TOROS
El calvario del forcado Víctor Rodríguez, tras salvar la vida y la pierna
Damos un espectáculo emocionante que los empresarios y rejoneadores no valoran, afirma
Veintiún largos días de pesadilla le han servido para reforzar sus convicciones
LEONARDO PAEZ
"Muchos rejoneadores piensan que robamos espectáculo, pero la realidad es que a veces aprovechan nuestro éxito para dar la vuelta al ruedo con nosotros. Antes que el toro y las cornadas, los taurinos de México son hasta ahora el principal obstáculo para el buen desarrollo de los forcados en México", afirma sereno y convencido Víctor Rodríguez El Castaño -por su color de pelo y sus pecas-, de 27 años, cuatro de novillero y casi cinco en el grupo Forcados Mexicanos y empleado de una empresa de telecomunicaciones.
Han transcurrido sólo unos minutos de que recibió otra de las dolorosas curaciones diarias a que es sometido su maltrecho muslo izquierdo -safena, femoral y escroto como si les hubiera herido una bala expansiva, luego de que el despuntado pitón de un toro del rejoneador Antonio Ortega lo prendiera en el segundo intento de pega en la corrida celebrada en la plaza de Ecatepec el 4 de agosto pasado-, pero en la mirada de Víctor se reflejan nuevos cites de largo en tardes soleadas e intensas, por lo que la pregunta sale sobrando: Volverá a realizar pegas a toros de lidia šy como forcado de cara!
-ƑEs buen paciente?
-Tiene un umbral del dolor muy alto, nunca se quejó, ni cuando estuvo en terapia intensiva -comenta orgullosa una de las enfermeras.
"Habíamos fallado en el primer intento -rememora El Castaño- y para el segundo el toro, con 480 kilos, ya no fue de largo. Creo que me metí mucho en sus terrenos, ya que en el primer cite incluso me quité el barrete o gorro, señal que el forcado de cara envía a las ayudas o resto de los forcados en fila para que se suspenda la pega. Otras veces los subalternos no obedecen la indicación que se les hace de colocar al toro en determinado terreno y suponen que el que ellos dicen es el correcto. Por lo demás, en el momento de la pega era imposible que mis compañeros adivinaran que traía el pitón adentro.
"Al caer en la arena me veo el escroto abierto y es lo que procuro detener, desentendiéndome de la abundante hemorragia del muslo, pero ya en la ambulancia le dije a mi compañero Gerardo Macías que no sentía la pierna. Entonces, gracias al buen criterio del chofer de la ambulancia de Protección Civil, éste enfiló hacia la clínica del Seguro Social en Magdalena de las Salinas, no obstante que las órdenes del empresario José Antonio González Chilolín eran que me llevara al Sanatorio Durango. 'Hasta allá no llegas', y se desvió. Gracias a él, a mi fortaleza física, al talento y experiencia de los médicos que me operaron aquí, en el hospital La Raza, y desde luego a Dios, sigo con vida. Ah, y a que soy derechohabiente del IMSS, que si no..."
Enemigos de dos patas
"A excepción del rejoneador Enrique Fraga y de algunos otros -abunda Víctor Rodríguez-, la mayoría de los rejoneadores mexicanos no ven con buenos ojos a los forcados y menos como factores que incrementan el espectáculo, sino como molesta competencia. Incluso matadores de a pie nos sacan de los carteles. Han comprobado que, en general, los forcados calientan el ambiente de la plaza y que si los de a pie no mantienen esa temperatura, el público les aprieta más."
"Un ejemplo: el pasado 5 de mayo, en el Palacio del Arte de Morelia, ante una corrida muy bien servida de Corlomé, luego de acordar con los rejoneadores que nosotros pegaríamos los toros por colleras, el matador Rodrigo Santos pretendió ignorarnos, por lo que indiqué a mis compañeros que saltáramos al ruedo si aquél tomaba el rejón de muerte. Así lo hicimos, Rodrigo, entonces, me echó el caballo encima y me amenazó con el rejón. Nos fuimos al callejón, nos hicimos de palabras y me dijo que nos echarían a la escolta de Laura Peralta. El público se percató de lo que ocurría, exigió que nos dejaran hacer la pega y luego nos premió con una vuelta al ruedo. Afortunadamente las cosas no pasaron a mayores, pero es increíble que entre los propios matadores haya esa prepotencia y esos celos mal entendidos."
-ƑPor qué, no obstante ser toreros, realizar una tauromaquia y no cobrar un centavo por actuación, excepto viáticos, los grupos de forcados no están en la Asociación Nacional de Matadores?
-En la asociación se han negado a aceptarnos porque creen que cada tarde las curaciones son muy caras y que, por lo mismo, las cuotas de actuación que nos cobrarían serían muy altas. La realidad es que salvo penosas excepciones como ésta en que a punto estuve de perder la vida y la pierna, más por falta de atención inmediata, los golpes y accidentes de los forcados son aparatosos y dolorosos antes que de tratamiento complicado. Ojalá que a partir de este percance mío haya una revaloración de esta feliz, y única, adopción en otro país de la centenaria tradición portuguesa de los forcados.
-ƑPor qué se es forcado?
-Para ser forcado hay que tener una noción clara de la trascendencia del espíritu humano, una mística gratuita, no sólo por el hecho de no cobrar, sino porque nos jugamos la vida a cambio de nada, como no sea el experimentar otra dimensión de las emociones, que no se compara con nada. Por lo demás, insisto, en nuestro medio taurino ha faltado difusión y apoyo de lo que significa ser forcado, de las arduas horas de preparación y entrenamiento teórico-práctico, de la técnica, las posiciones, tipos de pegas, etcétera. Ha faltado que nos vean como otros toreros que formamos parte de lo mejor de la fiesta brava de México.