafat hacia Líbano
o Siria, informa la televisión
Sigue descendiendo la popularidad del premier derechista; sólo 46
por ciento aprueba su gestión
AFP, REUTERS, DPA Y PL
Jerusalen, 16 de agosto. El ejército de
Tel Aviv anunció este viernes que continuará con su práctica
de utilizar a civiles como escudos humanos para detener a activistas
pa-lestinos, al tiempo que el Tribunal Supremo israelí dio luz verde
al gobierno del ultraderechista primer ministro Ariel Sharon para confiscar
tierras palestinas.
La televisión, por otra parte, informó que
el gobernante tenía desde hace varios meses preparado un plan para
deportar a Yasser Arafat, presidente de la Autoridad Nacional Palestina
(ANP).
De acuerdo con el plan, Arafat iba a ser detenido en su
cuartel general de Ramallah, y "abandonado" en una región deshabitada
en un país vecino que no tuviera relaciones con Estados Unidos,
presumiblemente Líbano o Siria.
Sharon había presentado este plan, elaborado por
el entonces je-fe del ejército Shaul Mofaz, a su gabinete, que lo
rechazó por considerar que las reacciones negativas que se iban
a producir en el extranjero en el caso de llevar a cabo la deportación
del mandatario de la ANP podrían superar a los esperados efectos
positivos.
La controvertida práctica de Tel Aviv de emplear
escudos humanos, que en el ejército israelí se conoce
como "procedimiento de vecinos", se aplica cuando los soldados rodean un
casa en donde se sospecha la presencia de un activista palestino.
Un joven palestino de 19 años de edad fue muerto
a tiros la no-che del miércoles anterior en el norte de Nablus luego
de que los soldados le ordenaron ir de casa en casa en un sector previamente
sellado por el ejército para que llamara a los habitantes
a salir.
Al llamar a cierta puerta, el pa-lestino fue acribillado
por disparos, que según el ejército venían del interior
de esa vivienda.
Testigos afirman que los soldados que pidieron al joven
llamar a la puerta de la vivienda, que incluso le habían dado un
chaleco contra balas, fueron quienes lo ultimaron, disparándole
a la cabeza.
Debate nacional
La
muerte del joven desató un debate en Israel que llevó al
ejército a discutir la suspensión del "procedimiento de vecinos",
como había prometido en mayo el Tribunal Supremo, pero finalmente
los militares decidieron limitar esa práctica a casos extremos,
"cuando no exista otra opción", dijo al diario Maariv un
oficial militar.
El diario Haaretz, a su vez, citó a un oficial
policial de alto rango que aseguró que el método, prohibido
por la Cuarta Convención de Ginebra, "ha sido utilizado cientos
de veces para dar con personas buscadas y registrar casas por el temor
a bombas trampa".
Por otra parte, el Tribunal Su-premo confirmó otra
controvertida práctica del ejército y lo autorizó
a decomisar tierras de cultivo palestinas para garantizar la seguridad
de los asentamientos judíos, informó Radio Israel.
Los jueces del máximo tribunal rechazaron de ese
modo una petición de 10 palestinos que querían evitar la
confiscación de sus tierras para que el ejército construya
una carretera más segura hacia el asentamiento judío de Netzarim,
en el sur de la franja de Gaza.
El tribunal justificó la decisión al alegar
que el sistema legal is-raelí no puede intervenir en este caso,
dado que el ejército basó la confiscación de tierras
en "motivos de seguridad"
Otra práctica común del ejército
en las últimas semanas para frenar la violencia es la destrucción
de viviendas con explosivos, y en este sentido este viernes dinamitó
en Cisjordania dos casas de militantes palestinos radicales, autores de
atentados.
La primera vivienda pertenecía a un militante de
la Jihad Islámica y autor de un atentado suicida que dejó
17 muertes hace dos meses en el norte de Israel, mientras que la segunda
pertenecía a un palestino que hirió a dos policías,
hace siete meses.
Israel adoptó esa política de destruir casas
de militantes para tratar de frenar los ataques contra sus ciudadanos,
y hasta el momento ha demolido unas 23 viviendas desde que el mes pasado
envió un mensaje a los "terroristas suicidas" en el que aseguró
que "estas actividades terroristas tienen un precio que todos los involucrados
de una u otra forma pagarán".
Continúan los arrestos
También este día, el ejército arrestó
durante la noche a cinco palestinos en Jenin, cuatro de los cuales estaban
en la lista de los más buscados, mientras que otro sospechoso de
haber participado en el asesinato de una bebé israelí de
10 meses, en marzo de 2001, fue de-tenido en Hebrón.
Además, tres palestinos, entre ellos un menor,
murieron a manos del ejército cuando pretendían in-filtrarse
desde Gaza a Israel por la terminal Kissufin, presuntamente para cometer
un atentado.
Un comunicado del ejército in-dicó que una
carga de varias decenas de kilos de explosivos fue descubierta cerca de
los cuerpos de los dos palestinos.
Por otro lado, el Comité Fuerzas Nacionales e Islámicas,
integrado por 13 facciones palestinas, anunció que la semana entrante
continuará sus discusiones para instaurar una dirección unificada.
Esto, pese al desacuerdo de Fa-tah, el movimiento de Arafat,
que insiste en la necesidad de frenar los atentados, al juzgar que no fa-vorecen
la causa palestina.
En medio de todo esto, la popularidad del primer ministro
israelí continúa descendiendo, y según la última
encuesta publicada hoy por Maariv, sólo 46 por ciento de
la población está satisfecha con su gestión, frente
a 61 por ciento de aprobación que Sharon tenía hace seis
semanas.
En lo que respecta a la política económica
y social, el gobernante derechista tiene una acogida incluso peor, ya que
sólo 18 por ciento de los entrevistados dijo estar sa-tisfecho con
la forma en que ma-neja estos asuntos, mientras que 72 se pronunció
en contra.