Carlos Bonfil
En el cielo
El tercer largometraje del alemán Tom Tywker, Corre, Lola, corre, tuvo tal éxito comercial y tan buena recepción crítica, que de inmediato eclipsó lo realizado anteriormente por el director, una cinta llamada Wintersleepers, y la fascinante María mortal, determinando también lo que para el público debía ser en el futuro un filme con el sello Tom Tywker: ritmo frenético, estética cercana al video-clip o al corto publicitario, obsesiones temáticas (el destino, carrera de obstáculos en la que un personaje se juega la vida; el amor como fuerza redentora), un lirismo metafórico, y la irrupción de lo fantástico liberador en un entorno invariablemente pendenciero.
La princesa y el guerrero, su cuarta realización, confirmó para muchos el estilo del cineasta, pero dejó también entrever una interesante revisión del thriller a partir de una utopía amorosa. Para su realización más reciente, En el cielo (Heaven), Tykwer sorprende con una faceta estilística inesperada. El ritmo es mucho más sosegado, el idioma ya no es el alemán, sino el italiano y el inglés, y la ciudad es Turín, vista desde el cielo, capturada en calles de luminosidad crepuscular, y para sus secuencias finales, en una campiña italiana que bien pudiera ser el escenario de una comedia romántica o de alguna cinta de Ivory-Merchant. Esta apariencia es, sin embargo, engañosa. El realizador de la muy pesimista María mortal ofrece, nuevamente, una presencia femenina de ambigüedad inquietante. Philippa es una terrorista amateur. En su deseo de aniquilar en su oficina al hombre de negocios que trafica con narcóticos, y a quien responsabiliza por la muerte de varios niños, la joven provoca accidentalmente la muerte, precisamente, de otros niños, sin alcanzar por ello su primer objetivo. Al personaje lo interpreta, soberbiamente, Cate Blanchett.
Basado en un guión del polaco Kieslowski (Tres colores: Azul, Blanco, Rojo), el cual debía ser el primer segmento de una nueva trilogía (tentativamente, Cielo, Purgatorio, Infierno), En el cielo conserva aspectos reconocibles de la mirada del realizador de La doble vida de Verónica, en particular, su concepción del azar, y la manera en que un hecho fortuito puede transformar una o varias existencias. Lo que sin embargo Tywker desarrolla a lo largo de la cinta, y que podría ser su sello más personal, es una reflexión sobre la culpa. Crimen y castigo en la época del terrorismo. El clásico dilema ético (Ƒel fin justifica los medios?) la protagonista lo resuelve de modo vigoroso, sin vacilaciones y sin simulación alguna. Este es el aspecto más sobresaliente de la cinta. Pero hay mucho más. El personaje de Filippo (Giovanni Ribisi), un joven policía súbitamente enamorado de la terrorista, es una imagen todavía más cercana a la galería de personajes del Kieslowski de El decálogo, en particular al joven que sucumbe a la fascinación de una mujer mayor que él en Breve película sobre el amor. Al tema de la culpa y su redención, se suma el de la inocencia con todos sus poderes y astucias. En el cielo es otra elaboración del mito de "la última pareja romántica" enfrentada a mil adversidades, una imagen recurrente en el cine desde Sólo se vive una vez, de Fritz Lang, hasta Pierrot el loco, de Godard, en los road movies y en el cine de gángsters; en Bonnie y Clyde o en Thelma y Louise,. además de las cintas que el lector quiera todavía añadir.
Muy lejos de ser una obra menor en la breve filmografía de Tywker, este cuento de hadas sulfuroso, con referencia inevitable al 11 de septiembre, es una cinta inteligentemente controlada que toma distancias con el estilo extenuante de Corre, Lola, corre, sin por ello renegar de él un instante, conservando y diversificando las constantes temáticas, las opciones formales, y la capacidad de crear personajes entrañables, todo lo que a fin de cuentas señala la madurez de un estilo.