Cuatro de cada cinco habitan Africa subsahariana y sur y sudeste de Asia: AIE
Mil 600 millones de personas carecen de electricidad
DPA
Paris, 21 de agosto. Unos mil 600 millones de personas, casi la cuarta parte de la población de la Tierra, carecen de acceso a la energía eléctrica, y mil 400 millones tampoco lo tendrán dentro de 30 años por falta de una política adecuada, según un informe publicado hoy por la Agencia Internacional de Energía (AIE).
El informe, presentado en París por Robert Priddle, director de la AIE, forma parte de un estudio sobre "pobreza energética" realizado por la agencia.
El estudio será uno de los capítulos de la próxima edición de las proyecciones bianuales sobre energía mundial, a ser difundido en septiembre próximo en Osaka, Japón, dijo Priddle, al presentar Energía y Pobreza, una nueva publicación de la AIE.
"Mil 600 millones de personas carecen hoy de acceso a la electricidad; 2 mil 300 millones dependen de biomasa primitiva para cocina y calefacción. Lo que es más impactante es que, en ausencia de una nueva política radical, mil 400 millones carecerán aún de electricidad dentro de 30 años", dijo el director de AIE.
En el estudio, la agencia señala que cuatro de cada cinco personas sin electricidad viven en zonas rurales del mundo en desarrollo, especialmente en el Africa subsahariana y el sur y el sudeste de Asia.
Megaciudades
La AIE señala que dentro de 30 años el énfasis del crecimiento demográfico se centrará en "megaciudades" en el mundo en desarrollo, cosa que "requerirá dramáticas nuevas políticas por gobiernos, empresas y agencias de ayuda al desarrollo".
El uso de biomasa primitiva -leña, desechos agrícolas, estiércol-, que daña tanto la salud humana como el medio ambiente, seguirá siendo dentro de 30 años la fuente principal de energía para la mitad de los hogares en el mundo en desarrollo. El número de personas que dependen de la biomasa se incrementará de 2 mil 400 a 2 mil 600 millones en 2030, señala el informe.
Sin suministro adecuado de energía barata es imposible una actividad económica productiva o mejorar la salud o la educación, y, como resultado, "los pobres siguen siendo pobres", dijo Priddle.