Estaríamos en posición de inferioridad, asegura ex comandante
de Tormenta del Desierto
Crece dentro y fuera de Estados Unidos el rechazo a
un ataque militar contra Irak
Ningún líder de Al Qaeda entre los 600 detenidos en Guantánamo:
Los Angeles Times
AFP, DPA Y REUTERS
Nueva York, 18 de agosto. El ex comandante estadunidense
de la operación Tormenta del Desierto (contra Irak en 1991),
Norman Schwarzkopf, manifestó este domingo sus reservas sobre la
posibilidad de éxito de una acción militar de Washington
contra Saddam Hussein sin apoyo internacional, al continuar en Estados
Unidos las expresiones de rechazo a una ofensiva contra el país
árabe.
"No sería una batalla fácil. Creo que estaremos
en posición de inferioridad, sobre todo si lo hacemos solos", declaró
al canal MSNBC el militar que comandó a una coalición multinacional
que en febrero de 1991 expulsó a Irak de Kuwait.
Según Schwarzkopf, "no queremos estar en guerra
en dos frentes si podemos evitarlo", en referencia a la actual campaña
en Afganistán, en la que hasta ahora no se ha logrado la captura
del dirigente de la red Al Qaeda, Osama Bin Laden, y del ex líder
talibán Mohammad Omar.
Lawrence
Eagleburger, secretario de Estado del gobierno de Bush padre, también
expresó su rechazo: "No creo que se justifique, a menos que el presidente
(George W. Bush) nos demuestre que Hussein está listo para lanzar
armas nucleares, biológicas o químicas".
El ex secretario de Estado, Henry Ki-ssinger, señaló
en entrevista con la cadena NBC que la administración Bush deberá
trasladar el tema a la población, y "comparar los peligros que hoy
existen de un ataque a Israel o a Arabia Saudita en cinco años si
no hacemos nada".
El canciller federal alemán, Gerhard Schroeder,
reafirmó su oposición a un ataque militar contra Hussein
y rechazó críticas de Estados Unidos en las que se reprochaba
su "falta de solidaridad". A pesar del respeto por Estados Unidos, "la
amistad no significa tener que decir sí y amén a todo lo
que hagan", sostuvo Schroeder en una reunión de su partido, el Socialdemócrata,
en Berlín. Agregó que se opone a un eventual ataque contra
Bagdad "en momentos en que Medio Oriente, Afganistán y los Balcanes
distan mucho de estar pacificados".
A su vez, Dan Bartlett, asesor en comunicación
de la Casa Blanca, informó este domingo que Bush no ha tomado aún
una decisión sobre una intervención contra Irak. "Si (Bush)
decide lanzar una operación militar, cualquiera que sea, lo hará
de manera responsable y juiciosa. No se puede decir que el presidente haya
tomado una decisión al respecto", indicó el funcionario.
Por lo pronto, el primer ministro israelí, Ariel
Sharon, aseguró que no presiona a Estados Unidos para que ataque
rápidamente a Irak. Durante la reunión semanal de su gabinete,
Sharon mencionó que aunque Tel Aviv apoya a Washington en su lucha
contra Bagdad, no le ha dado consejo alguno sobre el momento en que debe
atacar.
Medios israelíes aseguraron que Israel presiona
a Estados Unidos para que no aplace más el ataque contra Hussein,
ya que éste "sigue trabajando en el desarrollo de armas de destrucción
masiva."
A todo esto, el diario The New York Times destacó
que Estados Unidos ofreció a Irak ayuda vital en su guerra con Irán
como parte de un programa secreto durante la administración del
presidente Ronald Reagan, incluso a pesar de que las agencias de inteligencia
de estadunidenses sabían que los iraquíes usarían
armas químicas.
Según el rotativo, el programa altamente confidencial
implicó a más de 60 agentes del servicio secreto militar,
quienes proporcionaron información detallada sobre despliegues militares
iraníes, planificaciones tácticas para combates, itinerarios
para ataques aéreos y valoraciones de daños para Irak, durante
la guerra que ambas naciones sostuvieron la década de los 80.
Representantes del gobierno, junto con Reagan, su vicepresidente
George Bush padre, así como el entonces consejero de Seguridad y
actual secretario de Estado, Colin Powell, condenaron en su momento la
utilización de armas químicas, sobre todo en 1988, tras un
ataque iraquí contra los kurdos, pero tampoco se opusieron a este
tipo de acción porque consideraban que Irak luchaba por su supervivencia
y temían que Irán invadiera países productores de
petróleo del Golfo, dijo el Times.
El diario subrayó que el despliegue de armas químicas
de Irak durante la guerra con Irán ha sido invocado por el presidente
George W. Bush y su asesora de seguridad nacional, Condoleezza Rice, como
justificación para buscar un "cambio de régimen" en ese país.
Por otro lado, ningún líder de la red Al
Qaeda se encuentra entre los cerca de 600 prisioneros de por lo menos 40
nacionalidades detenidos en la base naval estadunidense de Guantánamo
en Cuba, indicó el diario Los Angeles Times.
El vocero de la base, Daniel Plinski, rehusó comentar
esa información, señaló la agencia Afp. No obstante,
precisó que el número de detenidos asciende a 598, tras el
arribo de 34 prisioneros el pasado 5 de agosto.
Al respecto, la revista Newsweek en su edición
de este lunes señala que unos mil prisioneros talibanes podrían
haber muerto asfixiados en camiones contenedores al ser trasladados a prisiones
afganas por la Alianza del Norte, en noviembre pasado.