Jesús Nava, coordinador de un volumen dedicado a Román Piña Chán
La arqueología del siglo XXI debe ser más humanista
ANASELLA ACOSTA NIETO
La arqueología del naciente siglo XXI debe tener una visión más humanista, enfocada al estudio del hombre más allá de los materiales o construcciones, y en la que el desarrollo turístico del patrimonio cultural se supedite a la búsqueda de una identidad, manifiesta Jesús Nava, coordinador del volumen Arqueología mexicana, historia y esencia. Siglo XX.
Coeditada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la obra reúne 20 ensayos, resultado de las mesas desarrolladas durante las versiones cuarta y quinta del Simposio Román Piña Chán, en 1999 y 2000, en el Museo Nacional de Antropología. Entre los textos que se incluyen hay cinco ensayos inéditos del arqueólogo campechano fallecido en abril del año pasado.
Nava expresa que ''la investigación arqueológica debe ser más consciente y ver más allá del consumismo turístico. Es conveniente que el porcentaje de recursos económicos para la investigación y la difusión sea superior al que se destina para el turismo".
Burocratismo y sindicatos culturales
La política de mercado y la privatización ''empiezan a poner en grave peligro el patrimonio cultural", alerta el autor de Antología del pasado: una mirada a la memoria del futuro, en el epílogo de la compilación que se presenta mañana a las 18 horas en el Museo Nacional de las Intervenciones (Calle 20 de agosto y Xicoténcatl, Churubusco), y que está dedicada a la memoria de Piña Chán.
Nava refiere el caso del festival cultural en la zona arqueológica de El Tajín (Veracruz) o el conflicto del ex Casino de la Selva (Morelos), en los que -expresa- se han desarrollado proyectos al servicio del capital privado y no del patrimonio.
Explica que la iniciativa privada debe contribuir a resolver algunos problemas de conservación, pero todavía no se tiene conciencia del patrimonio como utilidad social y memoria histórica, por lo que el entorno cultural se subordina a proyectos de caracter económico.
Al respecto, el arqueólogo llama a legislar para determinar cómo y dónde debe realizarse la participación de la iniciativa privada. Y agrega que ''las políticas culturales han sido rebasadas por las necesidades de la sociedad y de la comunidad científica, y se han impuesto el burocratismo y los sindicatos culturales".
Para el alumno de Piña Chán, la arqueología debe actuar en conjunto con otras disciplinas, como biología, geografía, sociología, antropología e historia, y de ese modo ser capaz de conducir al encuentro con una identidad; sin olvidar, como ocurrió en el pasado, la relación que la cultura prehispánica guarda con el indigenismo y el mestizaje.
Esa, señala Jesús Nava, es su contribución ante un proceso globalizador que exige el olvido de la historia de los pueblos para concretar sus fines económicos.