Trabajadores sindicalizados acusan de "saqueo" a las autoridades universitarias
Cierran la tienda de la UAM; una auditoría reportó pérdidas por $34 millones en 2001
Los empleados van a ser reubicados y el inmueble ni se vende ni se renta: Ricardo Solís
KARINA AVILES Y JOSE GALAN
El Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM) denunció ayer que las autoridades de la institución "encabezadas por el secretario general, Ricardo Solís, saquearon la tienda de autoservicio y después la sellaron, lo que en los hechos significa su clausura".
Por su parte, el secretario general de la UAM, Ricardo Solís, aceptó que "tuvimos que romper algunas cerraduras y candados cuyas llaves estaban en poder de los sindicalistas, quienes en represalia detuvieron un camión de mudanzas de una empresa particular repleto de documentos contables, e impidieron que las autoridades retiraran productos perecederos y equipo. La empresa de mudanzas levantó un acta ante el Ministerio Público del fuero común por despojo en contra del sindicato".
En conferencia de prensa ofrecida por la secretaria general del SITUAM, Patricia Chapa, y miembros del CEN del sindicato, los trabajadores denunciaron que las autoridades "se llevaron mercancía de la tienda en dos camiones de entre 10 y 15 toneladas y en una camioneta".
David Villarruel, secretario de Relaciones y Solidaridad del sindicato, detalló que alrededor de las cuatro de la mañana de ayer, más de una veintena de personas "encabezadas por el secretario general, Ricardo Solís; el coordinador administrativo Filiberto Zepeda; Eduardo Durán, de Relaciones Humanas, y Jorge Montoya, de Servicios Generales, vinieron a saquear la tienda de autoservicio".
Dijo que dichas autoridades "no sólo burlaron la vigilancia de los trabajadores sino que rompieron candados del inmueble y sacaron la mercancía por el lado de la bodega". Afirmó que se llevaron "ar-tículos de línea blanca, libros, papelería contable" y en el estacionamiento de la tienda se quedó "una camioneta cargada con computadoras y un camión con papelería y equipo de cómputo".
Señaló que al percatarse de los hechos, los trabajadores hicieron un cordón en torno a la tienda -ubicada en Calzada de las Brujas 347, colonia Ex Hacienda de Coapa- y fue cuando se quedaron en
el estacionamiento los vehículos señalados.
Ahora, apuntó Villarruel, las autoridades de la UAM "amenazaron con que nos van a levantar un acta para acusarnos supuestamente de secuestro" cuando en realidad este hecho significa "una violación a los derechos laborales y un robo al patrimonio de la universidad" por parte de sus autoridades. Por ello, dijo, el sindicato analiza la posibilidad de levantar un acta de hechos de lo ocurrido.
Villarruel informó que las autoridades se comunicaron con el sindicato para reanudar las conversaciones. Sin embargo, señaló que hoy a las cuatro de la tarde sesionará el Consejo General de Delegados para determinar si reinicia o no las negociaciones con la contraparte.
Apuntó que las autoridades habían dicho que primero se practicaría una auditoría a la tienda y después se vería el futuro de la misma. "No obstante, la auditoría sólo era una pantalla para saquear y cerrar" el almacén, donde hasta ayer laboraban 252 trabajadores sindicalizados y 48 de confianza.
En conversación telefónica con La Jornada, Ricardo Solís insistió en que las autoridades decidieron cerrar la tienda porque los estados financieros auditados y presentados ante el Colegio Académico "reportaron sólo durante 2001 un déficit de 34 millones de pesos sin considerar el importe de las prestaciones. Las ventas fueron cayendo y los gastos creciendo". En contraste, el sindicato apuntó que en 2001 la utilidad bruta por ventas aumentó 106.57 por ciento respecto del año 2000.
Ricardo Solís rechazó que existan intenciones privatizadoras. "La UAM ni va a vender el terreno ni lo va a rentar. No es cierto que haya ofertas para adquirirlo. El predio permanecerá como patrimonio de los universitarios hasta que se decida qué hacer con él. No hay ningún proceso privatizador", recalcó.
El funcionario dijo que a los cinco arrendadores de locales adjuntos a la tienda se les advirtió la semana pasada sobre la intención de cerrar las instalaciones "e incluso se presentaron con sus abogados para recibir una notificación formal, así que ya estaban avisados".
Solís dijo que "los trabajadores de confianza y de base van a ser reubicados con salario y prestaciones en alguna de las tres unidades", y agregó: "nadie va a perder su empleo (pero) es un hecho que la tienda está cerrada".