Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 6 de septiembre de 2002
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Falta convertir las promesas en presupuestos reales, asegura investigador

Río Lerma, de los más contaminados en el mundo, indica funcionario en Michoacán

Delegado de la CNA señala que no es tan grave la situación de la cuenca

ERNESTO MARTINEZ ELORRIAGA CORRESPONSAL

Morelia, Mich., 5 de septiembre. La cuenca del río Lerma es la segunda más contaminada del mundo, afirmó Guillermo Vargas Uribe, secretario de Urbanismo y Medio Ambiente del gobierno del estado, mientras que el presidente del comité Salvemos al Lerma, Javier Saldaña Venegas, señaló que hay 3 mil 500 industrias asentadas a lo largo del cauce que pasa por los estados de México, Querétaro, Guanajuato, Michoacán y Jalisco.

No obstante, el delegado de la Comisión Nacional del Agua (CNA), Juan Luis Calderón Hinojosa, calificó esos datos de "dramáticos", y aseguró que no es tan grave la contaminación, "pues ni hay agua estancada ni hay desechos de los ranchos porcicultores del Bajío, ni tampoco es un criadero de moscos".

Vargas Uribe, reconocido investigador de la Universidad Michoacana, dijo que la situación del Lerma es muy cambiante según la época del año. "En esta época de lluvias puede ser que esté corriendo el agua, que no haya lirio, pero en tiempos de estiaje el panorama cambia, y no tenemos que esperarnos a que se muera más gente, porque hay evidencias de que la contaminación es muy grave, sobre todo en la zona de La Piedad".

Aseguró que existen rastros clandestinos en esta parte del Bajío michoacano y en la vecina población de Santa Ana, Guanajuato, sin contar que son muchas las granjas porcícolas que no tratan sus desechos, dijo.

"Parte del estiércol va a dar al río, y si se toma en cuenta que no hay plantas de tratamiento, el problema se acentúa. Lo peor que nos puede pasar es cerrar los ojos ante una realidad y seguir gastando en tratamientos médicos para la gente que sufre las consecuencias de la contaminación", agregó.

Señaló que desde la administración de Carlos Salinas de Gortari se puso en marcha un programa de saneamiento, pero que no se dieron los resultados esperados, "ya que faltó convertir las promesas en presupuestos reales".

Agregó que México pierde 14 por ciento de su producto interno bruto por el deterioro de sus recursos. "El presupuesto de la Semarnat y de todas las instancias federales que están supuestamente contribuyendo al mejoramiento del medio ambiente es sólo de 0.02 por ciento. No es nada lo que se invierte frente a lo que se degrada", afirmó.

Saldaña Venegas indicó que recientemente la sociedad civil del municipio de La Piedad planteó la necesidad de poner en marcha un programa de rescate de esta cuenca, que anteriormente aportaba 5 mil 500 metros cúbicos de agua por habitante, y que ahora es de menos de mil metros.

Dijo que hay problemas de lirio, de agua estancada, de basura, y que en épocas de estiaje se convierte en un foco de infección que produce enormes cantidades de moscos, al grado que muchos habitantes de La Piedad han preferido emigrar por las enfermedades que atacan a sus hijos.

El río Lerma nace en la laguna de Almoloya, estado de México. El cauce pasa por la zona industrial de Toluca y de Amealco, continúa hasta Maravatío, luego toma una parte de Guanajuato para llegar a La Piedad y de ahí sigue hasta Jalisco.

Según datos oficiales, hay plantas de tratamiento en el estado de México y Jalisco, y algunas que medio operan en Michoacán, pero es evidente que no se cumplió la meta de los presidentes Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, de reducir en 50 por ciento la contaminación de la cuenca y ordenar los derechos del agua superficial y subterránea.

Flora y fauna originarias, están desaparecidas

La cuenca del río Lerma representa, en muchos sentidos, el centro de la dinámica de una parte importante del país, pues tiene una superficie de 54 mil 300 kilómetros cuadrados y una longitud de mil 200 kilómetros.

Alrededor de su cauce se asientan ciudades de gran desarrollo urbano e industrial, como Toluca, Irapuato, Celaya, Querétaro y Guadalajara.

Esta cuenca era considerada una de las zonas más hermosas y de excelente productividad agrícola y ganadera, pero con la explosión demográfica, la industrialización y, sobre todo, la explotación del acuífero, la deforestación, las descargas de aguas negras e industriales y el sobrepastoreo, se provocó un desequilibrio ecológico.

El caso más grave de deterioro ecológico y contaminación es el de los cuerpos de agua de la cuenca, siendo los principales el propio río Lerma, la presa José Antonio Alzate y las tres lagunas del Lerma (Almoloya, Tultepec y San Bartolo).

Han desaparecido prácticamente la fauna y flora originarias de esta región, como el pato silvestre, así como varias especies de peces y aves.

Otro factor contaminante de suelos y aguas es el debido a la disposición incorrecta de basura y desechos sólidos municipales e industriales en ríos y arroyos, lo que agrava el problema de degradación de la cuenca, ya que además de constituir material no biodegradable, provoca taponamientos en el río y disminución de la velocidad del agua, acelerando en consecuencia el proceso de putrefacción y propiciando condiciones sépticas, señalan investigaciones que se han realizado al respecto.

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