CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

La nueva aventura azul

EN POCOS DIAS los capitalinos tendrán frente a sí un escenario de lucha política en el que se habrán de trazar las rutas de gobernabilidad para la mitad del sexenio que le restan a la administración actual.

LA AMENAZA DE los líderes sindicales priístas incrustados en el gobierno de la ciudad de ir a un nuevo paro en casi todas las áreas de la administración local y en el Metro así lo deja ver.

LA DECISION DE la cúpula sindical pretende, entre otras cosas, ganar impunidad de las acciones que pudiera tomar la Procuraduría General de Justicia del DF en contra de Fernando Espino y desestabilizar el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pero el costo inmediato, el golpe, irá directo a millones de personas usuarias de los servicios de la administración local.

Y PARA NO dejar duda, los capos sindicales fijaron el 17 de septiembre para dejar sin servicios a la ciudad. Día que el jefe de Gobierno informará en la Asamblea Legislativa del estado que guarda el Distrito Federal.

AUNQUE FALTAN DOS semanas para que el paro pudiera darse, en el sindicato ya empieza a sentirse un ambiente de rompimiento de las bases con los líderes, pues no todos están de acuerdo con la dirigencia y menos aún con el daño que pretende causarse a la ciudad y sus habitantes.

HAY QUIEN ADVIERTE que en este conflicto está metido el PAN, desde la dirigencia en el DF y mediante algunos legisladores que ya acordaron con el PRI la venganza contra López Obrador.

ESTA CIRCUNSTANCIA EMPIEZA ha crear círculos de desconfianza en torno a los líderes de siempre, por un lado, y por otro, pone al descubierto otra alianza PRI-PAN, que trabajarán con cualquier método para tratar de frenar la popularidad de López Obrador, quien supone una derrota de esos partidos en la ciudad en las elecciones de 2003.

LO MALO PARA esta alianza, que José Luis Luege ha bendecido desde su liderazgo, es que entre los trabajadores sindicalizados hay rechazo absoluto a las intenciones de Acción Nacional y del mismo PRI.

POR ELLO, SERIA muy probable que el sindicato sufriera una ruptura en poco tiempo y priístas y panistas queden solos con los liderazgos que cargan un pasado contrario a los intereses de los trabajadores, según han dicho algunos de los sindicalizados inconformes con sus jefes.

DE ESA MANERA, quien podría salir fortalecido de todo esto es el propio jefe de Gobierno, y por ende la misma ciudadanía, que podría volver a confiar en los empleados de la administración local.

EN UNOS DIAS, antes del 17, habrán de dirimirse muchos problemas sindicales y, muy seguramente, Acción Nacional sufrirá otra derrota en los nuevos rumbos que recorre.

MIENTRAS, LA CONFUSION podría ser uno de los elementos que, desde el liderazgo sindical, se trate de aprovechar para lanzar a los trabajadores a otra aventura que pareciera no prometer un final feliz.

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